Nos
enfrentamos a nuevos y difíciles problemas que no podemos resolver solos.
Los avances
de la biotecnología han separado la sexualidad de la procreación y ha
convertido al sexo en una recreación.
Esto ha
traído un sinnúmero de males como los problemas que acarrean las madres
solteras y sus hijos.
Los
problemas que trae a los hijos del divorcio.
Los
cuantiosos problemas de salud y de inserción en la vida que conlleva el estilo
de vida promiscuo y homosexual.
Y muchos
más, la lista sería enorme si seguimos.
Este
aflojamiento de los amarres morales, sin medir las consecuencias de las nuevas
cosas que hoy es consensualmente permisible hacer, ha penetrado en las familias
cristianas.
.
Que están teniendo que hacer
frente a nuevos y complejos problemas morales que les superan, y no se han
sabido poner una buena armadura.
Vivimos
tiempos difíciles para la moral cristiana. Es por eso que debemos pedir apoyo
sobrenatural consagrando nuestras familias a Jesús.
TIEMPOS
EXTRAORDINARIAMENTE COMPLEJOS PARA LA MORAL
Estamos
viviendo tiempos profundamente complejos al tal punto que el padre Dwight
Longenecker nos dice que no pasa ni un mes sin que un feligrés suyo le pida
ayuda con difíciles preguntas morales relacionadas con su familia.
Preguntas
que frecuentemente involucran de alguna forma a lo sexual, pero que son muy
difíciles de responder con un simple código moral del blanco-o-negro que
funcionaba hace 50 años.
Y para
ejemplificarlo señala unos ejemplos:
Una viuda de misa diaria de 80
años pregunta si debe asistir a la “boda” de su nieta con otra mujer.
Una pareja que está planificando
casarse ya están viviendo juntos con la aprobación de sus padres
católicos.
Una mujer de mediana edad me
cuenta que ella no asistió a la “boda” de su hermano con su novio, pero se
pregunta si ella debería asistir al bautizo del niño que fue concebido por
éstos dos hombre a través de inseminación artificial y de una madre sustituta.
Una pareja sin hijos me pide la
mejor clínica de fertilización in vitro.
Otra pareja no cree que haya nada
malo con su decisión de ser esterilizados de forma permanente para no poder
tener hijos.
Un amigo me contó cómo su hijo
adolescente le comunicó que fue el donante de esperma para que la “esposa” de
su hija y pueda tener un hijo genéticamente de ellas.
Como vemos,
el paisaje moral ha cambiado por completo.
.
Y como
resultado, gente común y corriente se enfrenta a problemas morales extraordinariamente
complejos, que nuestros padres y abuelos nunca podrían haberse imaginado.
LA
REVOLUCIÓN BIOTECNOLÓGICA, UN HECHO DEL QUE SE HABLA POCO
Estamos
viviendo en medio de la revolución biotecnológica más asombrosa que el mundo
haya visto jamás.
La
Biotecnología y la tecnología de la reproducción han dado pasos
extraordinariamente revolucionarios.
Ya hemos perdido
la idea que la vida humana es un misterio sagrado.
Y las
mujeres en este aspecto se han reducido a la condición de máquinas de hacer
bebés a las que hemos aprendido a encender y apagar.
Con la
anticoncepción artificial, la esterilización y el aborto apagamos la máquina
para hacer bebes.
Y con la
inseminación artificial, la fecundación in vitro, los tratamientos de
fertilidad y las madres sustitutas encendemos la máquina para hacer
bebés.
Y con una
cantidad adecuada de dinero y tiempo presumimos que podemos tener un bebé
cuando lo deseamos y evitamos tener bebés cuando ya no lo deseamos
El resultado
de esto es una revolución en nuestra comprensión de lo que es una relación, una
identidad sexual, un matrimonio y una familia.
Por primera
vez en la historia, la raza humana ha asumido el poder de separar la actividad
sexual de la procreación.
Y esto ha
sido una bomba de tiempo plantada en el corazón de la familia tradicional.
Porque la
familia tradicional estaba enraizada en la verdadera sexualidad humana.
Que era la
de un hombre y una mujer, que se unen en una relación de por vida, llena de
amor, abierta a la procreación y enfocada en la crianza de los hijos.
Este hogar
era consolidado como un nido para sus crías, las que se nutrían de un ambiente
seguro y amoroso.
Dentro de
este contexto, el acto sexual tenía significado y propósito e incluso una
dimensión eterna.
El acto
sexual era una unión amorosa, que también era potencialmente creativo de una
manera poderosa.
Cuando un
marido y su mujer hacían el amor, también podrían lograr hacer un bebé.
Lamentablemente,
esta relación se ha roto para la gran mayoría de los seres humanos en el mundo
desarrollado.
Si un acto
sexual no es acerca de la procreación, tampoco lo será el matrimonio.
Y si el
matrimonio no está basado necesariamente en la procreación, entonces debe ser
acerca de lo que es recreación.
Y ESTO
RECIÉN COMIENZA…
El acto
sexual (y, por extensión, el matrimonio) entonces no es más que una forma para
que las personas persigan el placer auto-indulgente.
Por otra
parte, si la actividad sexual no está necesariamente ligada a la procreación, y
por lo tanto no está amarrada a las restricciones morales, se deduce que
cualquier forma de actividad sexual es lícita.
Esta es la
razón por la que la actual guerra del “matrimonio” entre personas del mismo
sexo pronto se desvanecerá en importancia.
Las personas
atraídas hacia el mismo sexo realmente no quieren casarse, lo que ellos quieren
es que su atracción sea reconocida y consolidada, y el “matrimonio” es su
manera de ganar ese reconocimiento.
La razón por
la que el debate del “matrimonio” del mismo sexo pronto se desvanecerá es
porque el matrimonio en sí ya se ha destruido para la cultura occidental
masiva.
Si un hombre
puede casarse con otro hombre y una mujer con otra mujer, entonces cualquiera
puede casarse con quien quiera.
Si la
“bisexualidad” es lícita, después dos hombres y una mujer podrán hacer “tríos”,
o dos hombres y dos mujeres que interactúan sexualmente podría “casarse” entre
ellos.
No se
necesita pensar mucho para concluir que si el matrimonio puede ser lo que
alguien quiere que sea, entonces el matrimonio de hoy es nada en absoluto.
Los
Católicos que tienen fundamentos teológicos, antropológicos, éticos e
históricos muy fuertes para definir lo que es un matrimonio, y claramente
pueden ver las crisis en los matrimonios.
Pero realmente
no hemos visto nada todavía.
Mientras las
tecnologías reproductivas sean cada vez más ampliamente disponibles en una escala
global, la confusión acerca del matrimonio y de la sexualidad se extenderá a
toda la raza humana.
NECESIDAD DE
CREAR CONCIENCIA DEL PROBLEMA EN NUESTRAS FAMILIAS
La
experiencia en los países desarrollados ha demostrado que mientras que las técnicas
de reproducción se pueden utilizar para prender o apagar la máquina de hacer
bebés, será más frecuente apagarla, en bien de lo recreativo.
El invierno
demográfico que se avecina no sólo será para el mundo en desarrollo, sino para
toda nuestra raza, y sólo existe una solución para el problema.
La solución
es que los católicos comprendan claramente los simples hechos de la natural
sexualidad humana, enseñársela a nuestros hijos y vivirla de la mejor manera
que podamos.
La solución
es ofrecer una alternativa atractiva y pro-vida mediante la construcción de familias
fuertes, vibrantes y creativas, además de las comunidades humanas dinámicas.
El futuro de
nuestra fe y de nuestra entera familia humana puede depender de ello.
Para ello
necesitamos el auxilio sobrenatural, del Sagrado Corazón de Jesús. Esa es
nuestra armadura.
PIDAMOS
AUXILIO SOBRENATURAL A JESÚS
Una de los
Doce Promesas a los devotos del Corazón de Jesús es brindar “la paz en sus
familias”.
Aunque la
devoción de las familias al Sagrado Corazón se menciona en las cartas de Santa
Margarita María, ésta se convirtió en una práctica común entre las familias
católicas dos siglos más tarde debido al P. Mateo
Crawley-Boevey, quién se unió a la Congregación de los Sagrados
Corazones de Jesús y María.
Fue ordenado
sacerdote en 1898 y fue enviado a Valparaíso, Chile, donde fundó la Universidad
Católica en 1905.
Y se
interesó especialmente en la creación de una escuela de derecho donde los
católicos podían formarse y avanzar en lo social y en la misión de la Iglesia.
Un año más
tarde, fue destruida por un terremoto y como el Padre Mateo se enfrentó a
este desastre natural trabajando incansablemente para ayudar a aquellos que
habían perdido sus casas, negocios y sus seres queridos al derrumbarse su
suelo, fue enviado a Europa a recuperarse.
El 5 de
junio de 1907, el P. Mateo se reunió con el Papa Pío X y compartió con él
un sueño que había comenzado a tomar forma en su corazón.
.
Él había estado pensando en promover el
reino social de Cristo en las familias.
.
Ya que las sociedades se mueven
conjuntamente con las familias.
.
Y si el reinado del Sagrado Corazón de Jesús debe realizarse en el mundo,
entonces éste debe comenzar en las familias.
¿El Santo
Padre aprobó su plan? El Papa respondió:
“No, no,
hijo mío. No te lo permito. Yo os mando, ¿lo entiendes?
Te ordeno
que des tu vida por esta obra de salvación.
Es una obra
maravillosa consagrar tu vida entera a ella”.
Con esta
directiva, el P. Mateo se fue en peregrinación a Paray-le-Monial,
Francia, el 24 de agosto de 1907 a la edad de treinta y dos años.
A la capilla
donde se produjeron las revelaciones del Sagrado Corazón a Santa Margarita
María.
El P.Mateo
oró y prometió que iba a dedicar el resto de su vida a aquello, según lo que le
permitiera su enfermedad.
.
Pero a medida que
avanzaba en su oración se sentía curado y comenzó la misión que consumiría su
atención y energía hasta su muerte, a la edad de ochenta y cinco años, en 1960.
Cuando el
Papa Juan Pablo II visitó Paray-le-Monial el 5 de octubre de 1996, afirmó la
importancia de la Consagración de la Familia en la construcción de la “La
civilización del amor” y dijo:
Gracias al
sacramento del matrimonio, en el Pacto con la sabiduría divina, en el Pacto con
el infinito amor del Corazón de Cristo, a ustedes las familias se les ha
otorgado los medios para desarrollar en cada uno de sus miembros las riquezas
de la persona humana y su llamado al amor de Dios y de los hombres.
Den la
Bienvenida a la presencia del Corazón de Jesús, nosotros buscamos sacar de Él
el verdadero amor que nuestras familias necesitan.
La unidad de
la familia tiene un papel fundamental en la construcción de la civilización del
amor. (Discurso del 5 de octubre de 1986)
ORACIÓN
CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Esto llama a
Consagrar a la familia al Sagrado Corazón de Jesús; aquí está la oración de
Consagración:
Sagrado Corazón de Jesús, le dejaste claro a Santa
Margarita María tu deseo de ser el rey de las familias cristianas.
Nosotros queremos proclamar hoy tu más completo y real
dominio sobre nuestra propia familia.
Queremos vivir en el futuro con tu vida.
Queremos hacer que florezca entre nosotros esos méritos
que prometen paz en adelante.
Queremos desterrar lejos de nosotros lo que tú has
maldecido.
Tú serás el Rey sobre nuestras mentes, en la simplicidad
de la fe, y sobre nuestros corazones, por el amor incondicional, los cuales se
quemarán por ti, en una llama que vamos a mantener con vida por la recepción
frecuente de tu divina Eucaristía.
Se bondadoso, oh Corazón divino, como para presidir
nuestras relaciones, para bendecir nuestras empresas, tanto espiritual como
temporalmente.
Para disipar nuestras preocupaciones, para santificar
nuestras alegrías, y aliviar nuestros sufrimientos.
Si alguna vez, alguno de nosotros, tuviera la desgracia
de afligirte, recordadle, oh Corazón de Jesús, que eres bueno y misericordioso
con el pecador penitente.
Y nosotros, tanto los que se van como los que se quedan,
estaremos sujetos a vuestros decretos eternos.
Vamos a consolarnos con la idea de que algún día llegará
que toda la familia se reúna en el cielo y pueda cantar para siempre tus
glorias y tus misericordias.
Que el Corazón Inmaculado de María y el glorioso
Patriarca San José estén presentes en esta consagración familiar.
Y que se mantenga en nuestras mentes todos los días de
nuestra vida. ¡Toda la gloria al Corazón de Jesús, nuestro Rey y nuestro
Padre! (EWTN)
LA
CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA A JESÚS ES PARTE DE LA ARMADURA DE DIOS
En la encíclica Annum Sacrum del Papa León
XIII, publicada el 25 de mayo 1899, el Santo Padre consagró a todas las
familias de la humanidad al Sagrado Corazón de Jesús.
Una
declaración profética de la encíclica establece las bases de la consagración
mundial del Papa al Sagrado Corazón:
De ahí esa abundancia
de males que desde hace tiempo se ciernen sobre el mundo y que Nos obligan a
pedir el socorro de Aquel que puede evitarlos.
¿Y quién es
éste sino Jesucristo, Hijo Único de Dios, “pues ningún otro nombre le ha sido
dado a los hombres, bajo el Cielo, por el que seamos salvados”.
Hay que
recurrir, pues, al que es “el Camino, la Verdad y la Vida”.
El hombre ha
errado, que vuelva a la senda recta de la verdad; las tinieblas han invadido
las almas, que esta oscuridad sea disipada por la luz de la verdad.
La muerte se
ha enseñoreado de nosotros, conquistemos la vida.
Entonces nos
será permitido sanar muchas heridas, veremos renacer con toda justicia la esperanza en la
antigua autoridad, los esplendores de la fe reaparecerán.
Las espadas
caerán, las armas se escaparán de nuestras manos cuando todos los hombres
acepten el imperio de Cristo y se sometan con alegría, y cuando “toda lengua
profese que el Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre”.
