ORACIÓN DE EXORCISMO.
MONSEÑOR DIEGO ALVARADO.
ESCRITO POR LEON XIII
|
Dado por Jesús a Bernabé Nwoye de Nigera, para la Devoción de la Preciosísima Sangre la cual son oraciones de exorcismos, reveladas para estos últimos tiempos.
ORACIÓN ORIGINAL A SAN MIGUEL ARCÁNGEL.
Para ser rezada sosteniendo el crucifijo en alto.
Oh Glorioso príncipe de la hueste celestial, San Miguel Arcángel, defiende nos en la batalla y en el terrible combate que estamos librando contra los principados y potestades del aire, contra los dominadores de este mundo tenebroso, en contra de todos los espíritus del mal. Ven en ayuda del hombre, a quien Dios creó inmortal, hecho a su imagen y semejanza, y redimido por un gran precio, de la tiranía de satanás.
Pelea en este día la batalla del Señor, junto con los Santos Ángeles, igual que combatiste al líder de los orgullosos ángeles, Lucifer y a su hueste apóstata, quienes no tuvieron poder para resistirte ni tampoco hubo ya lugar para ellos en el cielo. Esa cruel serpiente antigua, llamada el diablo o satanás, que seduce al mundo entero, fue arrojada al abismo junto con sus ángeles. Mira, este enemigo primitivo y asesino del hombre ha tomado fuerza.
Transformado en un ángel de luz, anda alrededor del mudo con una multitud de espíritus perversos, invadiendo la tierra para borrar el nombre de Dios y de Jesucristo, apoderarse, asesinar y arrojar a la eterna perdición a las almas destinadas a la Corona de la Gloria Eterna.
Este malvado dragón vierte, como la inundación más impura, el veneno de su malicia en los hombres de mente depravada y corrupto corazón; el espíritu de mentira de impiedad, de blasfemia y de aire pestilente de impureza, y de todo vicio e iniquidad.
Estos astutos enemigos han llenado y embriagado con hiel y amargura a la Iglesia, la Esposa del Inmaculado Cordero, y han puesto sus manos impías en sus más sagradas posesiones. En el Santo Lugar, en dónde la sede de San Pedro y el Asiento de La Verdad han sido colocados como la Luz del Mundo, ellos han levantado el trono de su abominable impiedad, con el designio inicuo de que cuando el pastor sea herido, también las ovejas pueden ser heridas.
Entonces levántate, Oh Príncipe invencible, dale ayuda al Pueblo de Dios en contra de los ataques de los espíritus perdidos. Dale la victoria al Pueblo de Dios: Ellos te veneran como protector y patrón; en ti la Gloriosa Iglesia se regocija con tu defensa contra el maligno poder del infierno; a ti te ha confiado Dios las almas de los hombres para ser establecidas en bienaventuranzas celestiales. Ora al Dios de la paz, para que ponga a Satanás bajo nuestros pies, derrotado para que no pueda más mantener al hombre en cautiverio y lastimar a la Iglesia.
Ofrece nuestras oraciones a la vista del Altísimo, para que pronto pueda encontrar misericordia a los ojos del Señor: y venciendo al dragón la antigua serpiente que es el diablo y satanás, tu nuevamente lo pongas cautivo en el abismo, para que no pueda ya más seducir a las naciones. Amén.
L: Miren la cruz del Señor; y sean dispersos los poderes enemigos.
R: El León de la Tribu de Judá la raíz de David, ha triunfado.
L: ¡Que tu misericordia esté sobre nosotros, oh Señor!
R. Así como hemos tenido esperanza en Ti.
L: ¡Oh Señor, escucha nuestra oración!.
R: Y deja que mi llanto llegue a Ti.
L: Oremos.
¡Oh Dios, Padre de nuestro, Señor Jesucristo, invocamos tu santo nombre, y suplicantes imploramos tu clemencia, para que por la intercesión de la siempre Virgen María, Inmaculada Madre Nuestra, y por el glorioso San Miguel Arcángel, Tu te dignes ayudarnos contra satanás y todos los demás espíritus inmundos, que andan por el mundo para hacer daño a la raza humana y para arruinar a las almas. Amén.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario