Son muchos los que conocen cómo, desde la aldea de
Medjugorje, está corriendo desde hace años un verdadero río de gracias para la
Iglesia y para el mundo: verdadero manantial de espiritualidad, manantial de
esperanza, ya que la Madre de Dios - según el testimonio de seis jóvenes dignos
de crédito- está conduciendo personalmente a sus hijos hasta el inicio de un
nuevo milenio, por el camino de la santidad y de la paz mundial.
Podríamos hablar, por tanto, según denominación del
gran pontífice mariano Pío XII -de ser auténticas las apariciones más largas de
la historia- de una especial "Hora de María". También Montfort se
atrevió a afirmar en otra ocasión que: "Si la salvación del mundo comenzó
por medio de María, también por Ella debe alcanzar su plenitud". TDV 49
¿Por qué no pensar entonces que, en esta especie de "noche oscura"
por la que atraviesa la humanidad con tantos desaciertos, Dios Padre ha enviado
a su Madre, para que prepare Ella misma el Triunfo definitivo de Su Corazón
Inmaculado, anunciado en Fátima, y la conversión del mundo se logre, en lugar
de un futuro devastador, como fruto de una intervención prodigiosa del amor de
Dios?
Cuando hablamos de Medjugorje -y hay que
subrayarlo- no nos referimos a una nueva advocación mariana o a una aparición
más de María, tampoco se trata de un nuevo movimiento eclesial; pues, en tal
caso, convendría hablar: "de la Iglesia en movimiento"; pero, eso sí,
"por medio de María", ¡Así es! Debemos darnos cuenta, que en este
momento, una poderosa corriente de espiritualidad está fluyendo, que genera fe
y despierta el corazón, ¡hasta del alma más endurecida! Es una especie de nuevo
Pentecostés, presidido, por Quien animó y dirigió la oración de los discípulos
de Jesús en el Cenáculo de Jerusalén (Cf. Hch 1.14). Con justa razón,
Medjugorje, ha sido bautizada hoy como "El Gran Cenáculo viviente de
María", donde por la poderosa intercesión de la Reina de la Paz los huesos
secos se revisten de carne, piel, nervios y espíritu (Cf. Ez 37).
Ante una humanidad hecha pedazos, y en continuo
peligro devastador, ¡también resplandece una aurora de esperanza!: La Mujer
vestida de sol coronada de doce estrellas, lucha mano a mano frente al
imperante “misterio de iniquidad" 2.7, "quien sabe que le queda poco
tiempo" (Ap 12,12).
Un mensaje universal.
La presencia de la Virgen en Medjugorje en el marco
de la nueva evangelización, tiene como fin: transformar por el Espíritu los
corazones de los hombres, a través de una eficaz pedagogía materna de santidad,
contribuyendo de esta manera al bien y la paz de la humanidad. Por
consiguiente, es un mensaje actual y urgente, que incultura el evangelio frente
a los "signos de los tiempos" presentes y los retos pastorales de la
Iglesia universal y local; ya que la Virgen no aparece sólo por los Balcanes sino
por las necesidades de la Iglesia universal y de cada comunidad particular.
Sería un error, por tanto, que no consideremos con seriedad las llamadas de
María, simplemente, porque se dan en una cultura distinta. O bien, porque cada
diócesis, parroquia, congregación religiosa o comunidad cristiana, tienen ya
encausada su prioridad pastoral. Tengamos presente entonces, que, desde
Medjugorje, la Virgen habla a toda la humanidad y todos seremos responsables de
lo que pueda ocurrir en el futuro, si desatendemos esta invitación.
Cuando su Santidad Juan Pablo II consagró el tercer
milenio al Corazón Inmaculado de María el 8 de octubre en el marco del año
jubilar, entregó el futuro en manos de la Virgen, rogándole que nos acompañara
"en nuestro camino”. (Porque) somos hombres y mujeres de una época
extraordinaria, tan apasionante como rica en contradicciones. La humanidad
posee hoy instrumentos de potencia inaudita. Puede hacer de este mundo un
jardín o reducirlo a un cúmulo de escombros..., y hoy como nunca en el pasado,
la humanidad está en una encrucijada..." ¿¡Porqué no ver la presencia de
María en Medjugorje como signo de esperanza cierta en esta encrucijada!? Ante
tantos errores y desventura de la sociedad contemporánea ¿No será acaso que
Ella misma prepara el Triunfo final de su Corazón Inmaculado?
El mensaje profético
En cuanto al mensaje profético de María en
Medjugorje, después de estos años de apariciones diarias, podríamos dividirlo
en tres relevantes fases.
La primera comprende el tiempo transcurrido desde
la Primera aparición -24 de junio de 1981- hasta el día antes a la realización
del primer “secreto" que la Virgen confía a los muchachos. Este será
advertido al mundo por un sacerdote tres días antes de su verificación; de esta
manera, quienes sigan de cerca el acontecimiento, podrán interceder con sus
oraciones y ayunos, a fin de pedir por la conversión de los hombres. La
realización del secreto anunciado previamente, servirá, como una confirmación
de la autenticidad del Mensaje de Medjugorje.
La segunda fase es el período de la realización de
los "10 secretos"; es decir, de los 10 acontecimientos que están por
ocurrir en el mundo y de los que, los videntes, serán testigos. Según los
videntes el 7º "secreto" es un castigo por los pecados del mundo, pero
por las oraciones y ayunos que se han hecho, ha sido mitigado; no cancelado.
El tercero se refiere a un signo visible y
permanente que la Virgen dejará al final de las apariciones diarias en la
Colina de la Paz en Medjugorje. De modo, que los dos primeros, a modo de
advertencia, son una preparación al gran signo visible y una invitación a la
conversión y la paz.
La tercera fase del Mensaje será la transformación
del mundo; a modo de una nueva primavera de vida cristiana; después de la
realización de los diez secretos.
Especial mención, también hay que hacer, además, de
la gracia extraordinaria que recibió la vidente, Mirjana Dragicevic, a quien la
"Gospa" eligió para dar a conocer el desarrollo de los "10
secretos'. Según Mirjana, desde el 25 de diciembre de 1982, no tuvo más
apariciones diarias. Sin embargo, años más tarde, la Madre de Dios, le pidió
encontrarse con Ella el 2 de cada mes para orar especialmente por los ateos, a
quienes la Virgen llama: "quienes no han experimentado el amor de Dios en
sus corazones". La Virgen quiere, que el día 2 de cada mes, se ore
especialmente por ellos.
Los mensajes principales
Cada mensaje que la Virgen da es importante, porque
viene del cielo. No obstante, lo esencial de este gran episodio mariano que
vivimos, se puede resumir en los siguientes puntos: La paz del mundo está
siendo amenazada, y el camino para lograrla no es otro, que LA CONVERSION
INMEDIATA DE LOS HOMBRES, CUYO PEOR PECADO ES LA CRECIENTE INDIFERENCIA ANTE
DIOS. La Virgen aparece durante tanto tiempo evangelizándonos y enseñándonos
con sus mensajes, a vivir la vida cristiana para que triunfe la paz. Sus
mensajes aparecen como una especie de catecismo mariano que invitan a la paz,
la conversión y la santidad de los fieles. Si se desatiende esta llamada y este
"tiempo de gracia", será inevitable la "purificación
dolorosa" de la humanidad. Por tal razón, la Virgen continúa
apareciéndose, invitándonos a todos a la conversión. El mensaje, pues, es
urgente y es de esperanza.
Los mensajes principales que la Virgen enfatiza en
estos años, y alrededor de los cuales giran siempre todos los demás, se resumen
en cinco:
La Oración con el corazón que debe abarcar: tres
partes del rosario diariamente, la lectura y meditación de la Biblia y la
participación semanal en un Grupo de Oración.
La participación diaria -si es posible- en la Santa
Misa y la Adoración a Jesús Sacramentado.
La Confesión mensual, y siempre que se tenga
conciencia de haber pecado gravemente.
El ayuno a pan y agua todos los miércoles y viernes
del año que no coincidan en solemnidades.
La Bendición anual de las familias y portar siempre
objetos religiosos benditos.
¿Por qué Reina de la Paz?
El titulo de "Reina" es atribuido a la
santísima Virgen María por la tradición cristiana desde inicios del s. IV. Sin
embargo, no fue hasta 1917 cuando el calificativo “de la Paz" se hizo
popular y universal, debido a las circunstancias generadas en Europa a razón de
la primera guerra mundial: el sumo pontífice Benedicto XV sintiéndose impotente
frente a los estragos de la guerra europea, mandó añadir a las letanías del
santo rosario, la advocación: "María Reina de la Paz, ruega por nosotros”.
En los años que sucedieron al Concilio Vaticano II,
también el Papa Pablo VI, en la Exhortación Apostólica Marialis Cultus de 1974
-para la recta ordenación del Culto a la Virgen- propuso a la Iglesia dirigirse
cada año a “María Reina de la Paz" con ocasión de la "Jornada Mundial
de la Paz”. Menciona: "En la nueva ordenación del período
natalicio..." al celebrarse "la solemnidad de la Maternidad de María,
ésta, fijada en el día primero de enero... está destinada a celebrar la parte
que tuvo María en el misterio de la salvación... y es asimismo, ocasión
propicia para renovar la adoración del recién nacido Príncipe de la Paz, para
escuchar de nuevo el jubiloso anuncio angélico (Cf. Lc 2,14) y para implorar de
Dios por mediación de la Reina de la Paz, el don supremo de la paz” MC 5.
Desde tiempos remotos la advocación a “María Reina
de la Paz" también ha formado parte del patrimonio espiritual de algunos
institutos de vida consagrada y ha sido patrona de algunas naciones, como el
caso de El Salvador. Con todo, la extensa difusión de dicha advocación en estos
tiempos, obedece al testimonio de la Parroquia de Santiago Apóstol de
Medjugorje (Bosnia Herzegovina), donde seis jóvenes, aseguran recibir de la
Virgen tal advocación, para ser invocada como recurso seguro frente a los peligros
que nos amenazan.
Reflexión teológica
La profunda razón sobre la que se fundamenta la
dignidad de María como "Reina de la Paz", radica esencialmente, en
tres principios teológicos: su maternidad divina, por ser colaboradora estrecha
de la redención y por su participación en el nacimiento de la Iglesia.
1. En la Sagrada Escritura cuando el Ángel Gabriel
le anuncia a María el nacimiento de su Hijo se afirma: "Se le llamará hijo
del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre
la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin" Lc 1, 32-33.
María, entonces, es madre de un rey de quien se dice que su reinado es eterno,
y por consiguiente, de paz; "el Príncipe de la Paz, cuyo señorío es grande
y su paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para
restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia" ls 9,5-6.
María participa de ese reinado porque le da la vida
a Cristo, y Cristo, desde el primer instante de su concepción, es “el Rey y
Señor de la Paz"; incluso como hombre, debido a la unión hipostática de la
naturaleza humana con el Verbo de Dios. El misterio de su reinado de paz se
confirma en su nacimiento por la multitud del ejército celestial que alaba a
Dios diciendo: “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres
en quienes El se complace" Lc 2, 4.
2. María también es Reina de la Paz, porque por
voluntad del mismo Dios participó, como ninguna otra criatura, en el misterio
de nuestra redención: "mientras su hijo pacificaba con su sangre el
universo entero, se mantenía intrépida junto a la cruz" asociando sus
dolores y sufrimientos a los del Hijo; momento cumbre de la reconciliación y de
la paz de la humanidad. Escribe San Pablo de ese instante: "Porque Él es
nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro divisorio,
la enemistad... para crear en sí mismo, de los dos un sólo Hombre Nuevo,
haciendo las paces, y reconciliar con Dios a ambos en sólo cuerpo, por medio de
la cruz, dando en sí mismo muerte a la Enemistad" Ef 2, 14-16.
3. María además, es Reina de la Paz, porque estuvo
en el Cenáculo con los Apóstoles reunida en oración en la espera del Espíritu
de la paz, de la unidad, de la caridad, y del gozo. Su Hijo había prometido
que, por medio del Espíritu, les enseñaría todo y les recordaría todo lo que ya
les había dicho (Cf Jn 14, 26). Por tal razón, les dejaba su paz: "Mi paz
os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se
acobarde" (Jn 14,27). La Virgen junto a los discípulos ha recibido el
Espíritu de la paz y queda constituida como Reina de la Paz por su desposorio
singular con la tercera persona de la Santísima Trinidad, el cual recibe en su
Concepción Inmaculada y al momento de la Encarnación del Hijo de Dios. En el
nacimiento de la Iglesia está presente María participando por el Espíritu de la
paz del reinado nuevo de su Hijo Jesucristo.
María Reina de la Paz en Medjugorje
Según el testimonio de los videntes de Medjugorje,
la primera vez que la Virgen pidió ser invocada como “Reina de la Paz",
fue el 6 de agosto de 1981. Dos meses después de la primera aparición. Ese día
la Iglesia celebraba la memoria litúrgica de la Transfiguración de Jesucristo,
coincidiendo, además, con la nefasta fecha de la explosión de la primera bomba
atómica en Hiroshima (en 1945).
La segunda vez fue el 12 de octubre de 1981;
memoria litúrgica de La Virgen del Pilar para Hispanoamérica y mes del Rosario.
Ese día mencionó: "Yo soy la Madre de Dios y la Reina de la Paz".
Cabe destacar, por otra parte, que desde el principio, la aludió como la
verdadera razón de su visita, en favor de la paz, cuando mencionó el 26 de
junio de 1981 con lágrimas en sus ojos: "Paz, paz, paz, reconciliaos, la
paz debe reinar entre Dios y los hombres, y en los hombres entre sí. Para esto
se necesita tener fe, orar, ayunar y confesarse..., si me escucháis a mí os
salvaréis, de lo contrario, os autodestruiréis".
La fecha que la Madre de Dios eligió para la
conmemoración anual de su fiesta Reina de la Paz, fue: El 25 DE JUNIO.
En otros mensajes, a lo largo de todos estos años,
la "Gospa" ha enfatizado el propósito de su venida. Veamos algunos:
"¡Queridos hijos!: Hoy os invito al abandono
total en Dios. Todo lo que hacéis y todo lo que poseéis entregádselo a Dios,
para que Él pueda reinar en vuestra vida como Rey de todo. No tengáis miedo
porque yo estoy con vosotros, aún cuando creéis que no hay camino de salida y
que Satanás reina. Yo os traigo la paz. Yo soy vuestra madre y la Reina de la
Paz. Os bendigo con la bendición de la alegría para que Dios sea todo en
vosotros en la vida. Sólo así el Señor podrá guiaros a través de mí en la
profundidad de la vida espiritual. ¡Gracias por haber respondido a mi
llamada!" 25-7-88.
"¡Queridos hijos!: Os llamo a la paz. Vivid la
paz en vuestro corazón y en vuestro ambiente para que todos puedan conocer la
paz que no viene de vosotros, sino de Dios. Hijos míos, hoy es un gran día,
regocijaos conmigo. Celebrad el nacimiento de Jesús con mi paz, la paz con la
cual he venido como vuestra madre Reina de la Paz. Hoy os doy mi bendición
especial: llevadlo a cada criatura para que tengan paz. ¡Gracias por haber
respondido a mi llamada! Navidad 88.
"¡Queridos hijos!: Hoy os invito a la paz. He
venido aquí como Reina de la Paz y deseo enriqueceos de mi paz materna.
Queridos hijos, yo os amo y deseo guiaros a todos hacia la paz que sólo Dios os
puede dar y que enriquece cada corazón. Os invito a que os hagáis los
portadores y testigos de mi paz en este mundo sin paz. Que la paz reine en el
mundo que está sin paz y, sin embargo, la desea ardientemente. Os bendigo con
mi bendición materna. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 25-
7-90.
"¡Queridos hijos!: Hoy os invito, en modo
especial, a orar y a ofrecer sacrificios y buenas obras por la paz del mundo.
Satanás es fuerte y con todas sus fuerzas desea destruir la paz que viene de
Dios. Por lo tanto, queridos hijos, orad conmigo en modo especial por la paz.
Yo estoy con vosotros y deseo ayudaos con mis oraciones para conduciros por el
camino de la paz. Yo os bendigo con mi bendición materna. No olvidéis vivir los
mensajes de la paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 25-10-90.
"¡Queridos hijos!: Hoy os invito, en modo
especial, a orar por lo paz. Queridos hijos, sin la paz no podéis experimentar
el nacimiento del Niño Jesús: ni hoy ni en vuestra vida diaria. Por eso orad al
Señor de la Paz para que os proteja bajo su manto y os ayude a comprender la
grandeza y la importancia de la paz en vuestros corazones, de manera, que,
desde vuestros corazones, la podáis difundir al mundo entero. Yo estoy con
vosotros e intercedo por vosotros junto a Dios. Orad, porque Satanás quiere
destruir mis proyectos de paz. Reconciliaos los unos con los otros y ofreced
vuestra vida para que la paz reine en toda la tierra. (Gracias por haber
respondido a mi llamada!" Navidad 90.
"¡Queridos hijos!: Hoy como nunca antes os
invito a la oración. Que vuestra oración sea oración por la paz. Satanás es
fuerte y desea destruir, no sólo la vida humana sino la naturaleza y el planeta
en el que vivís. Por eso, queridos hijos, orad para que puedan ser protegidos,
por medio de la oración, con la bendición de la paz de Dios. Dios me ha enviado
en medio de vosotros para ayudaos. Si queréis, aferraos al rosario; ya sólo con
el rosario podéis hacer milagros en el mundo y en vuestra vida. Yo os bendigo y
permanezco con vosotros hasta que Dios lo desee. ¡Gracias porque vosotros no
traicionareis mi presencia aquí! ¡Gracias porque vuestra respuesta sirve al
bien y a la paz! ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 1-1-91. (Con
ocasión de las guerras del Golfo Pérsico y los Balcanes, y frente a los cambios
de la antigua Unión Soviética).
¿Cuándo y cómo hacer la Novena?
La Novena a María la Reina de la Paz comienza el 16
de junio y termina el 24, Solemnidad del Nacimiento de San Juan Bautista.
Recordamos que una Novena es siempre un tiempo de oración, penitencia y
conversión como preparación para una gran fiesta. Las Novenas en la Iglesia
Católica se popularizaron, encontrando eco en el tiempo de oración que vivió
María y los Apóstoles en el Cenáculo de Jerusalén, en la espera pentecostal del
Espíritu. Por tanto, cada Novena tiene como fin: introducir a los fieles con
María en el Cenáculo para actualizar la gracia de Pentecostés y, por ésta, la
renovación de la fe bautismal y crismal.
Concluido el período de oración, penitencia y
conversión, celebramos con gozo, cada 25 de junio, la gran fiesta de María
Reina de la Paz. Cabe señalar, además, que la Novena que a continuación
presentamos, puede rezarse cualquier mes del año, comenzando siempre el día 16
del mes hasta el 24. De esta manera podrá servir de intercesión por la paz y
podrá preparar al devoto de María para recibir el próximo mensaje que aún nos
trae el 25 de cada mes.
La Virgen espera que durante su Novena, los fieles
acudan a la Confesión y recen cada día el santo Rosario. Que además dediquen
algún tiempo a la Adoración a Jesús Sacramentado y, de ser posible, asistan a
Misa diariamente.
La oración inicial de la Novena, para todos los
días, según indicación de la Virgen, es la Oración al Espíritu Santo (véase
pág. 52) y la conclusiva: el MAGNIFICAT (pág. 53). Téngase en cuenta que ella
misma cada año reza esta oración durante la Novena en Medjugorje.
Mensaje de preparación a la Novena:
“¡Queridos hijos!: También hoy os
invito a la oración. Ahora, como nunca antes, cuando mi plan ha comenzado a
realizarse, Satanás es fuerte y quiere destruir mis proyectos de paz y de gozo,
y haceos pensar que mi Hijo no es poderoso en sus decisiones. Por lo tanto os invito,
queridos hijos, a orar, y a ayunar aún más intensamente. Os invito a alguna
renuncia en los próximos nueve días, para que, con la ayuda de vosotros, se
cumpla todo lo que quiero realizar según los secretos que comencé en Fátima. Os
invito, queridos hijos, a comprender la importancia de mi venida y la seriedad
de la situación. Quiero salvar todas las almas para presentarlas a Dios. Por lo
tanto, oremos, para que cuanto ya he comenzado se realice plenamente. ¡Gracias
por haber respondido a mi llamada!" 25-8-91.
PRIMER DIA (16) LA PAZ
Sabemos, por el Evangelio, cómo Jesús fue misionero
de paz. En su nacimiento los ángeles alabaron a Dios porque la paz había
llegado "a los hombres en quienes Dios se complace". Lc 2, 14.
Más adelante, cuando comenzó a predicar proclamó:
"Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos
de Dios". Mt 5,9. Y cuando envió a misionar a sus discípulos les dio
instrucciones precisas para invocar la paz en las familias: "En la casa en
que entréis, decid primero: "Paz a esta casa." Y si hubiere allí un
hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; sí no, se volverá a vosotros. Lc
10,5-6. También, en el contexto de la Ultima Cena, mientras se despedía de los
Apóstoles volvió sobre el tema de la paz: "Os dejo la paz, mi paz os doy;
no os las doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón, ni se
acobarde" Jn 14, 27. Días después, la tarde de la Resurrección, volvió a
insistir: "La paz sea con vosotros. Como el Padre me envió también yo os
envío. A quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados y a quienes se
les retengan les quedan retenidos". Jn 20,20-23. Vemos entonces, cómo la
paz era importante para Jesús y cómo delegaba su difusión a sus discípulos.
También nosotros hoy, somos responsables de la paz. La paz no depende de los
políticos ni de las negociaciones, sino de nuestra propia conversión a Dios. Es
el mensaje que la Virgen hoy nos presenta.
Cuando la Madre de Dios habló por primera vez sobre
la paz, sus lágrimas corrieron por sus mejillas, deslizándose por el vestido
hasta el suelo. Alguien ha llamado, con justa razón, a la Colina de las
Apariciones: la colina de las lágrimas de María. Aquel día mencionó que venía
"por la paz" y que "la paz debía reinar entre Dios y los hombres
y los hombres entre sí." ¿De qué paz hablaba la Virgen? De la paz que es
fruto de la redención. Fruto del misterio pascual de su Hijo. Por esa razón,
aquel día la Virgen apareció frente a una gran cruz negra; para hacernos
entender que la única paz posible para la humanidad es la que ya nos otorgó su
Hijo por medio de su pascua.
En los mensajes de la "Gospa" sobre la
paz, es claro, que para que la paz reine en el mundo, primero debe comenzar a
reinar en cada corazón y en las familias. Sólo de esta forma, el hombre podrá
interceder eficazmente por la paz. Ha dicho que "cuando se ora por la Paz
y el corazón no está en paz con Dios y con el prójimo, esa oración no vale
tanto." María es Reina de la Paz, porque nos la ofrece primero al corazón y
a nuestras familias. Con su paz, que es la paz de Jesús, podremos interceder
entonces por los demás.
"¡Queridos hijos!: Hoy os
invito a decidíos por la paz. Orad para que Dios os dé la verdadera paz. Vivid
la paz en vuestros corazones y comprenderéis, queridos hijos, que la paz es un
don de Dios.
Queridos hijos, sin amor no
podéis vivir la paz. El fruto de la paz es el amor y el fruto del amor el
perdón. Yo estoy con vosotros y os invito a todos, hijos míos, para que el
primer paso que déis, sea perdonar a los de vuestra propia familia. De esta
manera, tendréis la capacidad de perdonar a los demás. ¡Gracias por haber
respondido a mí llamada!" 25-1-96.
PRECES
En la Virgen María, Reina de la Paz, Dios Padre nos
muestra su amor. Por su intercesión, elevemos nuestras súplicas por nuestras
necesidades y las de todo el mundo.
. Por la Iglesia, extendida por todo el universo:
para que acoja en sí misma, como la Virgen María, la Palabra de salvación y
engendre la vida nueva a los que Dios ha llamado. Roguemos al Señor.
. Por la paz y la justicia en la comunidad humana:
para que sean derribados los proyectos de los soberbios, enaltecidos los
humildes y colmados de bienes los pobres. Roguemos al Señor.
. Por todos los creyentes en Cristo: para que María
los sostenga, como en la Iglesia naciente, y lleguen a formar un solo corazón.
Roguemos al Señor.
. Por los consagrados al servicio del Reino de
Dios: para que vivan su llamada con la misma generosidad con que María se
ofreció a su Señor. Roguemos al Señor.
. Por nosotros: para que creamos sin reservas en el
cumplimiento de la Palabra de Dios y progresemos en el camino de la fe.
Roguemos al Señor.
Oración
Dios omnipotente que has hecho grandes cosas en
Aquella que todas las generaciones llaman dichosa, renueva, por su intercesión,
en nosotros, las maravillas de tu Espíritu para que podamos bendecir tu Nombre
eternamente. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
SEGUNDO DIA (17)
LA FE
Cuando la Virgen habló por primera vez sobre la
paz, mencionó que para lograrla: "era necesario tener fe". Y la fe
también ocupa un puesto relevante en la predicación de Jesús. En cierta ocasión
el Señor dijo: "Tened fe en Dios, Yo os aseguro que quien diga a este
monte: “Quítate y arrójate al mar y no vacila en su corazón, sino que crea que
va a suceder lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: Todo cuanto pidáis en
la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis" Mc 11,22-24.
La fe es la virtud teologal por medio de la cual el hombre se adhiere
personalmente a Dios; y al mismo tiempo, e inseparablemente, el asentimiento
libre a toda la verdad que Dios ha revelado. Es un don sobrenatural de Dios y
un acto humano, consciente y libre, que corresponde a la dignidad de la persona
humana. De la fe, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica que,
"Abraham es el mejor modelo y la Virgen María su realización más
perfecta". CIC 144.
La Virgen con su presencia prolongada en Medjugorje
pretende despertar la fe de los creyentes, a fin de obtener la paz y la
conversión de los hombres. La Virgen ha dicho, que "para tener una fe
firme es necesario dedicar tiempo a la oración y al ayuno." Ha dicho
además, que "no se debe ahondar demasiado en los problemas y en las
preocupaciones, porque Dios tiene siempre su mirada en nosotros." El mundo
racionalista y materialista de hoy con sus propias capacidades y tecnologías,
parece haber descuidado la fe. La Virgen ha dicho que "el mayor pecado del
hombre de hoy consiste en la indiferencia a Dios".
Curiosamente, no ha dicho que es el aborto, la
drogadicción, el alcoholismo, o los divorcios... "sino la indiferencia a
Dios". Y era de esperarse, porque la indiferencia a Dios, es la raíz de
todos los males que afectan la humanidad. Pero hay que destacar, que el pecado
de la indiferencia a Dios no es sólo de los ateos, sino también de muchos
creyentes. De aquellos que no ven el sentido de acudir a Misa regularmente,
ayunar, leer la Biblia, Adorar a Jesús Sacramentado, comprometerse con la
Iglesia... También allí hay una marcada indiferencia a Dios, falta de fe. La
Virgen entonces, viene a renovar la vida cristiana. Invita a todos a darle a
Dios el primer lugar en sus vidas. De esta manera se comienza a trabajar por la
paz. Ella dice:
"¡Queridos hijos!: Escuchad:
yo deseo hablaos e invitaos a que tengáis más fe y más confianza en Dios que os
ama sin medida. Hijos míos, vosotros no sabéis vivir en la gracia de Dios, y
por eso os invito de nuevo a llevar la Palabra de Dios en vuestros corazones y
en vuestros pensamientos. Hijos míos, poned la Biblia en un puesto bien visible
en vuestra familia: leedla y vividla. Instruid a vuestros hijos, porque si
vosotros no sois ejemplo para ellos, se encaminarán hacia el ateísmo.
Reflexionad y orad. De esta manera nacerá Dios en vuestro corazón y vuestro
corazón estará lleno de alegría. ¡Gracias por haber respondido a mi
llamada!" 25-8-96.
PRECES
María Santísima es la imagen de lo que el hombre
puede llegar a ser cuando se abre a la Palabra de Dios. Por su intercesión,
invocamos a Dios nuestro Padre.
· Por el pueblo santo de Dios: para que, como
María, que cooperó de manera especial en la obra de la redención, sea también
testigo de la fe ante el mundo. Roguemos al Señor.
· Por nuestros pastores: para que, imitando a la
Virgen fiel, precedan y guíen al pueblo en la fidelidad a Cristo y lleven a los
pobres la Buena Noticia de la salvación. Roguemos al Señor.
. Por todos los que se entregan al servicio de los
pobres, de los enfermos y de las personas ancianas: para que, como María en su
visita a Isabel, sean imagen de la solicitud de Cristo por los hermanos.
Roguemos al Señor.
. Por los padres y madres de familia: para que, a
ejemplo de María, que vivió la experiencia de la vida privada de Jesús en
Nazaret, sepan vivir en la realidad cotidiana la luz y la fuerza de la fe.
Roguemos al Señor.
. Por nosotros y por nuestra asamblea: para que,
invocando a María como Reina de la Paz, recibamos de Ella la perseverancia
hasta el día luminoso del encuentro con su Hijo en el Templo de la gloria.
Roguemos al Señor.
Oración
Oh Dios, que has hecho de la Virgen María, Esposa
de tu Espíritu, la Colaboradora generosa del Redentor, concédenos también a
nosotros adherirnos a Cristo, tu Palabra viviente, para cooperar en la
salvación del mundo, Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
TERCER DÍA (18) LA CONVERSIÓN
La Virgen ha dicho que el mensaje más importante
que trae a la humanidad es la conversión. Todo lo demás se resume en esto. Y la
conversión era el centro de la predicación de Jesús: "El tiempo se ha
cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva"
Mc 1,15. María nos quiere introducir, entonces, en el Reino de su Hijo, y
quiere que éste llegue a todos por la conversión. Si el corazón del hombre no
cambia, no abandona el pecado y vuelve a Dios, difícilmente se podrá salvar.
Todos, para María, estamos igualmente urgidos a la conversión. Ha dicho:
"hay muchos creyentes que viven como verdaderos paganos; su nombre sólo
aparece en los archivos parroquiales y no viven de acuerdo al
cristianismo". Para convertirse "hay que empezar a orar y tener una
firme voluntad". Exhorta: "Convertíos antes de que sea demasiado
tarde, entregad vuestros corazones a Dios". "Vosotros no sabéis lo
que Dios enviará al mundo si no os convertís". "Este tiempo mientras
estoy con vosotros es el periodo de gracia y conversión."
Tengamos presente, que la conversión es un proceso
que abarca toda la vida y todas las dimensiones del ser humano. El hombre sólo
terminará de convertirse cuando Dios lo llame a su presencia. La vida cristiana
es toda conversión; conversión frente a las huestes del maligno, el mundo y la
carne. Quien salga victorioso de la batalla "heredará la corona que no se
marchita".
1 Cor 9,25. María está con nosotros para ayudarnos
a cambiar de vida. Si desaprovechamos esta extraordinaria gracia, podríamos
salir perjudicados. Ella quiere que su Hijo triunfe en medio de las tinieblas y
de tantos desaciertos de la humanidad. Los tiempos presentes urgen una
verdadera renovación de la fe que comienza con la conversión del corazón.
¿Qué pasos se deben dar para vivir continuamente la
conversión? Primero: el reconocimiento del pecado. Quien no reconoce el pecado
no podrá convenirse. Muchos piensan que están bien con Dios, y sin embargo,
viven en pecado. En realidad, la conversión es una gracia: reconocer y pedir
perdón por las faltas que a diario se cometen. El segundo: el arrepentimiento
con el dolor por haber ofendido a Dios y al prójimo. El tercero: la
reconciliación con Dios, particularmente por medio del sacramento de la
Confesión. El cuarto: la satisfacción. Muchos pecados causan daño al prójimo, y
es preciso, hacer lo posible para repararlos; pero además, el pecado hiere y
debilita al pecador mismo, así como sus relaciones con Dios y con el prójimo.
Enseña el Catecismo de la Iglesia Católica que: "la absolución quita el
pecado, pero no remedia todos los desórdenes que el pecado causó. Liberado del
pecado, el pecador debe todavía recobrar la plena salud espiritual. Por tanto,
debe hacer algo más para reparar sus pecados: debe "satisfacer" de
manera apropiada o "expiar sus pecados". CIC 1459.
Recordemos las palabras de la Madre:
"¡Queridos hijos!: Hoy os
invito a la conversión: Este es el mensaje más importante que yo os doy aquí.
Hijos míos, deseo que cada uno de vosotros sea portador de mis mensajes. Os
invito, hijos míos, a vivir los mensajes que os he dado durante todos estos
años. Este tiempo es tiempo de gracia, especialmente ahora que la Iglesia os
invita a la oración y a la conversión. También yo os invito, hijos míos, a
vivir los mensajes que os he dado en todas las ocasiones en las que aparezco
aquí. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 25-2-96.
PRECES
Oremos al Señor, que en María ha empezado el buen
trabajo de la santificación de los hombres, y pidámosle que lo haga progresar
hasta el día de la manifestación de su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor:
. Para que el Señor, que quiso prefigurar y
culminar en María la plenitud de la gracia, conceda a todos los miembros de la
Iglesia ser reflejo de la hermosura inmaculada de la Madre de Jesucristo.
Roguemos al Señor.
. Para que el Espíritu Santo, que engendró en las
entrañas de María al Verbo eterno del Padre, impregne al mundo con su fuerza y
haga nacer en todos los hombres un vivo deseo de la venida del Reino de Dios.
Roguemos al Señor.
. Para que quienes se han alejado del camino del
bien, con la intercesión de María, refugio de pecadores, se conviertan de sus
malos pasos y obtengan el perdón de sus culpas. Roguemos al Señor.
. Para que todos nosotros, fija nuestra mirada en
María, nos preparemos como Elia a recibir a Jesucristo y nos dispongamos a dar
testimonio de fe y de amor. Roguemos al Señor.
Oración
Señor Dios nuestro, que has hecho resplandecer la
aurora de la salvación en la Concepción Inmaculada de Santa María Virgen,
escucha nuestra oración y haz fecunda la acción santificadora de la Iglesia,
para que todos los hombres, una vez alcanzado el perdón de sus pecados, sean
regenerados en tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
CUARTO DIA (19) LA ORACIÓN
Si la conversión es el mensaje más importante, la
oración es el más persistente de María. Prácticamente, en todos sus mensajes,
llama a la oración. Cuando comenzaron las apariciones, recomendó: "Rezad
todos los días el Credo, siete Padrenuestros, Avemarías y Glorias en honor de
las cinco llagas de Jesús, por las intenciones del Papa y para pedir el
Espíritu Santo". Después pidió rezar diariamente una parte del Rosario; y
con motivo de la Vigilia de su Asunción a los Cielos, el 14 de agosto de 1984,
las tres partes todos los días. Más adelante, invitó a las familias a orar una
media hora antes de iniciar las labores y media hora, como acción de gracias al
finalizar el trabajo del día. También recomendó la Adoración a Jesús
Sacramentado, el Vía Crucis y la Veneración a la Cruz. Para pedir después, que
durante la jornada cotidiana, se llenarán hasta los espacios más pequeños con
jaculatorias. Después en el año 2000 pidió formar grupos de oración, y dijo:
"¡Queridos hijos: que la oración sea la vida!" La oración, por
consiguiente, es la vida del cristiano. A través de sus mensajes la Virgen
desarrolla una auténtica pedagogía de la oración cristiana. No con formas o
expresiones novedosas, sino adaptándose a las ya conocidas y avaladas por el
Magisterio de la Iglesia.
La oración no debe ser jamás una actividad paralela
a las demás, sino la vida misma del creyente. La Virgen ha superado la antigua
oposición y dialéctica entre contemplación y acción. Nos hace descubrir con sus
mensajes que el hombre está llamado a hacerse oración y la oración hombre. Ella
espera que los fieles en el tiempo presente y con sus agitados ritmos de vida,
retomen la vida de oración continua. A la pregunta del por qué pide tantas
oraciones, responde: "Mirad a vuestro alrededor y daos cuenta cuán grande
es el pecado que domina en el mundo. Por tanto, orad para que triunfe
Jesús" 13-9-84.
Otro aspecto de la vida de oración que la Virgen
desea suscitar en sus hijos, es que ésta se debe desarrollar "con el
corazón." Se trata, sobre todo, de asociar siempre, -evitando las
distracciones- la mente y los sentidos a la oración interior del amor; en
serenidad, paz y afecto. La oración con el corazón es uno de los aspectos
relevantes de la espiritualidad de Medjugorje: "oración necesaria para los
tiempos que se viven -dice María- y para adquirir la auténtica conversión."
En uno de sus mensajes dijo:
"¡Queridos hijos!: También
hoy os invito o todos a la oración. Sabed, queridos hijitos, que Dios concede
gracias especiales en la oración; por lo tanto, buscad y orad, para que podáis
comprender todo lo que os ofrezco aquí. Yo os invito, queridos hijos, a la
oración con el corazón; sabed que sin la oración no podéis comprender todo lo
que Dios programa a través de vosotros. Por lo tanto, orad. Deseo que a través
de cada uno se realicen los designios de Dios. Que pueda crecer y madurar
cuanto Dios os ha otorgado en el corazón. Por lo tanto, orad para que la
bendición de Dios os pueda proteger de todo el mal que os amenaza. Yo os
bendigo, queridos hijos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"
25-4-87.
PRECES
Unidos a María, figura e imagen de la Iglesia que
un día será glorificada, presentemos nuestras oraciones a Dios Padre en favor
de todos los hombres.
· Por la Iglesia, pueblo de los creyentes: para que
en todos sus miembros sea llamada dichosa por haber creído que la Palabra de
Dios se cumplirá. Roguemos al Señor.
· Por todos los que lo han dejado todo para seguir
a Cristo: para que sepan, como María, escoger la mejor parte y entregarse
totalmente a lo único necesario. Roguemos al Señor.
· Por los jóvenes y los adolescentes: para que
aspiren siempre a realizar en su vida ideales de pureza y caridad, imitando a
la siempre Virgen María. Roguemos al Señor.
· Por los que han perdido a los que aman: para que
encuentren en María el afecto y la protección de una madre que recibió esta
misión de su Hijo en la cruz. Roguemos al Señor.
· Por los matrimonios y las familias cristianas:
para que sean escuelas de amor y de aprecio a la vida frente a quienes quieren
la muerte de los inocentes que todavía no han nacido. Roguemos al Señor.
· Por todos nosotros: para que sepamos conservar
todo lo referente a Cristo y al Reino de Dios, meditándolo en nuestro corazón
por medio de la oración. Roguemos al Señor.
Oración
Padre de bondad, que estos deseos que te
presentamos encuentren eco en tu amor generoso, y que nos ayude la intercesión
poderosa de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.
QUINTO DÍA (20) EL AYUNO
Desde el tercer día de las apariciones la
"Gospa" mencionó que era necesario ayunar para obtener la paz. Cuando
le preguntaron, "¿cómo debía hacerse?" respondió: "El mejor
ayuno es el ayuno a pan y agua". Y en la vigilia de su Asunción el 14 de
agosto de 1984, pidió que se hiciera dos veces por semana; los miércoles y los
viernes. No para que de los dos días se eligiera uno, sino para que de los
siete días de la semana se eligieran siempre los miércoles y los viernes para
ayunar. ¿Por qué los miércoles y los viernes?
La respuesta es simple: Porque originalmente eran
los días de ayuno de la Iglesia. Los primeros cristianos sustituyeron los días
habituales de ayuno de los judíos (lunes y jueves) por el de los miércoles y
los viernes. Así consta en la "Doctrina de los Doce Apóstoles". Una
especie de catecismo de los Padres Apostólicos redactado en Siria a finales del
siglo II. El primer día de ayuno se hacía por la conversión de los pecadores
porque ese día la iglesia recordaba la traición de Judas.
El segundo, en unión al sacrificio de Cristo en la
cruz. Es un error pensar que dos días de ayuno a la semana es demasiado, o
bien, pueden afectar la salud corporal. De ser así, habría que concluir que:
"la Virgen viene a enfermarnos". Y en realidad es lo contrario. Hoy
es sabido que muchas enfermedades aparecen por desórdenes alimenticios. Cuando
una persona visita un naturista, por lo general, le recomienda ayunar y nadie
le rebate. Cuando muchos suben de peso y tienen problemas de salud comienzan a
practicar ejercicios. La Virgen, sin embargo, nos invita a ayunar dos veces por
semana a pan y agua, y muchos piensan que se ha equivocado. O bien, que no es
necesario para su vida espiritual.
La Virgen ha dicho que: "Con el ayuno y las oraciones se pueden detener las guerras y
hasta suspender las leyes de la naturaleza. La caridad no puede sustituir el
ayuno. Aquellos que no pueden ayunar pueden ofrecer la oración, la caridad y
una Confesión. Todos, sin embargo, excepto los enfermos, deben ayunar."
21-7-81. "El ayuno que muchos hacen comiendo pescado, en lugar de carne,
no es ayuno, sino abstinencia. El verdadero ayuno consiste en renunciar a todos
los pecados. Pero es necesario al renunciarlos, hacer participar también al
cuerpo." 12-81. "El ayuno ha sido olvidado en el último cuarto de
siglo en el seno de la Iglesia Católica" 5 -84.
Es preciso recordar, que cuando la Virgen pide
ayunar, no está pidiendo pasar hambre, sino sustituir las tres comidas
habituales por sólo pan y agua. Los entendidos aseguran, que si durante el día
se come suficiente pan y se bebe suficiente agua, se pueden obtener hasta 1200
calorías necesarias para desempeñar las labores cotidianas. No es recomendable,
por otro lado, acompañar el ayuno con otras bebidas (por ejemplo café, te,
gaseosas) porque pueden afectar el estómago. Cabe destacar, además, que la
jornada de ayuno que la Virgen recomienda, concluye con la primera comida del
día siguiente. En el idioma español, la raíz etimológica de "desayuno"
significa, precisamente, terminar el ayuno (des- ayuno); comer después del
ayuno.
El ayuno del cuerpo libera al hombre de las
pasiones, de los miedos, de las inseguridades, etc., para proveer al espíritu
de alegría, paz y amor. La Madre de Dios recuerda, además, que, "para
poder orar con el corazón es necesario ayunar". Quien ayuna con frecuencia
tendrá menos problemas con las distracciones en la oración y estará más abierto
a la voluntad de Dios.
El ayuno por consiguiente, es uno de los
principales mensajes de la "Gospa", y quizás el más práctico por
haberse descuidado en la Iglesia. De sus mensajes leemos:
"¡Queridos hijos!: También
hoy os invito a orar y ayunar por la paz. Como ya os he dicho, os repito
también ahora: "Hijos míos, sólo con la oración y el ayuno también las
guerras pueden ser detenidas".
La paz es un don precioso de
Dios. Buscad, orad y la recibiréis. Hablad de la paz y llevad la paz en
vuestros corazones. Cuidadla como una flor que necesita agua, ternura y luz.
Sed vosotros quienes llevéis la paz a los demás. Yo estoy con vosotros e
intercedo por todos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 25-2
-03.
PRECES
Unidos todos fraternalmente, como hijos de un mismo
Padre, Dios, y de una misma Madre, María, elevemos nuestras súplicas para que
sean escuchadas por intercesión de la que es Madre de Dios y Madre nuestra:
· Por la santa Iglesia de Dios: para que, en su
compromiso de anunciar el Evangelio, anuncie también que María es Madre de
Dios. Roguemos al Señor.
· Por todos los hijos de la Iglesia: para que todos
nos sintamos hijos de María y recurramos a Ella en todas las situaciones de
nuestra vida como Madre tierna y cariñosa. Roguemos al Señor.
· Por todos los que sufren desamparo en sus cuerpos
o en sus almas: para que sientan el consuelo y la protección de María. Roguemos
al Señor.
· Por todos los que nos encontramos aquí reunidos:
para que sintamos con dicha y entusiasmo la maternidad de María sobre nosotros.
Roguemos al Señor.
Oración
Te pedimos, Señor, que escuches la oración de tu
pueblo, a quien has entregado a tu Hijo Jesús a través de María, Madre de
Cristo y Madre nuestra. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
SEXTO DÍA (21) LA BIBLIA
La Virgen propone a las familias que tengan en su
hogar, un espacio reservado a la oración, denominado, en la tradición
cristiana: “altar familiar.” En el centro del mismo, un Crucifijo y delante de
él, la Biblia abierta, a fin de estimular a todos a la lectura y la meditación.
También puede incluir la imagen de la Virgen, agua bendita y el Santo Rosario.
El altar familiar es un lugar privilegiado para el
encuentro de oración diario o semanal. En él se reza el Rosario y se medita la
Sagrada Escritura de acuerdo al calendario litúrgico. La Virgen hablando de la
importancia de la meditación diaria de la Palabra de Dios dijo:
"¡Queridos hijos!: Os revelo
un secreto espiritual: si queréis estar más fuertes contra el mal, haceos una
conciencia activa. Para esto, orad mucho por la mañana y leed un texto del
Evangelio. Grabad la Palabra divina en vuestro corazón y vividla durante la
jornada, sobre todo en las pruebas, y en la noche estaréis más fuertes".
3-8-84.
La Madre de Dios espera también, que los padres
enseñen a sus hijos a leer y meditar la Biblia. Que oren con ellos y les den
buenos consejos. Advierte, además, que "la televisión es un peligro moral
para las familias": Por culpa de la televisión, muchos ya no saben orar.
Sería muy bueno renunciar a la televisión, porque después de haber visto los
programas están distraídos y no logran entrar en oración. Podéis renunciar al
alcohol, al cigarrillo y a otros placeres. Cada uno de vosotros sabe a qué
puede renunciar. 8-12-81
Cuando le abrimos el corazón a María es fácil
renunciar a los placeres y encontrar el tiempo para orar en familia. También el
Papa ha dicho: "La familia que reza unida, permanece unida”. El Santo
Rosario, por antigua tradición, es una oración que se presta particularmente
para reunir a la familia. Contemplando a Jesús, cada uno de sus miembros
recupera también la capacidad de volverse a mirar a los ojos, para comunicar,
solidarizarse, perdonarse recíprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de
amor renovado por el Espíritu de Dios. Muchos problemas de las familias
contemporáneas, especialmente en las sociedades económicamente más
desarrolladas, derivan de una creciente dificultad para comunicarse. No se
consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunión quedan absorbidos
por las imágenes de un televisor. Volver a rezar el Rosario en familia
significa introducir en la vida cotidiana otras imágenes muy distintas, las del
misterio que salva: la imagen del Redentor, la imagen de su Madre
santísima". RVM 41
La Biblia y el Rosario, pues, son medios apropiados
para que la familia cristiana recupere su vocación al amor y esté más abierta a
la voluntad de Dios. Ya Jesús había indicado: "Todo el que oiga estas
palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó
su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los
vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó porque estaba
cimentada sobre roca." Mt 7,24-26. La Virgen en Medjugorje recuerda que la
Palabra de Dios y la oración son "roca" del hogar. En un mensaje
dijo:
"¡Queridos hijos!: Escuchad:
Yo deseo hablaos e invitaos a tener más fe y confianza en Dios que os ama sin
medida. Hijos míos, vosotros no sabéis vivir en la gracia de Dios. Por eso,
nuevamente os llamo a todos a llevar la Palabra de Dios en el corazón y en
vuestros pensamientos. Hijos míos: Poned la Biblia en un lugar visible en
vuestras familias; leedla y vividla. Instruid a vuestros hijos, porque si
vosotros no sois ejemplo para ellos se encaminarán por el ateísmo.
Reflexionad y orad; entonces Dios
nacerá en vuestros corazones y vuestros corazones estarán alegres. ¡Gracias por
haber respondido a mi llamada!" 25-8-96.
PRECES
Dios ha querido que la Madre de su Hijo fuese
Santísima, llena de gracia y de bendición. Oremos para que haga partícipe a la
Iglesia y a la humanidad de esta misma riqueza.
. Por la Iglesia peregrina en el mundo: para que
medite, como María, la Palabra de Dios y conforme su vida al mensaje que
anuncia. Roguemos al Señor.
. Por los discípulos del Señor: para que aprendan a
valorar la pobreza y la riqueza con la sabiduría del "Magníficat".
Roguemos al Señor.
. Por los cristianos que viven en la incertidumbre
para que, a ejemplo de la Virgen María, se fíen totalmente del Señor. Roguemos
al Señor.
. Por los que de manera particular están viviendo
el misterio del dolor: para que, en comunión con la Virgen María, saquen
consuelo y esperanza de las fuentes del Salvador. Roguemos al Señor.
. Por nosotros: para que, como María, la mujer
fuerte, seamos adultos en la fe y cooperemos al misterio de la redención.
Roguemos al Señor.
Oración Dios de la salvación, que en María has
escuchado las expectativas y súplicas de la humanidad; haz que esta generación
nuestra, libre de toda forma de orgullo y violencia, construya con la fuerza de
tu Espíritu la nueva civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
SÉPTIMO DÍA (22) LA CONFESIÓN
La Confesión es otro de los mensajes principales de
La Virgen. Ella ha dicho que los fieles deben acudir a la Santa Confesión cada mes,
y siempre que se tenga conciencia de haber pecado gravemente. También ha dicho:
"No os confeséis por rutina para
continuar siendo los mismos. No, así no está bien. La Confesión debe daos un
nuevo impulso a vuestra vida de fe. Debe estimulaos y acercaos a Jesús. Si para
vosotros la Confesión no significa nada, en verdad, difícilmente os
convertiréis." 7-11-83 "La Confesión mensual será remedio eficaz para
la Iglesia de Occidente. Porciones enteras de la Iglesia podrán sanarse si los
fieles se confiesan una vez al mes" 12-83 "Cuando acudáis a
confesaos, no os preparéis cinco minutos antes, sino durante toda la jornada;
aprovechad el momento de la Confesión para pedir del sacerdote un consejo
práctico para vuestra vida espiritual."
El 2 de agosto de 1981, los videntes narran la
siguiente anécdota que nos hará reconocer cuán grave es el pecado ante Dios y
la necesidad que todos tenemos de confesarnos frecuentemente:
La Virgen se le apareció a la vidente María
Pavlovic en su habitación y le dijo: "Id todos juntos a la llanura de
Gumno, pues, se está llevando a cabo una gran batalla, una batalla entre mi
Hijo y Satanás; la puesta en juego son las almas." Ese día, siguieron a
los videntes unas cuarenta personas a la llanura indicada, unos 200 metros de
la casa de Vicka. Antes de que la Virgen apareciera, algunos fieles dijeron a
los videntes: "ya que no podemos verla, preguntadle si la podemos tocar.”
Cuando la Virgen apareció le remitieron la inquietud y contestó":
"Siempre hay incrédulos. Decidles que me pueden tocar." Entonces, los
muchachos alargaron la mano de cada uno de ellos, hacia el sitio donde veían
suspendida la aparición. Cuando ésta terminó la mayoría afirmó: "haber
sentido algo extraño al tocar los vestidos de la Virgen". Unos, una especie
de corriente, otros, un calor o algo parecido a una tela de vestir.
Los videntes se retiraron mientras María Pavlovic
permanecía llorando sentada en una piedra. Cuando le preguntaron: "¿por
qué llora?" Respondió: “Porque vosotros habéis manchado el vestido de la
Virgen. Mientras poníais las manos sobre sus vestidos, vimos aparecer unas
manchas negras. Le preguntamos "¿por qué aparecen esas manchas?" y
nos dijo: "Porque me habéis tocado en pecado. Decidles que se
confiesen."
Entonces, todos se fueron a confesar. Algunos
levaban muchos años sin hacerlo. Para la Virgen, era obvio, más importante que
tocarla a Ella era la Confesión. La batalla en curso que se libraba era que el
demonio hacía ver a muchos que no era necesario confesarse. Sin embargo, Cristo
venció valiéndose de la curiosidad humana a través de María.
Recordemos que la Confesión es el sacramento más
importante después del Bautismo, el único que anticipa, en cierta manera, el
juicio a que será sometido el fiel al fin de su vida terrena. Menciona el
Catecismo de la Iglesia Católica: "Porque es ahora, en esta vida, cuando
nos es ofrecida la elección entre la vida y la muerte, y sólo por el camino de
la conversión podemos entrar en el Reino del que el pecado grave nos
aparta" CIC 1470.
La Virgen dice: "¡Queridos
hijos!: Os invito a abrir la puerta de vuestro corazón a Jesús, como una flor
se abre al sol. Jesús desea colmar vuestros corazones de paz y de alegría. No
podréis, hijos míos, realizar la paz si no estáis en paz con Jesús. Por eso, os
invito a la Confesión, para que Jesús sea vuestra verdad y vuestra paz. Por lo
tanto, hijos míos, orad para tener la fuerza de realizar lo que os digo. Yo
estoy con vosotros y os amo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"
25-1-95
PRECES
Oremos, hermanos, al Señor, que ha querido ensalzar
a la Virgen María por encima de los coros de los ángeles y de los santos, y
pidámosle que escuche nuestra oración:
. Para que los hijos de la Iglesia, unidos a la
gloriosa y santa María, Madre de Dios, proclamen la grandeza del Señor y se
alegren en Dios, su salvador. Roguemos al Señor.
. Para que la misericordia del Señor llegue a sus
fieles de generación en generación, y todos los pueblos feliciten a Aquella en
la cual Dios ha hecho obras grandes. Roguemos al Señor.
. Para que el Señor, con las proezas de su brazo,
enaltezca a los humildes, colme de bienes a los pobres y auxilie a Israel, como
lo había prometido a los antiguos padres. Roguemos al Señor.
. Para que Cristo, el rey que ha coronado a María
Reina de la Paz, cuando entregue la creación al Padre, nos conceda, como a
María, la posesión del reino preparado desde la creación del mundo. Roguemos al
Señor.
Oración
Dios nuestro, que constituiste a la Madre de tu
Hijo Madre y Reina nuestra; escucha nuestra oración y haz que, ayudados por la
intercesión de María, participemos un día de la felicidad eterna. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
OCTAVO DÍA (23) LA EUCARISTÍA
La Eucaristía siempre ha sido el centro de la
espiritualidad en Medjugorje. La Virgen desde el inicio introdujo a los
videntes y a la parroquia en una profunda espiritualidad eucarística. Hasta el
punto, que su aparición diaria ocurre, precisamente, veinte minutos antes de la
gran concelebración eucarística; con todos los sacerdotes y peregrinos que
llegan al Santuario. De esta manera, la aparición de la "Gospa" viene
a ser una preparación para un encuentro más significativo de los fieles: el de
la presencia de Jesús en el Altar. En Medjugorje todos entienden que la
Eucaristía es lo primero.
La misma Virgen recomienda que "es mejor para los fieles permanecer en la iglesia preparándose
para la Eucaristía, que estar con los videntes en el momento de la
aparición". Y a ellos les ha enseñado que "comulgar vale más que ser vidente". También les ha dicho
que: "Si tienen que escoger entre ir
a Misa y encontrarse conmigo en la aparición prefieran la Eucaristía porque en
ella está presente mi Hijo y en la aparición estoy yo".
La Madre de Dios también se lamenta porque muchos
católicos no entienden lo que es la Eucaristía. Un día apareció llorando, y al
preguntarle: "por qué lo hacía" respondió: "Porque muchos no saben el valor que tiene la Eucaristía".
Fue entonces cuando pidió que antes de participar en Misa los fieles se
prepararan, al menos, con 15 minutos de oración y al finalizar hicieran otro
tanto "para agradecer a Dios por los múltiples beneficios recibidos".
Por tal razón en Medjugorje, antes de iniciar cada
día la Misa vespertina, se rezan 10 misterios del Rosario y al concluir el
Credo, siete Padrenuestros, siete Avemarías y siete Glorias; para dar paso
después a la tercera parte del Rosario. La Virgen ha mencionado, además, que "el momento más solemne de la
Eucaristía y donde más gracias se pueden recibir, es durante la
Consagración".
Y en relación al culto de la Eucaristía fuera de
Misa la "Gospa" recomienda: "Que se Adore sin interrupción el
Santísimo Sacramento del Altar. Yo estoy siempre presente cuando los fieles
están en Adoración. En ese momento se obtienen gracias particulares".
Es incomprensible, pues, el mensaje de Medjugorje sin la referencia explícita a
la Eucaristía. La Virgen pide a los fieles "de
ser posible asistir a Misa todos los días". Y ha dicho "que la
Eucaristía es la mejor y más completa de todas las oraciones".
El 25 de abril de 1988 dio el siguiente mensaje que
nos enseñará a valorar el gran tesoro que tenemos los católicos en nuestras
iglesias:
"¡Queridos hijos!: Dios
desea haceros santos y por eso a través de mí os invita al abandono total. ¡Que
la Santa Misa sea para vosotros la vida! Trabajad para comprender que la
iglesia es la casa de Dios; el lugar donde yo os reúno y deseo mostraos el
camino que os conduce a Dios. ¡Venid y orad! No estéis fijándoos en los demás y
no los critiquéis. Que vuestra vida sea, por el contrario, un testimonio en el
camino de la santidad. Las iglesias son dignas de respeto y consagradas, porque
Dios que se hizo hombre permanece en ellas día y noche. Por lo tanto, hijos
míos, creed y orad, para que el Padre os acreciente la fe, y luego, pedid lo
más conveniente. Yo estoy con vosotros y me alegro por vuestra conversión.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 25-4-88.
PRECES
Celebrando la memoria de la que es bienaventurada
por todas las generaciones, presentemos nuestras voces suplicantes al Padre,
que la llenó de gracia.
. Por la Iglesia: para que, a ejemplo de María,
acoja con fe la Palabra de Dios, la proclame con fuerza y la distribuya a todos
los fieles como pan de vida. Roguemos al Señor.
. Por todas las almas consagradas: para que, a
ejemplo de María, presenten cada día a Dios Padre las necesidades de todos los
hombres e intercedan por la salvación del mundo. Roguemos al Señor.
. Por los hombres de buena voluntad: para que la
honestidad y la bondad de sus vidas sean semilla de esperanza en Cristo
salvador. Roguemos al Señor.
. Por los enfermos y por todos los que sufren: para
que, unidos a Cristo y a María, ofrezcan sus dolores por la reconciliación de
todos los hombres. Roguemos al Señor.
. Por nuestra comunidad, reunida para celebrar el
culto divino: para que aprenda de María a amar la Eucaristía y hacer de la
propia vida una ofrenda agradable a Dios y del culto un compromiso de vida.
Roguemos al Señor.
Oración
Dios todopoderoso y eterno, que acogiste complacido
la disponibilidad de la Virgen María para ser Madre de tu Hijo, ayúdanos a ser
como Ella, creyente y modelo del culto divino, en todos los momentos de nuestra
vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
NOVENO DÍA (24) MARÍA REINA DE
LOS PROFETAS
El día que la Virgen escogió para aparecer en
Medjugorje por primera vez, fue el día de la Solemnidad del Nacimiento de San
Juan Bautista, el más grande de los profetas. Tal día conmemoramos el
alumbramiento de santa Isabel, pariente cercana de la Madre de Dios. Y María,
como la tradición indica, asistió a la venida al mundo del Precursor (Cf. Lc
1,56). Entonces, la Solemnidad del nacimiento de Juan el Bautista tiene,
además, una clara dimensión mariana. María es la Reina de los Profetas y Ella
nos invita ahora a construir la paz en el día del nacimiento del más grande de
los profetas; a quien Ella asistió en su nacimiento.
La paz que la Virgen espera que construyamos, no
tiene nada que ver con negociaciones políticas sino con la conversión, la
oración y el ayuno. La Reina de los Profetas, como Precursora, hoy nos muestra
el camino seguro para la reconciliación, la armonía y la paz entre los hombres.
La Virgen recuerda, que ha venido, "a
invitarnos a alguna renuncia para que, con nuestra ayuda se cumpla todo lo que
quiere realizar según los secretos que comenzó en Fátima." (Cf. 25-8-9 1).
Por tanto, las apariciones actuales de Medjugorje: son la continuidad y la
conclusión de las de Fátima. Afirma, además, que "son las últimas
apariciones suyas para la humanidad". Quizá por ello, son tan largas y
continuas.
Como en Fátima, el mensaje de María en Medjugorje,
construye la paz del mundo. La Virgen ha prometido: "que cuando se
realicen los 10 secretos que les ha confiado a los videntes, la vida del mundo
cambiará y la humanidad volverá a Dios". "Muchos - sostiene- se
tirarán hasta de los cabellos y maldecirán los días que vivieron sin
Dios". Sin embargo, cabe destacar, que, su presencia prolongada intenta
anticipar en cierta manera, el Triunfo final de su Corazón Inmaculado. Por tal
razón, continúa invitándonos a la conversión, a fin de conquistar para Dios
cuántos más corazones sea posible.
El mensaje, más relevante, por tanto, no es otro
que: la presencia prolongada de Nuestra Señora. Si acogemos de corazón su invitación,
podremos esperar para el futuro "un jardín". De lo contrario, como
advertiría Juan Pablo II, en el acto de Consagración a María del Nuevo Milenio,
en el año del Gran Jubileo: "la humanidad podrá perecer en un cúmulo de
escombros." Por eso, a María, aurora de la Salvación, confiemos nuestro
camino en el nuevo milenio, para que bajo su guía todos los hombres descubran a
Cristo, Luz del mundo y único Salvador, que reina con el Padre y el Espíritu
Santo por los siglos de los siglos".
Ella nos dice: "¡Queridos
hijos!: Hoy os invito a que os hagáis misioneros de los mensajes que os doy
aquí, a través de este lugar tan querido por mí. Dios me ha permitido
permanecer de esta manera durante tanto tiempo con vosotros. Y por eso hijos
míos, os invito a vivir con amor los mensajes que os doy y a transmitirlos en
todo el mundo; para que así un río de amor fluya entre la gente llena de odio y
sin paz. Os invito, hijos míos, a que sean paz donde no hay paz, y luz donde
hay tinieblas; de manera que cada corazón acepte la luz y el camino de la
salvación. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 25-2-95.
PRECES
Oremos, hermanos, al que hizo obras grandes en
María, y pidámosle que haga también proezas con su brazo realizando nuestras
peticiones:
. Para que el Señor que quiso que la perfección de
la Iglesia se prefigurara y culminara en la Madre de su Hijo, conceda a todos
los fieles ser reflejo de la santidad que brilla en María. Roguemos al Señor.
. Para que el Todopoderoso, que en su reino ha
colmado a María de felicidad, ponga sus ojos en la familia humana y le conceda
la esperanza de aquella vida eternamente feliz por la que, aun sin saberlo,
suspiran todos los hombres. Roguemos al Señor.
. Para que el Padre del cielo, que dispuso que en
la realeza de María se anunciara en la Iglesia un signo seguro de la felicidad
de los bienaventurados, se compadezca de quienes lloran y miran este mundo
únicamente como un valle de lágrimas. Roguemos al Señor.
. Para que el Rey de la gloria, que hizo de María
la Virgen fidelísima, otorgue a los que hoy recordamos a la Madre de su Hijo
ser plenamente fieles a la vocación a la que hemos sido llamados. Roguemos al
Señor.
Oración
Por la gloria de tu nombre y por la intercesión de
Santa María Reina de todos los Santos, compadécete, Señor, de nosotros y
concédenos lo que te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
ORACIONES PARA TODOS LOS DIAS (Al
inicio)
Invocación al Espíritu Santo
Ven,
Espíritu Santo,
y envía desde el cielo un
rayo de tu luz.
y envía desde el cielo un
rayo de tu luz.
Ven,
Padre de los pobres,
ven, dador de los dones,
ven, luz de los corazones.
ven, dador de los dones,
ven, luz de los corazones.
Consolador
magnífico,
dulce huésped del alma,
suave alivio.
dulce huésped del alma,
suave alivio.
Descanso
en la fatiga,
brisa en el ardiente estío,
consuelo en el llanto.
brisa en el ardiente estío,
consuelo en el llanto.
¡Oh, luz
santísima,
llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles!
llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles!
Sin tu ayuda
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.
Lava lo
que está sucio,
riega lo que está seco,
sana lo que está enfermo.
riega lo que está seco,
sana lo que está enfermo.
Doblega
lo que está rígido,
calienta lo que está frío,
endereza lo que está desviado.
calienta lo que está frío,
endereza lo que está desviado.
Concede a
tus fieles
que en Ti confían,
Tus sagrados dones.
que en Ti confían,
Tus sagrados dones.
Dales el
premio de la virtud,
dales el puerto de la salvación,
dales la felicidad eterna.
Amén. Aleluya, Aleluya.
dales el puerto de la salvación,
dales la felicidad eterna.
Amén. Aleluya, Aleluya.
V. Envía
Tu Espíritu Señor
y será una nueva creación.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
y será una nueva creación.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos
Oh Dios, que has instruido los corazones de tus
fieles con la luz de tu Espíritu Santo, concédenos por este mismo Espíritu,
gozar siempre de su consuelo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén
(Al final)
El Magníficat
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra
mi espíritu en Dios mi salvador porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí, su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación. El hace proezas con su brazo, dispersa a los
soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los
humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide
vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como lo
había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por
siempre. Lc 1:46-55.
(Gloria al Padre)
Consagración al Corazón Inmaculado de María
Oh, Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad,
muéstranos tu amor. Que la llama de tu Corazón, María, descienda sobre todos
los hombres. Nosotros te amamos inmensamente. Imprime en nuestro corazón el
verdadero amor, así tendremos un deseo continuo por Ti. Oh María, dulce y
humilde de Corazón, acuérdate de nosotros cuando caemos en pecado, Tú sabes que
todos los hombres pecan. Concédenos por medio de tu Corazón Inmaculado, ser
curados de toda enfermedad espiritual. Haz que siempre podamos contemplar la
bondad de tu Corazón maternal y por medio de la llama de tu Corazón haz que nos
convirtamos. Amén.
Instrumento de Paz
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: Donde
haya odio, lleve yo tu amor, donde haya ofensa, lleve yo el perdón; donde haya
discordia, lleve yo la unión; donde haya error, lleve yo la verdad; donde haya
duda, lleve yo la fe; donde haya desesperación, lleve yo la esperanza; donde
haya tinieblas, lleve yo la luz; donde haya tristeza, lleve yo la alegría. Oh
Maestro, haz que yo no busque: Ser consolado, sino consolar; ser comprendido,
sino comprender; ser amado, sino amar. Porque, dando, se recibe, perdonando, se
es perdonado; muriendo, se resucita a la vida eterna. Amén.
Oración por un enfermo
Oh Dios mío, este enfermo que está aquí delante de
Ti, ha venido a pedirte lo que él desea y piensa que es lo más importante para
él. Tu, oh Dios, haz que entren en su corazón estas palabras: "¡Es más
importante ser sanados del alma!". Señor, hágase sobre él tu santa
voluntad en todo! Si Tú quieres que se sane, dale la salud. Pero si tu voluntad
es diversa, que continúe llevando su cruz. Te rogamos también por nosotros que
oramos por él; purifica nuestros corazones para que seamos dignos de donar, a
través de nosotros mismos, tu santa misericordia. Protégelo y alivia sus penas,
hágase en él tu santa voluntad. Que tu santo nombre sea revelado a través de
él; ayúdalo a llevar con amor su cruz. Amén.
(Gloria al Padre, 3 veces)
Invocaciones a María Reina de la Paz
(Para todos los días)
María Santísima, que al recibir el anuncio del
Ángel Gabriel concebiste en tu seno virginal a Jesucristo "Rey de la
Paz", concédenos bajo tu protección y auxilio, ser en el mundo auténticos
instrumentos de paz:
. Para que la paz reine en el corazón de todos los
hombres, especialmente, en quienes procuran la violencia, R/. María Reina de la
Paz, Ruega por nosotros.
. Para que la paz reine en todos aquellos que no
han experimentado en sus vidas el amor de Dios,
. Para que la paz reine en todas las familias,
. Para que la paz reine siempre en la Iglesia de
Cristo y se empeñe en difundirla,
. Para que la paz reine en las parroquias y
comunidades cristianas,
. Para que la paz reine en nuestros centros
educativos y lugares de trabajo,
. Para que la paz reine siempre en nuestro país,
. Para que la paz reine en todo el universo.
Oración
Concédenos, Señor, a tu hijos el don de tu gracia,
para que cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la poderosa
intercesión de la Virgen María, consigamos aumentar tu paz en nuestros
corazones, nuestras familias y en el mundo entero. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
CANCIONERO
ADORACIÓN
ADORACIÓN
1- SEÑOR
JESÚS,
AYÚDAME A AMARTE SIEMPRE MÁS. (bis)
Tú eres mi Pastor y nada me faltará.
En verdes prados me recuestas
y mis fuerzas Tú reparas.
AYÚDAME A AMARTE SIEMPRE MÁS. (bis)
Tú eres mi Pastor y nada me faltará.
En verdes prados me recuestas
y mis fuerzas Tú reparas.
2- DONA
LA PAZ (2)
a nuestras almas, oh Señor (bis)
Quédate con nosotros, Señor (2)
y la paz reinará.
a nuestras almas, oh Señor (bis)
Quédate con nosotros, Señor (2)
y la paz reinará.
El amor,
el perdón.
3-GLORIA
Gloria, Gloria, in excelsis Deo,
Gloria, Gloria, in excelsis Deo, in excelsis Deo!
Gloria, Gloria, in excelsis Deo,
Gloria, Gloria, in excelsis Deo, in excelsis Deo!
4- SANTO
ES EL SEÑOR (2)
Santo es el Señor!, mi Dios,
Santo es el Señor.
Santo es el Señor!, mi Dios,
Santo es el Señor.
5-
CRISTO, MURIÓ POR MÍ
Cristo (5)
Murió por mí (2) Cristo, Cristo, murió por mí.
Cristo (5)
Murió por mí (2) Cristo, Cristo, murió por mí.
6- KUMBAYA
Kumbaya, my Lord, Kumbayá (3) O Lord, Kumbaya.
Ver, a mí Señor, (3) Señor, ven a mí.
Kumbaya, my Lord, Kumbayá (3) O Lord, Kumbaya.
Ver, a mí Señor, (3) Señor, ven a mí.
7-
LAUDATE DOMINUM
Laudate omnes gentes, laudate Dominum
Alleluia, alleluia, cantate Domino.
Laudate omnes gentes, laudate Dominum
Alleluia, alleluia, cantate Domino.
Te alabe
todo el mundo,
te alabe, oh, Señor,
Aleluya, aleluya, te cante, oh, Señor.
te alabe, oh, Señor,
Aleluya, aleluya, te cante, oh, Señor.
8-
LAUDATE OMNES GENTES
Laudate omnes gentes, laudate Dominum ! (2)
Laudate omnes gentes, laudate Dominum ! (2)
Alabe
todo el mundo, alabe al Señor (2).
9- UBI
CARITAS
Ubi caritas, et amor
Ubi caritas, Deus ibi est.
Ubi caritas, et amor
Ubi caritas, Deus ibi est.
Donde hay
carídad, y amor
Donde hay caridad, allí está Dios.
Donde hay caridad, allí está Dios.
I0-VENITE,
ADOREMUS
Veníte adoremus, venite adoremus,
venite adoremus, Dominum!
Venid y adoremos, venid y adoremos,
Venid y adoremos, al Hijo de Dios.
Veníte adoremus, venite adoremus,
venite adoremus, Dominum!
Venid y adoremos, venid y adoremos,
Venid y adoremos, al Hijo de Dios.
MARIANOS
II-
CANTAD Y ORAD CON NOSOTROS,
pequeñas aves del cielo
y bailad y cantad con nosotros
un cántico nuevo, un canto sincero.
pequeñas aves del cielo
y bailad y cantad con nosotros
un cántico nuevo, un canto sincero.
Una luz
resplandece en el mundo
una Dama vestida de sol
en la frente, un manto de rosas,
sobre nube dorada aparece
y con voz melodiosa,
nos invita a la paz.
una Dama vestida de sol
en la frente, un manto de rosas,
sobre nube dorada aparece
y con voz melodiosa,
nos invita a la paz.
Cantad y
orad con nosotros,
ríos, mares y montes
y bailad y cantad con nosotros,
fuentes y ríos, lirios del campo.
ríos, mares y montes
y bailad y cantad con nosotros,
fuentes y ríos, lirios del campo.
Una
estrella ilumina el mundo,
una Dama vestida de cielo,
es la Perla del paraíso,
te enamoras si miras su rostro,
y con voz armoniosa
nos invita al amor.
una Dama vestida de cielo,
es la Perla del paraíso,
te enamoras si miras su rostro,
y con voz armoniosa
nos invita al amor.
Cantad y
orad con nosotros,
jóvenes de toda la Tierra
y cantad y anunciad con nosotros
por las sendas del mundo
la Buena Noticia.
jóvenes de toda la Tierra
y cantad y anunciad con nosotros
por las sendas del mundo
la Buena Noticia.
Una luz
irradia en el mundo
es la Madre de Nuestro Señor,
es la Reina de Paz y de Amor,
nos invita a orar con fervor,
y con voz armoniosa
nos dona la paz.
es la Madre de Nuestro Señor,
es la Reina de Paz y de Amor,
nos invita a orar con fervor,
y con voz armoniosa
nos dona la paz.
12- ANTE
TI ME POSTRO
oh,Virgen Madre de Dios,
toma mi vida, yo te la doy,
y llénala de Dios.
oh,Virgen Madre de Dios,
toma mi vida, yo te la doy,
y llénala de Dios.
AVE
MARIA,"GRATIA PLENA
DOMINUS TECUM,
BENEDICTA TU."
DOMINUS TECUM,
BENEDICTA TU."
Todo lo
que tengo,
mis deseos e ilusiones,
yo te los doy, Madre de amor
y llénalos de Dios.
mis deseos e ilusiones,
yo te los doy, Madre de amor
y llénalos de Dios.
Todos mis
dolores y mis alegrías,
yo te los doy, Madre de amor y
llénalos de Dios.
yo te los doy, Madre de amor y
llénalos de Dios.
13- ERES
MADRE MUY SENCILLA,
Criatura del Señor,
Virgen pobre, Madre mía,
llena de gracia y de amor.
Criatura del Señor,
Virgen pobre, Madre mía,
llena de gracia y de amor.
Fuiste
arcilla entre sus manos
y el Señor te modeló,
aceptaste ser su esclava,
siempre dócil a su voz.
y el Señor te modeló,
aceptaste ser su esclava,
siempre dócil a su voz.
YO QUIERO
SER
ARCILLA ENTRE SUS MANOS,
YO QUIERO SER
VASIJA DE SU AMOR.,
QUIERO DEJAR LO MIO
PARA EL, PARA EL.
ARCILLA ENTRE SUS MANOS,
YO QUIERO SER
VASIJA DE SU AMOR.,
QUIERO DEJAR LO MIO
PARA EL, PARA EL.
No
entendías sus palabras
pero respondes con fe.
Dejas que su amor te guíe,
confiando siempre en El.
pero respondes con fe.
Dejas que su amor te guíe,
confiando siempre en El.
Por su
Espíritu de vida
te dejaste transformar.
Te abandonas en sus manos
para hacer su voluntad.
te dejaste transformar.
Te abandonas en sus manos
para hacer su voluntad.
14- HOY
VENIMOS, BUENA MADRE
de lugares diferentes,
a traerte nuestras penas
y plegarias muy fervientes.
de lugares diferentes,
a traerte nuestras penas
y plegarias muy fervientes.
DULCE
REINA DE LA PAZ,
TU SONRISA NOS CONSUELA,
TUS MENSAJES, OH MARIA,
EL AMOR DE DIOS REVELAN. (bis)
TU SONRISA NOS CONSUELA,
TUS MENSAJES, OH MARIA,
EL AMOR DE DIOS REVELAN. (bis)
Sepan todos,
hijos míos,
que los amo inmensamente
y por eso con vosotros
tanto quiero estar presente.
que los amo inmensamente
y por eso con vosotros
tanto quiero estar presente.
Gracias,
Madre y Reina Nuestra,
escogida creatura. Oh María,
de Dios eres, sacramento de ternura.
escogida creatura. Oh María,
de Dios eres, sacramento de ternura.
Lo
importante es convertirse y
creer la Buena Nueva. De este
modo todo el mundo vuelve,
sana y se renueva.
creer la Buena Nueva. De este
modo todo el mundo vuelve,
sana y se renueva.
Orad,
orad, hijos míos, nunca
dejen de orar, orad siempre sin
cansarse, nunca dejen de orar.
dejen de orar, orad siempre sin
cansarse, nunca dejen de orar.
Tu
insistencia con nosotros de
que hagamos oración,
razón tiene que alcancemos
la gran paz del corazón.
que hagamos oración,
razón tiene que alcancemos
la gran paz del corazón.
15- MARÍA,
CREATURA BELLA
como una flor calla en su nada,
cubre todo, como un manto de nieve, bella como la luna.
como una flor calla en su nada,
cubre todo, como un manto de nieve, bella como la luna.
María,
eres la Madre, Madre del Creador y por Él de la humanidad,
creación fruto del amor.
creación fruto del amor.
ESTAS
AQUI, CANTAMOS A TI EN LA ARMONÍA Y TU CAMINO NOS LLEVA AL PARAISO. ESTAMOS
AQUÍ Y NOS DEJAMOS LLEVAR POR TI, MARÍA, NUESTRA MADRE LLENA DE AMOR.
María,
eres la Virgen, la Mujer del hermoso amor, amor fuente del amor, agua viva de
la eternidad.
16- MARÍA
(4).
SOMOS TODOS TUYOS Y QUEREMOS AMARTE COMO NINGUNO TE AMO JAMÁS (bis).
SOMOS TODOS TUYOS Y QUEREMOS AMARTE COMO NINGUNO TE AMO JAMÁS (bis).
Contigo
en esta vida, nuestro camino es seguro, contigo todo conduce a la meta. Y
también en la noche, Tú eres quien nos guía, transformas cada temor en
fortaleza. Ave María.
MARÍA...
Tu bella corona de rosas, nosotros queremos ser, tu bella corona de hijos todos tuyos. Y tu presencia en el mundo, la historia a través de nosotros,
resuena un canto de gloria infinita. Ave María.
Tu bella corona de rosas, nosotros queremos ser, tu bella corona de hijos todos tuyos. Y tu presencia en el mundo, la historia a través de nosotros,
resuena un canto de gloria infinita. Ave María.
17-AVE
MARÍA, AVE
AVE MARÍA, AVE.
AVE MARÍA, AVE.
Ave llena
de gracia: AVE
Ave Reina de paz: AVE.
Ave Reina de paz: AVE.
Zdravo
Kraljice mira:AVE
Zdravo Majko nasa:AVE.
Zdravo Majko nasa:AVE.
Ave piena
di grazia: AVE
Ave Regina di pace:AVE.
Ave Regina di pace:AVE.
18- MADRE
MÍA ERES
Reina de la Paz (bis)
Madre mía eres, Madre mía eres Tú. (bis)
Reina de la Paz (bis)
Madre mía eres, Madre mía eres Tú. (bis)
Gospa,
Majka moja, Kraljica Mira (bis)
Gospa Majka moja, Gospa Majka
mojaTi. (bis)
Gospa Majka moja, Gospa Majka
mojaTi. (bis)
19-AVE
REINA DE LA PAZ
Ave, Madre del amor (bis)
Ave (3) María. (bis)
Ave, Madre del amor (bis)
Ave (3) María. (bis)
MISA A LA
VIRGEN MARÍA,
REINA DE LA PAZ
REINA DE LA PAZ
Antífona
de entrada
Un niño
nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, y es su nombre "Príncipe de la
paz".
Oración
colecta
Oh Dios,
que por medio de tu Hijo Unigénito otorgas paz a los hombres, por intercesión
de la siempre Virgen María, concede a nuestro tiempo la
tranquilidad deseada, para que formemos una sola familia en la paz y permanezcamos unidos en el amor fraterno. Por Nuestro Señor Jesucristo.
tranquilidad deseada, para que formemos una sola familia en la paz y permanezcamos unidos en el amor fraterno. Por Nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA
LECTURA
Su
principado será dilatado, con una paz sin límites.
Lectura
del libro de Isaías 9,1-3. 5-6
El pueblo
que caminaba en tinieblas
vio una luz grande;
habitaban tierra de sombras,
y una luz les brilló.
Acreciste la alegría,
aumentaste el gozo;
se gozan en tu presencia.
como gozan al segar,
como se alegran
al repartirse el botín.
Porque la vara del opresor,
y el yugo de su carga,
el bastón de su hombro.
los quebrantaste como el día de Madián.
Porque un niño nos ha nacido
un hijo se nos ha dado:
lleva a hombros el principado,
y es su nombre:
"Maravilla de Consejero,
Dios guerrero,
Padre perpetuo.
Príncipe de la paz".
Para dilatar el principado
con una paz sin límites,
sobre el trono de David y
sobre su reino.
Para sostenerlo y consolidarlo
con la justicia y el derecho,
desde ahora y por siempre.
El celo del Señor de los ejércitos lo realizará.
vio una luz grande;
habitaban tierra de sombras,
y una luz les brilló.
Acreciste la alegría,
aumentaste el gozo;
se gozan en tu presencia.
como gozan al segar,
como se alegran
al repartirse el botín.
Porque la vara del opresor,
y el yugo de su carga,
el bastón de su hombro.
los quebrantaste como el día de Madián.
Porque un niño nos ha nacido
un hijo se nos ha dado:
lleva a hombros el principado,
y es su nombre:
"Maravilla de Consejero,
Dios guerrero,
Padre perpetuo.
Príncipe de la paz".
Para dilatar el principado
con una paz sin límites,
sobre el trono de David y
sobre su reino.
Para sostenerlo y consolidarlo
con la justicia y el derecho,
desde ahora y por siempre.
El celo del Señor de los ejércitos lo realizará.
Palabra
de Dios.
Salmo
responsorial. Sal. 84
R. El
Señor anuncia la paz al pueblo.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
"Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos."
La salvación está ya cerca de sus fieles y la gloria habitará en nuestra tierra; R.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
"Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos."
La salvación está ya cerca de sus fieles y la gloria habitará en nuestra tierra; R.
la
misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo; R.
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo; R.
el Señor
nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R.
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R.
Aleluya
Cf. Lc 1,28
Alégrate María llena de gracia,
el Señor está contigo
bendita tú eres entre las mujeres.
Alégrate María llena de gracia,
el Señor está contigo
bendita tú eres entre las mujeres.
EVANGELIO
Concebirás
en tu vientre y darás a luz un hijo
Lectura
del Santo Evangelio según San Lucas 1,26-38
En aquel
tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de
David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando es su presencia dijo:
"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo"
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El Ángel le dijo:
-No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se
llamará Hijo del Altísimo, el señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.”
Y María dijo al ángel:
"¡Cómo será eso pues no conozco a varón?"
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes
a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo; y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay
imposible.
El ángel, entrando es su presencia dijo:
"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo"
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El Ángel le dijo:
-No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se
llamará Hijo del Altísimo, el señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.”
Y María dijo al ángel:
"¡Cómo será eso pues no conozco a varón?"
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes
a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo; y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay
imposible.
María
contestó:
"Aquí
está la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra." Y la dejó el
ángel.
Palabra
del Señor.
Oración
sobre las ofrendas
Te
ofrecemos, Señor, este sacrificio de expiación, al celebrar la memoria de la
santísima Virgen María, Reina de la paz, pedimos para tu familia los dones de
la unidad y de la paz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Prefacio
LA MADRE
DE CRISTO, DISCÍPULA Y REINA DE LA PAZ.
V. El
Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad
es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, Padre santo,
siempre y en todo lugar, y proclamar tu grandeza en esta memoria de la
bienaventurada Virgen María.
Ella es
tu humilde esclava que, al recibir el anuncio del ángel Gabriel, concibió en su
seno virginal al Príncipe de la paz, Jesucristo. Hijo tuyo y Señor nuestro.
Ella es
la madre fiel que se mantuvo intrépida en pie, junto a la cruz donde el Hijo,
para salvarnos, pacificó con su sangre el universo.
Ella es
la discípula de Cristo, alumna de la paz, que, orando con los apóstoles, esperó
la Promesa del Padre, el Espíritu de la paz, de la unidad, de la caridad y del
gozo.
Por eso,
con todos los ángeles y santos te alabamos proclamando sin cesar:
Santo,
Santo, Santo...
Antífona
de comunión
La Virgen
engendró al Dios y hombre, Dios nos devolvió la paz, reconciliando consigo el
cielo y la tierra.
Oración
después de la comunión
Concédenos,
Señor, tu Espíritu de caridad, para que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre
de tu Hijo, en esta conmemoración de la Virgen María, Reina de la Paz,
cultivemos eficazmente entre nosotros la paz que él nos dio.
Por
Jesucristo, Nuestro Señor.
Fuente: www.centromedjugorje.org/santuario/grupos-de-oracion-novena-reina/
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