Las
consagraciones son reales y potentes en el mundo espiritual.
Hay dos
reinos, uno claro y otro oscuro.
La
Consagración de la Familia al Sagrado Corazón es un acto concreto de la fe que
agrada a Dios y desagrada el antiguo enemigo.
Vivir
nuestra consagración al Sagrado Corazón sobre una base diaria es también parte
de la armadura de Dios.
Las llamas
del amor divino que vierte el Sagrado Corazón fortalecen nuestra fe, esperanza
y amor.
El Sagrado
Corazón no es sólo nuestro refugio; es nuestro lugar de la victoria sobre
el mal.
Porque
cuando su corazón fue atravesado en el Calvario, su Sangre y Agua se derramaron
y se convirtieron en nuestro baño bautismal y de vida eucarística.
Las
tinieblas necesitan ser disipadas con alabanza y acción de gracias en
todas las cosas.
Podemos
convertir cada prueba, pérdida, miseria, persecución, prueba de fe, y guerra
espiritual en una acción de gracias y alabanza como María.
Cuando
experimentamos vejación diabólica, nosotros podemos lenta y deliberadamente
rezar la oración del Magnificat:
.
“Proclama mi
alma la grandeza del Señor. Mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador…”.
.
Esto puede convertirse en un hábito eficaz
para luchar contra las tentaciones.
.
Los ángeles caídos de la oscuridad
desprecian la alabanza y la gratitud a Dios.
Nosotros
pertenecemos a Jesucristo, a la luz, no a la oscuridad.
Hay muchas
personas que tienen un pie en cada campo, o peor, algunos viven completamente
en la oscuridad.
Tal vez esto
es cierto para los miembros de la familia que se han alejado de Jesús y de la
Iglesia, pero el amor del Sagrado Corazón no dejará de ser derramado sobre los
pecadores.
El buen
pastor nunca cesará de dejar a las noventa y nueve para buscar la oveja
perdida.
La
Consagración de la Familia al Sagrado Corazón de Jesús es muy eficaz como parte
de la armadura de Dios.
Jesús habló
poderosamente a Santa Margarita María:
“Mi
divino Corazón se apasiona por la raza humana… no puede contener las llamas
reprimidas por más tiempo de su caridad ardiente.
Debes
atravesar y revelar mi corazón al mundo, con el fin de enriquecer a la
humanidad con mis tesoros preciosos.
Yo voy a
dejar que los veas ahora.
Ellos
incluyen todas las gracias de la santificación necesarias para arrebatar a los
hombres que están al borde del abismo del infierno”.
SIETE FRASES
PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA
Pero además
de orar y consagrarse es importante manejar adecuadamente la relación en la
vida diaria.
.
El proceso central en una
familia debería estar puesto en mantener el buen relacionamiento.
.
Y el cultivo de una buena comunicación es
esencial.
Aquí van
siete consejos para practicar el mejoramiento de la comunicación en familia.
¡TE AMO!
Ningún ser
humano puede sentirse realmente feliz hasta escuchar que alguien le diga “te
amo”.
Atrévete a
decirlo a la otra persona, a tu cónyuge, a tus padres, a tus hermanos, a tus
hijos, si es que nunca lo has hecho, haz la prueba y verás el resultado.
¡TE ADMIRO!
En la
familia, cada miembro tiene alguna cualidad o habilidad que merece
reconocimiento.
Todos, en
algún momento, sentimos la necesidad de que se nos reconozca algún logro o meta
alcanzada.
¿Cuándo fue
la última vez que le dijiste esto a alguien?
¡GRACIAS!
Una
necesidad básica del ser humano es la de ser apreciado.
No hay mejor
forma de decir a una persona que es importante lo que hace por nosotros, que
expresarle un “¡gracias!”, no en forma mecánica sino con pleno calor humano.
PERDÓNAME,
ME EQUIVOQUÉ…
Decir esto
no es tan fácil,
sin embargo, cuando cometas un error que ofenda o perjudique a otras personas,
aprende a decir con madurez: “perdóname, me equivoqué”.
AYÚDAME, TE
NECESITO
Cuando no
podemos o no queremos admitir o expresar nuestra fragilidad o necesidad de
otros, estamos en un grave problema.
No te
reprimas. ¡pide ayuda!, que también son muy importantes las palabras.
¡TE ESCUCHO…
HÁBLAME DE TI!
¿Cuántas
veces le has dicho a algún miembro de tu familia: “a ver háblame, qué te
pasa?”.
Tal vez
muchos problemas y mal entendidos se resolverían si tan solo escuchásemos lo
que nos tratan de decir.
¡¡¡ERES
ESPECIAL!!!
Es
importante hacerles saber a tus seres queridos cuanto ellos significan para
ti.
Fuentes: