FUENTE INAGOTABLE DE LUZ

FUENTE INAGOTABLE DE LUZ
¡ILUMÍNANOS!

Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO

Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO
Sagrados Corazones de Jesús y María, unidos en el amor perfecto,

martes, 30 de noviembre de 2010

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS AL PADRE

Padre Eterno,
que Tu Nombre sea santificado.
Conocerte a Ti es Vida eterna,
conocerte a Ti es conocer la Verdad.
Padre de toda Sabiduría, santifícame
con Tu Santo Espíritu para que
desde mi corazón pronuncie palabras llenas
de sabiduría.
Único y Perfecto,
fuente del Amor Sublime,
Tu Majestad, embelesa mi corazón
para alabarte noche y día.
Fuente de Mirra y Áloe,
perfuma mi pobre alma
con Tu delicada fragancia para
que cuando me encuentre con Mi Rey e
Hijo Tuyo Bienamado,
Él no aparte de mí Sus Ojos.
Conocerte a Ti es estar en Tu Luz,
esta Luz que me enseñará
el Camino,
y me llevará sobre las Pisadas
de Tu Hijo Bienamado.
Pozo de Agua Viva, ven,
ven, ven y sumerge a Tu hija
en Tu Corriente que fluye profusamente
de Tu Santuario.
¡Oh, Dios! ¡Te amo hasta las lágrimas!
Haz que mi alma miserable desee
todo lo que es Santo.
Haz que mi alma guste Tu Ternura.
Yahvé, Tú eres mi Dios,
yo alabo Tu Nombre,
pues Te has dignado mirar mi pobre
alma y la has llenado
con el brillo de Tu Gloria.
Mi corazón ahora Te canta a Ti, Padre.
Mi espíritu se regocija en Tu Espíritu.
Oh Dios, Padre mío,
haz que mi alma sucumba en Tus
Brazos Amorosos
fijando Tu Sello en mi corazón
para que mi amor por
Ti sea más fuerte
que la muerte misma. Amén."

domingo, 28 de noviembre de 2010

Cuanto me cuesta Señor

Cuanto me cuesta Señor elevar a ti mi mirada,

cuanto me cuesta levantar mis manos,

para adorarte sin iras, ni contiendas

Cuanto me cuesta Señor, levantarme

con el alba y contarte mis vivencias del diario vivir.

Soy consciente de que eres El único que entiende mi risa y conoce mi llanto, sabes cuanto sufro, y cuanto te necesito: "Yo" y mis seres queridos.

Conoces mi caminar y tus ojos siempre miran al interior de mi corazón ...

Pero, cuanto me cuesta conversar contigo,

siendo tú mi único amigo fiel.

Perdóname Señor, no tengo razones ni argumentos para justificar mi actitud contigo.

Miro al calvario y te veo muriendo por mí,

cómo agradecerte que dieras tu vida,

para salvar mi alma del infierno

y mi existencia de toda esclavitud.

Qué vergüenza no darte mi atención,

que pena no saber deleitarme en tu presencia y alegrarme con tu amor en cada amanecer...

La verdad es que necesito tanto... mi Senor,

tu sabiduría, tu palabra, tus fuerzas,

sin ti siento que pierdo mis fuerzas...

Perdóname Señor, Si quiero adorarte, si quiero hablar contigo y decirte llorando de alegría:

Gracias Señor, gracias por librarme del engaño de mi corazón y de toda autojustificación,

gracias por darme vista para ver

y oídos para oír lo que me dices.

Gracias por examinar mi consciencia

y liberarme de toda falsa ilusión.

Gracias por permanecer siempre fiel,

Gracias por tu Espíritu Santo,

Gracias por perdonar mis pecados

para darme vida eterna,

Ayúdame a no perder esa morada que has contruido para mí en los cielos, junto a ti mi Señor.




























































lunes, 22 de noviembre de 2010

COMO LA LUZ

Como la luz de cada mañana que peina y abrillanta las aguas de los ríos... Como la luz de cada mañana que pinta hermosamente de verde los olivos... Tú eres esa luz la luz de nuestras vidas, Señor, Tú eres nuestra luz.


Como la luz de cada mañana que viste con sus sedas las flores de los campos... Como la luz de cada mañana que puebla de gorjeos el pecho de los pájaros... Tú eres esa luz, la luz de nuestras vidas, Señor, Tú eres nuestra luz.

Como la luz de cada mañana que pone en pie las casas, los árboles y el cielo... Como la luz de cada mañana que forma inmenso corro con todo el universo... Tú eres esa luz, la luz de nuestras vidas, Señor, Tú eres nuestra luz.

VIVO EL HOY CON PLENITUD... EL MAÑANA PERTENECE A DIOS - SL10

domingo, 21 de noviembre de 2010

Jesucristo, Rey del Universo

Jesucristo, Rey del Universo
"Rey de reyes y Señor de señores".(Ap 19, 16)
"Yo soy Rey. Para esto nací, para esto vine
al mundo, para ser testigo de la Verdad".
(Jn 18, 36-37)
 


Meditación 1.
Jesús comenzó la vida pública anunciando su reino. "El plazo está vencido, el Reino de Dios está cerca. Tomen otro camino y crean en la Buena Nueva" (Mt 1,14).
El Reino de Dios es ante todo espiritual. Su realización final consiste en la unión de todos los bienaventurados disfrutando de Dios en el Cielo.
Se ingresa en este Reino aceptando el mensaje del Evangelio por fe y recibiendo el Bautismo. Jesús dijo a los Apóstoles: "Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará. El que se resista a creer se condenará"(Mc 16,15-16).
Toda persona que quiera pertenecer al Reino de Dios necesita nacer de Dios otra vez. Viene a ser hijo de Dios no meramente por adopción legal sino por real y verdadera participación de la vida divina. "A todos los que lo recibieron, les concedió ser hijos de Dios" (Jn 1,12). El Reino de Cristo no es de dominar la tierra. El mismo dijo a Pilato: "Mi reinado no es de acá" (Jn, 18,36).
Se designa el Reino de Dios comúnmente con el nombre de Iglesia. Es a la vez divino y humano, terreno y celestial. Pequeño al principio como el grano de mostaza, estaba llamado a ser católico, o sea, a extenderse por todo el mundo. La idea de la Iglesia como Reino universal de Dios demuestra claramente que no puede haber más que un solo Reino de Dios.
La Iglesia es Jesucristo, que vive y actúa en el mundo por sus ministros, debidamente autorizados, hasta el fin de los tiempos. Él dio a su Iglesia una forma, una organización que la capacitase para realizar su misión en el mundo: enseñar, dirigir y santificar las almas.
Pertenecer al Reino de Dios es lo más precioso a que puede aspirar una persona. Debemos considerarlo como una perla que no tiene precio y, en agradecimiento, sacrificarnos por este don.
Jesucristo es nuestro Rey. Es el primogénito de toda la creación. Él es antes que todas las cosas, pues todo fue creado en Él, por Él y para Él. Es el más importante entre todas las criaturas a la vez que su Creador, perfecta imagen de Dios, el primogénito de la creación.
Cristo es el centro del plan salvífico de Dios, porque el cristiano puede llevar a cumplimiento su tarea haciendo que la creación dé gloria a Dios por medio de Jesús, el Señor resucitado. Dijo Jesús a Pilato: "Mi reinado no es de acá… Tú lo has dicho: Yo soy Rey. Para esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la Verdad. Todo hombre que está de parte de la verdad, escucha mi voz" (Jn 18, 36-37)
Es de fe que Jesucristo en cuanto Hombre tiene pleno espiritual para guiar por el camino de la salvación, establecer la Iglesia y los Sacramentos y conceder todas las gracias de orden sobrenatural. Por estar unidas en Él las naturalezas divinas y humanas posee mayor poder aún y esto es la base de la Realeza. 
Cada uno de nosotros debemos esforzarnos personalmente por ser súbditos de Cristo Rey con la mayor perfección posible de mente, voluntad y corazón, porque fuimos comprados al precio de su preciosísima Sangre. Cristo es Rey del hogar y de la sociedad.Jesús nos pide creer en Él, poner en Él nuestra esperanza y amarle de todo corazón. Él nos ha dicho " El Padre ama al Hijo y pone todas las cosas en sus manos. El cree al Hijo vive de la vida eterna" (Jn 3, 35-36).



Meditación 2.      «A Jesucristo Rey de reyes venid y adorémosle»
Es día de proclamar su realeza, de decir entre suspiros: ¡Venga a nosotros tu reino! De decir al Padre: ¡Padre glorifica a tu Hijo!
Jesucristo no es Rey por gracia nuestra, ni por voluntad nuestra, sino por derecho de nacimiento, por derecho de filiación divina, por derecho también de conquista y de rescate.
«Así que Cristo es Rey universal de este mundo por su propia esencia y naturaleza» (Sn. Cirilo de Alejandría), en virtud de aquella admirable unión que llaman hipostática, la cual le da pleno dominio no sólo sobre los hombres, sino sobre los ángeles y todas las criaturas. (Pío XI)
Y ¿qué de extraño tiene sea Rey de los hombres el que fue Rey de los siglos? Pero Jesucristo no es Rey para exigir tributos o para armar un ejército con hierro y pelear visiblemente contra sus enemigos. Es Rey para gobernar los espíritus, para proveer eternamente al mundo, para llamar al reino de los cielos a los que creen, esperan y aman.
Nadie tema vaya a perder algo porque se someta al «suavísimo imperio de Cristo». (Col) No teman las sociedades porque Él es quien las funda y las sustenta. No teman los poderosos porque « no quita los reinos mortales quien da los celestiales». No teman tampoco los individuos porque servir a Cristo es reinar. Es un Rey tal, que no esclaviza, ni esquilma a sus servidores; un Pastor y un Señor que no toma nada de su rebaño, sino que todo lo da, y antes se desvive por los suyos y se les entrega, con todos sus bienes ya desde la tierra, hasta que sean capaces de poseerle y de gozarle más cumplidamente en el cielo.
Piensan los insensatos que les va a privar de la libertad, cuando se la va a acrecentar y perfeccionar, proscribiendo tan sólo el libertinaje, tan fatal para el alma como para los cuerpos, para las naciones como para los individuos, ya que
Conviene, pues que Él reine, porque su reinado «es eterno y universal, es un reinado de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia, de amor y de paz. Quiere ante todo reinar en las inteligencias, en las voluntades y en los corazones de los hombres.
«lo que hace míseros a los pueblos es el pecado». 

Oración a Cristo Rey

¡Oh Cristo Jesús! Os reconozco por Rey universal. Todo lo que ha sido hecho, ha sido creado para Vos. Ejerced sobre mí todos vuerstros derechos.
Renuevo mis promesas del Bautismo, renunciando a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y prometo vivir como buen cristiano. Y muy en particular me comprometo a hacer triunfar, según mis medios, los derechos de Dios y de vuestra Iglesia. 
¡Divino Corazón de Jesús! Os ofrezco mis pobres acciones para que todos los corazones reconozcan vuestra Sagrada Realeza, y que así el reinado de vuestra paz se establezca en el Universo entero. Amén.


Las Sagradas Escrituras.
"Ya tengo consagrado yo a mi Rey en Sión, mi monte santo…Tú eres hijo mío, hoy te he dado a la vida. Pídeme y serán tu herencia las naciones, tu propiedad los confines de la tierra. Las podrás aplastar con vara de hierro" (Sal 2, 6-9)." Dios le dará el trono de David, su antepasado. Gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su reino no terminará jamás" (Lc 1, 32-33)
"Mi realeza no procede de este mundo; si fuera rey como los de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reinado no es de acá. "Pilato le preguntó: Entonces ¿tú eres rey?" Jesús contestó: "Tú lo has dicho: Yo soy Rey. Para esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la Verdad". (Jn 18, 36-37) 
"Lleva escrito en la capa y en el muslo este título: "Rey de reyes y Señor de señores". (Ap 19, 16)



Consagración de la humanidad para
el día de Cristo Rey por el Papa Pío XI

¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano! Miradnos humildemente postrados; vuestros somos y vuestros queremos ser, y a fin de vivir más estrechamente unidos con vos, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a vuestro Sacratísimo Corazón.
Muchos, por desgracia, jamás, os han conocido; muchos, despreciando vuestros mandamientos, os han desechado. ¡Oh Jesús benignísimo!, compadeceos de los unos y de los otros, y atraedlos a todos a vuestro Corazón Santísimo.
¡Oh Señor! Sed Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Vos, sino también de los pródigos que os han abandonado; haced que vuelvan pronto a la casa paterna, que no perezcan de hambre y miseria.
Sed Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Vos; devolvedlos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor.
Sed Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la idolatría; dignaos atraerlos a todos a la luz de vuestro reino. 
Conceded, ¡oh Señor!, incolumidad y libertad segura a vuestra Iglesia; otorgad a todos los pueblos la tranquilidad en el orden; haced que del uno al otro confín de la tierra no resuene sino ésta voz: ¡Alabado sea el Corazón divino, causa de nuestra salud! A Él se entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén.



Novena
 
Oración Propia
Jesús, dijiste que tu Reino está entre nosotros, pero no es de este mundo; es un Reino espiritual, sobrenatural, el Reino de la verdad. Tus armas son las fuerzas del convencimiento, y de este modo conquistas los corazones que justamente te pertenecen. Tú bien sabes que esto es verdad. Tú mismo eres la Verdad.
Jesús, creo que eres verdaderamente Rey, pues has venido al mundo a establecer entre la gente el Reino de Dios. Todo aquel que es de la verdad, que cree en Dios y reconoce su autoridad en los asuntos humanos, te debe una fiel e invisible lealtad y "escucha tu voz".
Como católico, soy miembro de tu Reino: Tú eres mi Rey. Te debo lealtad, obediencia y amor. Ayúdame a poner en práctica mis sacratísimos deberes para contigo. Quiero ser "de la verdad", es decir, "hijo de Dios", con alegría oír tu voz y seguirte en todo. Te acojo como mi Rey y me someto gustoso a tu voluntad.
Reina sobre todo en mi corazón y en mi vida. Tu reinado es paz del Cielo; tu ley es el amor. Ayúdame a orar y trabajar porque tu Reino llegue a todas las almas, a toda la familia, a toda la nación.
Jesús, pues te rindo homenaje como a mi Rey, acudo a Ti con gran confianza, pidiéndote me concedas esta gracia en particular, si es conforme a tu santa voluntad (Mencione el favor que desea).
Señor, Jesucristo, mi Rey, te adoro como Hijo de Dios y por la intercesión de tu bondadosísima Madre te pido me envíes des de la abundancia de tu amable corazón la gracia del Espíritu Santo, que ilumine mi entendimiento, purifique mi corazón pecador y confirme en mí tu Santo amor. Te lo pido por amor del Padre y del Espíritu Santo, por tu infinita misericordia y por los méritos de todos los Santos. Amén.
 
Consagración: 
Cristo Jesús, te reconozco como Rey del universo. Tú has creado todo cuanto existe. Usa plenamente de tus derechos sobre mí. Renuevo mis promesas de Bautismo por las que renuncié a Satanás, a todas sus seducciones y a todas sus obras. Te prometo vivir como buen cristiano. Me comprometo especialmente a colaborar por el triunfo de los derechos de Dios y de su Iglesia y dilatarlos y afianzarlos por todos los medios.
Divino Corazón de Jesús, en tus manos pongo mis insignificantes esfuerzos para que todos los corazones reconozcan tu sagrada Realeza y se establezca tu reino de paz en todo el mundo.
 
Oración Final: 
Dios omnipotente y misericordioso, Tú quebrantas el poder del mal y todo lo renuevas en tu Hijo Jesucristo, Rey del universo. Que todos en el Cielo y en la tierra aclamen tu gloria y nunca cesen de alabarte.

Padre Todopoderoso, guía de amor, Tú hiciste pasar a Jesucristo nuestro señor de la muerte a la vida, resplandeciente en gloria como Rey de la creación. Abre nuestros corazones; libera a todo el mundo para que gocen de Su paz, glorifiquen Su justicia y vivan en Su amor. Que toda la humanidad se unifique en Jesucristo, tu Hijo, que reina contigo y el Espíritu Santo, Dios por siempre. Amén.
 

jueves, 11 de noviembre de 2010

Enseñanzas de Jesús, de la Virgen María y del Angel de la Guarda



0REN UNOS POR OTROS SIN CESAR

12 de diciembre de 1981

La Santísima Virgen dijo:

S.V.- "Mi hijita y todos ustedes, hijos míos

queridos, ¡estén alerta! Satanás quiere arrancar de

debajo de sus pies el suelo de la esperanza. Sabe él

muy bien que si consigue hacer esto, le habrá quitado

todo a sus almas, si han perdido la esperanza, ya no

necesita ni siquiera tentarlas al pecado. El hombre

que perdió la esperanza, está en terrible oscuridad. Ya

no ve más con los ojos de la fe. Para él, toda virtud,

todo lo que es bueno, pierde su valor. Oh, hijos

míos, ¡oren sin cesar unos por otros! ¡Permitan que

la efusión de mis gracias produzca efecto en sus

almas!"

martes, 9 de noviembre de 2010

PREPARACIÓN PARA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

09 DE NOVIEMBRE

COMIENZA PREPARACION 33 DIAS PARA CONSAGRARACIÓN AL INMACULADO CORAZON DE MARÍA!


UN PENSAMIENTO DIARIO PARA SAN JOSÉ EN EL MES DEDICADO A ÉL

Día 1:

Padre adoptivo de Jesús. Escogido por el Eterno Padre con amor previsor y gratuito, para ser custodio y defensor de Jesús, tú, oh San José, entras plenamente en el proyecto de la Salvación, según las promesas hechas por Dios al pueblo hebreo. Ayúdame, San José, a leer hoy, con amor, el Evangelio que describe la genealogía de Jesús.

Día 2:

Custodio de Jesús. Durante la vida terrena de Jesús, tú, oh San José, no te has preocupado de hacer cosas grandes sino de hacer bien la voluntad de Dios, también en las cosas más sencillas y humildes, con mucho empeño y amor. Enséñame San José la prontitud en buscar y realizar la voluntad de Dios.

Día 3:

Esposo de la Madre de Dios. Después de la perturbación inicial, oh San José, tu "sí" a la voluntad de Dios fue claro y preciso, aceptando a María como Esposa. Entonces, por ti, Jesús entró en la genealogía de David con pleno derecho delante de la ley y de la sociedad. Te confiamos, oh San José, a todos los padres para que siguiendo tu ejemplo acepten en el seno materno el don inestimable de la vida humana.

Día 4:

El hombre del silencio. Te acostumbraste al silencio, oh San José, estando con Jesús y María. La casa de Nazaret era un templo y ¡en el templo, sobre todo, se reza!.Enséñame, oh San José, a dominar mi locuacidad y a cultivar el espíritu de recogimiento.

Día 5:

El hombre de fe. Más que Abraham, a ti, oh San José, te tocó creer en lo que es humanamente impensable: la maternidad de una virgen, la encarnación del hijo de Dios. Fortalece, oh San José, a quien se desanima y abre los corazones para confiar en la Providencia de Dios.

Día 6:

El hombre de la esperanza. En la persona de Jesús, oh San José, tuviste la garantía del cielo y, por lo tanto, siempre estuviste lleno de profunda paz interior. Aumenta, oh San José, mis motivos para tener coraje, alimenta el aceite para mis lámparas.

Día 7:

El hombre del amor a Dios. Oh San José, tú distepruebas

de amor a Dios cuidando amorosamente a Jeús en vida escondida y en profunda sintonía con la voluntad de Dios. Enséñame oh San José, a amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi mente y con todas mis fuerzas.

Día 8:

El hombre de la acogida. Oh San José, diste ejemplo de espíritu de acogida en la afectuosa ternura con tu esposa, en los servicios prestados a la gente, buena o mala, y estando siempre al lado de Jesús, el salvador de las almas. Oh San José, ¡Que yo descubra aquellos gestos que me hacen imagen viva de Dios amor, los gestos de acogida y de paz, los gestos de disponibilidad y de dedicación incondicional !.

Día 9:

El hombre del discernimiento. Con los ojos del alma, oh San José, ordenaste tu vida de piedad, tu trabajo, tu alimento, tu reposo, tus pensamientos más profundos, tus afectos, tus juicios, tus intenciones en el obrar. Ayúdame oh San José, a avanzar en las virtudes por la acción del Espíritu Santo que renueva la vida de las personas y de las comunidades.

Día 10:

El hombre de la docilidad. Santo Tomás define la docilidad como atención constante y deferente a las enseñanzas de los sabios. Tú, oh José, fuiste siempre muy dócil a las enseñanzas de Jesús y de María, su Madre. Aleja de nosotros oh San José, la presunción, la tonta estima de mis opiniones, la obstinación de seguir mis ideas.

Día 11:

El hombre de la entrega. Tú oh San José, no perdías tiempo en cosas vanas e inútiles y no obrabas con disgusto o mala gana. Ayúdame oh San José, en la oración, a no permitir que mi alma, se quede dormida y alcánzame una habitual disposición y fervor en mi vida.

Día 12:

El hombre de la simplicidad. Esta virtud oh San José, hacía parte de tu carácter y cada día más se perfeccionaba por el desapego de las criaturas. Ayúdame oh San José, a desear y gustar solamente a

Dios y a despegarme de todo lo que no sirve para mi vida espiritual.

Día 13:

El hombre de la confianza. Tu seguridad oh San José, estaba en adherir a la voluntad de Dios como se manifestaba día tras día. Haz oh San José, que nosotros tengamos la seguridad de quien confía en Dios y que en cualquier situación, aunque adversa, estemos en sus manos.

Día 14:

El hombre de la paz. Tú, oh San José, fuiste el custodio de aquel que trajo la paz al mundo, que predicó el amor, la fraternidad y la unidad y proclamó " felices los que trabajan por la paz". Oh San José, ayúdame a promover la paz en el ambiente donde yo vivo y trabajo.

Día 15:

Ejemplo de humildad. ¡ Como te sentías pequeño a tus ojos, oh San José!, ¡Como amabas tu pequeñez!. No hiciste milagros y mantuviste tu vida tan escondida que casi nada sabemos de ella. Ayúdame, oh San José, a huir de las alabanzas y de la gloria humana. Haz que encuentre gusto en vivir escondido y en relativizar mis intereses personales.

Día 16:

Ejemplo de fortaleza. Sin duda, oh San José, tu fortaleza alcanzó un grado de perfección muy elevado. Ella se manifestó especialmente en el soportar con serenidad el exilio en Egipto y la dureza del trabajo de cada día. Ayúdame oh San José, a no desfallecer frente a las tentaciones, fatigas y sufrimientos.
Día 17:

Ejemplo de obediencia. Tu obediencia, oh San José, fue admirable, especialmente cuando tuviste que huir a Egipto, luego de una orden delante de la cual habías tenido tantas razones para no realizar. Aleja de mí, oh San José, todas las excusas que mi egoísmo plantea para no cumplir la voluntad de Dios.

Día 18:

Ejemplo de justicia. Viviendo alejado de las cosas del mundo, oh San José, practicaste siempre la virtud de la justicia especialmente a través de tu trabajo de carpintero. Y ¡qué respeto tuviste para con el Rey y la Reina del Cielo! Alcánzame, oh San José total pureza de intenciones y de corazón y plena adhesión a Dios y a su voluntad.

Día 19:

Ejemplo de prudencia. Tu prudencia, oh San José, se manifestó en el desapego del mundo, en la castidad, en la pobreza, en tu espíritu de pobre y en la dedicación al trabajo de cada día. Haz, oh San José, que yo no haga nada sin antes confirmarme: "que sirve esto para la eternidad".

Día 20:

Ejemplo de pobreza. Tú, oh San José, viviste la pobreza voluntaria, sufriste las privaciones y las incomodidades de la pobreza, pero no quisiste cambiar tu condición por ningún tesoro de este mundo. Obténme, oh San José, la gracia del desapegarme de las riquezas y de desear únicamente los bienes eternos.

Día 21:

Ejemplo de gratitud. Nadie después de tu Esposa, oh San José, recibió tanto como tú, de la bondad de Dios. En tu justicia dabas gracias a Dios continuamente. Veías solo a Dios, pensabas sólo en Dios ; no obrabas sino por ÉL. Haz, oh San José, que yo tenga verguenza de mis ingratitudes y que tenga valentía de humillarme delante de Dios.

Día 22:

Ejemplo a los obreros. Como cada uno de nosotros, también tú, oh San José, probaste la fatiga, y el cansancio del trabajo de cada día. Ayúdame, oh San José, a redescubrir la dignidad de mi trabajo, sea cual sea, y de desarrollarlo con entusiasmo para el bien de todos.

Día 23:

Ejemplo de la misión. Oh, San José, ¡Que gran amor tuvistes por las almas! ¡Cuantas oraciones hiciste para su salvación! ¡Y todo eso inspirado por Cristo que habría de morir por la salvación del mundo!. Haz, oh San José, que yo pueda con la palabra y con la vida, ayudar al hombre de hoy a encontrar a Jesús, la Palabra que da respuesta definitiva a todas las preguntas esenciales del hombre.

Día 24:

Custodio de la virginidad. La Voz del Espíritu Santo encontró en tí, oh San José total acogida, porque tu vida fue llena únicamente de

Dios y tu fuerza fue sólo el amor que tuviste para Él. Haz, oh San José, que yo deje mis caminos y siga sólo a Dios que me llama a participar de su vida, y que tenga fuerza de hacer fructificar sus dones.

Día 25:

Consuelo de los que sufren. Oh San José, toda tu vida estuvo marcada por el sufrimiento: exilio, trabajo, pobreza. Pero tu corazón era feliz y tu alma siempre serena. Ayúdame oh San José, a darme cuenta de que la vida eterna y no el dolor, es la verdadera vocación del hombre. Presérvame ahora y siempre del llanto de los que no tienen esperanza.

Día 26:

Esperanza de los enfermos. En tu vida, oh San José, no todo fue claro y fácil de comprender. Sin embargo supiste encontrar tu misión única e irrepetible en la historia. Te ruego, oh San José, consolar hoy a todos los que están afligidos por la enfermedad. Llena sus días de personas amigas y desinteresadas.

Día 27:

Patrono de los moribundos. Tú, oh San José, tuviste la suerte de morir asistido por Jesús y tu esposa María. Tuviste siempre presente en tu vida la meta final o sea el cielo, con la certeza de alcanzarla; siempre atento a tu interioridad y dedicado a la contemplación. Ayúdame, oh San José, a pensar a menudo en el cielo donde todos somos invitados al banquete eterno.

Día 28:

Amparo de las familias. Oh, San José, la Escritura afirma que a tu lado y de María, Jesús "crecía en edad, sabiduría y gracia". Te ruego, oh San José, que los niños encuentren en la familia el ambiente ideal para desarrollar el amor y asumir los verdaderos valores.

Día 29:

Modelo de vida doméstica. Oh, San José, en la Familia de Nazaret asumiste plenamente tu responsabilidad con espíritu de colaboración y de humildad evangélica. Haz, oh San José, que los padres sepan unir todas las potencialidades del amor humano a las de una sana y adecuada espiritualidad.
Día 30:

Terror de los demonios. Oh, San José, fortificado por la presencia y el recuerdo de Jesús has podido vencer siempre cualquier ataque a tu fe por parte del demonio. Limpia, oh San José, mi corazón y mi mente de toda maldad para que sea un cristiano lleno de vida redimido por la sangre de Cristo.

Día 31:

Patrono de la Iglesia Universal. Oh, San José, por la misión que te fue confiada a la iglesia de Cristo haciendo que camine siempre en la verdad y el amor para ser luz del mundo. Guía oh, San José, a la Iglesia de Cristo en el camino de la santidad para que sea siempre más eficaz y alegre anunciadora del Evangelio.

Autor: P. Orides Ballardín. Prov.

lunes, 1 de noviembre de 2010

CORONILLA POR LA PAZ

 Coronilla por la Paz 


(Favor rezarla por 7 dias seguidos)

Coronilla a la Preciosa Sangre de Cristo.


Padre nuestro, ave María y credo.
En las cuentas grandes de los misterios:
Preciosísima Sangre de Jesucristo, sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús, y en todos los corazones del mundo entero.
En las 12 cuentas siguientes: (12 porque suplicamos por la humanidad entera, representada por las 12 tribus de Israel).
………..“Preciosa Sangre de Jesús, sálvanos a nosotros y al mundo entero”…….
Gloria.
Que la preciosísima Sangre que brota de la sagrada cabeza de nuestro Señor Jesucristo, templo de la sabiduría divina, tabernáculo del divino conocimiento, luz del cielo y de la
tierra, nos cubra ahora y siempre. Amén.

Al terminar los cinco misterios:
Preciosísima Sangre de Jesucristo, sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús, y en todos los corazones del mundo entero. (3 veces).
Rezar una salve.


Coronilla por Venezuela

Padre Nuestro al comenzar cada misterio.
1er. Misterio: Jesus, Rey de Reyes, tu que sudaste sangre en Getsemani.
Respondemos todos: Por tu preciosa sangre, salva a Venezuela y al Mundo Entero (se repite todo 10 veces, luego gloria)
2do. Misterio: Jesus, Rey de Reyes, que derramaste tu sangre cuando te flagelaron.
Respondemos todos: Por tu preciosa sangre, salva a Venezuela y al Mundo Entero (se repite todo 10 veces y luego el Gloria)
3er. Misterio: Jesus, Rey de Reyes, que sangraste en tu Divina cabeza cuando te coronaron de espinas
Respondemos todos: Por tu preciosa sangre, salva a Venezuela y al Mundo Entero (se repite todo 10 veces y luego el gloria)
4to. Misterio: Jesus, Rey de Reyes, por la sangre que broto de tus hombros al cargar el madero.
Respondemos todos: Por tu preciosa sangre, salva a Venezuela y al Mundo Entero (Se repite todo 10 veces y luego el Gloria)
5to. Jesus, Rey de Reyes, que clavado en la cruz, entregaste tu vida por nosotros.
Respondemos todos: Por tu preciosa sangre, salva a Venezuela y al Mundo Entero (Se repite todo 10 veces y luego el Gloria)