FUENTE INAGOTABLE DE LUZ

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¡ILUMÍNANOS!

Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO

Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO
Sagrados Corazones de Jesús y María, unidos en el amor perfecto,

sábado, 28 de julio de 2012

NOVENA EN HONOR A DIOS PADRE MISERICORDIOSO


Desde hoy hasta el 5 de agosto (primer domingo)

Novena según mensaje del mismo Dios Padre dado al mundo a través de Sor Eugenia Elisabetta Ravasio.

Novena en honor a Dios Padre Misericordioso.

Invocación:

Oh Dios todopoderoso y eterno.
Potencia infinita.
Amor insondable
Sabiduría perfecta
Tu que riges el universo desde el trono que está por encima de todo.
Permite que mi corazón te alabe porque enorme es la gracia que me invade si tan solo puedo pronunciar tu nombre.
Santo, santo, santo, es el Señor
Si tan solo puedo acudir a ti
Santo, santo, santo es el Señor
Si esta pobre criatura imperfecta es digna de tu amor perfecto
Santo, santo, santo es el Señor
Enorme es la alegría que hay en mi corazón porque puedo llamarte Padre.
Alabado sea nuestro señor Jesucristo ya que por su Divina intercesión se concede al mundo los torrentes infinitos de la misericordia de Dios. 

Acto de contrición.

Oración para todos los días.

Dios todopoderoso y eterno Padre, Hijo y Espíritu Santo, Uno Y Trino:

Vengo ante tu presencia rogándote humildemente me recibas como un padre a su hijo, con ese inmenso amor que quiso reconciliarse con el mundo. Es por la intercesión de tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo que puedo clamar a tu Divina majestad.

Padre Celestial, yo sé que conoces a la perfección mis flaquezas, eres tan justo oh Padre Santo que si compadezco ante tu Divina Justicia pareceré un hijo rebelde que se obstina en su error, pero, ¿quién de los hijos de Eva dará la medida justa en tu presencia?

Oh Divina Justicia, te suplico que no me llames a juicio, porque ninguno de mis pecados es pequeño, ni ninguno de mis méritos digno de justificación, sólo mediante Cristo alcanzaré la salvación.

Padre Celestial, Rey del universo, perdona mi atrevimiento pero mi corazón inspirado en tu espíritu me mueve a invocarte de un modo especial. Tu amado Hijo, nuestro señor Jesucristo ha dicho: “Pidan y se les dará”, del mismo modo el Espíritu Santo, que nos inspira a obrar conforme a tu voluntad para alcanzar la gracia ante tus ojos, nos invita a confiarnos en tu infinita bondad.

Señor, dígnate concedernos paz y salvación para esta casa y para el mundo entero, que tu potencia, tu amor y tu Espíritu Santo toquen los corazones de los hombres para que toda la humanidad por medio de tu Hijo se encamine hacia ti Padre que la buscas para amarla y salvarla.

Estos son días de salvación y de bendición. Padre no permitas que se los escape la oportunidad de ir hacia ti para recibir de ti el bien en esta vida y para que nos prepares para la felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Primer Día.
Dios se revela como autor y Padre de todo lo creado.

Padre Santo:

Has manifestado dulcemente que tu alegría se encuentra en ser conocido y amado por tus criaturas, permite que esta alma te alabe y te adore como el Padre todopoderoso y amoroso que eres. Ya que siempre estás pendiente de nosotros llámanos ir a ti, a fin de que conozcamos el verdadero consuelo que solo se halla en tu amor paternal 

Me dirijo confiadamente a ti como un hijo a su padre. Permite oh Padre Eterno que tus hijos te conozcan por medio del caudal de tus bendiciones. Vengo ante ti con toda la humildad que me es posible rogándote le des la esperanza a este mundo, que nos cobijes con el amor de un Padre que se entrega sin reservas. Tú que siempre estás al pendiente de todas y cada una de tus criaturas, haz que seamos capaces de reconocernos como obra tuya, imagen y semejanza tuya, para que de este modo no consintamos más el pecado que nos aleja de tus divinas promesas y tu amor infinito. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Segundo Día.
La omnipotencia de Dios, el Ser antes de todo ser.

Padre Eterno:

Tú que eres el Alfa y el Omega, el principio y el fin de todo, potencia infinita, misericordia insondable, nada sucede sin que tú lo sepas. Tú creaste todas las cosas con tu Palabra y por tu querer subsisten. 

Este día nos regocijamos y saltamos de gozo al contemplar las maravillas que tu amor ha creado, siendo la humanidad de manera especial la obra maestra hecha por y para el amor.

Puesto que tú eres la causa de todo, el principio y el fin de todas las cosas, todo se somete ante tu voluntad y nada subsistirá fuera de ti. Nosotros tus hijos sabemos esa gran verdad y la proclamamos. Y como nos has creado para el amor, nuestra alma desde el principio de los tiempos ha buscado a su creador, en nosotros hay un vacío que solo se llena con tu amor.

Dichosa la humanidad porque han venido los días de salvación con la Palabra encarnada que ha nacido entre los hombres. Ahora que la esperanza ha venido, ahora que hemos contemplado en el niño Jesús la gloria de tu presencia, saltaremos de contento y alegría teniendo bien presente en la memoria la felicidad que sólo se encuentra en tu amor.

Alabado sea el niño Jesús. Bendita y dichosa sea la Virgen María porque en este día santo hemos visto surgir la maravilla más grande de tu amor Padre Santo.

Dios todopoderoso y eterno ya que ante tu voluntad todo reposa acudimos a ti confiadamente sabiendo que tu sabiduría y bondad infinita nos socorrerá en todo momento. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Tercer Día.
Dios busca al hombre.

Padre Eterno:

Tu infinito amor nos ha concedido la gloria especial de conocerte y amarte, en especial en estos tiempos en los que el Divino Verbo se hizo hombre en el vientre purísimo de la Virgen María. Nadie jamás te ha visto Padre Celestial, sólo tu unigénico Hijo, nuestro Señor Jesucristo te ha visto, te conoce y guarda tu palabra. Es Él quien te ha revelado al mundo.

Desde los tiempos de la antigua alianza con tu pueblo Israel, hasta la nueva alianza que se hace presente en el sacrificio perfecto de Jesús, haz querido reconciliarte con la humanidad alejada de tu presencia por el pecado. Alabado seas señor puesto que tu bondad infinita nunca se ha olvidado del hombre.

Y ya que por el bautismo nos convertimos en hijos tuyos y podemos llamarte Padre, permite Señor que seamos capaces de hacer tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Cuarto día.
La misericordia de Dios.

Padre Santo:

Tu misericordia es un misterio insondable, incomprensible para nosotros los humanos, por tu infinita paciencia para perdonar los pecados es que el mundo existe. Dichosos aquellos que han encontrado la gracia ante tus ojos porque ya nunca mas andarán como errantes, ya nunca más andarán como extraviados porque la luz que lo ilumina todo y el espíritu que reposa en ellos les darán claridad para transitar por este mundo en paz.

Te pedimos perdón por la manera en que los hombres han olvidado tu amor de Padre. Pero ello no ha sido obstáculo para tu amor porque nos amas muy tiernamente. Por medio de tu Hijo, en el Verbo hecho hombre has concedido al mundo las más grandes maravillas y gracias. Recibiste las oraciones de tu amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo para que el hombre tuviera un camino trazado y caminara siempre seguro en la justicia, para que llegase hasta ti. 

Puesto que comprendes a la perfección nuestra debilidad nos has concedido por medio de tu Hijo, nuestro señor Jesucristo los medios para levantarnos después de las caídas. Estos medios permiten purificarnos de los pecados, para seguir siendo los hijos de tu amor. Principalmente son los siete sacramentos y sobre todo el gran medio para salvarse que es el Crucifijo, que es la Sangre de tu Hijo, que en cada instante se derrama sobre nosotros, ya sea con el sacramento de la penitencia, ya sea con el santo sacrificio de la Misa. 

Padre Eterno, concédenos fuerza de voluntad para obrar rectamente, para que determinados en el bien actuemos como tu lo deseas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Quinto Día.
El camino hacía Dios.

Padre Eterno:

Eres nuestro Padre, tú eres el mejor de los padres. Recurriremos a ti con confianza y amor. Permítenos llegar a ti Padre santo, que siempre estás tan cerca de nosotros. Es necesario amarte y glorificarte para ser juzgados con tu amor infinitamente misericordioso. Concluimos con alegría que hay un Padre sobre todos los padres, que nos ama y que no cesará nunca de amarnos

La Cruz es el camino por el que te haces presente en medio de nosotros tus hijos, porque es por medio de ella que tu Amado Hijo nos ha redimido, la Cruz es el camino que sube hacia tu Hijo, y desde tu Hijo hacia ti. Sin ella nunca podríamos llegar, porque los hombres, con el pecado, hemos atraído sobre nosotros el castigo de la separación de Dios. En la Eucaristía tú vives en medio de nosotros como un Padre en su familia. Quisiste que tu Hijo instituyese la Eucaristía para hacer de cada tabernáculo un depósito de tus gracias, de tus riquezas y de tu amor, para darlas a los hombres, tus hijos. 

También vienes a nosotros por medio de tu Espíritu Santo de manera silenciosa habitas en las almas en estado de gracia, siendo para ellas como un Padre que ama, protege y sostiene a su hijo. Digamos a grandes voces ¡Qué no ha hecho por su pueblo el Señor, desde Adán hasta José, padre adoptivo de Jesús, y desde José hasta hoy día. El hombre te debe un culto especial, como Padre, Creador y Salvador. En el Éxodo dice que hay que ensalzar a Dios con un culto especial. Sobre todo los salmos de David contienen esta enseñanza. En los mandamientos que tu mismo diste a Moisés pusiste en primer lugar “Adorarás y amarás perfectamente a un solo Dios”. Te suplicamos Señor envíes tu espíritu para que inspirados en él te alabemos como tu deseas siempre. Por Jesucristo nuestro señor. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Sexto Día.
La Confianza y Fe en Dios.

Que mi alma repose tranquila en tu espíritu, que le primero y el último de mis pensamientos en el día sea para ti.

Señor tú nos concedes los milagros en la medida que confiamos en ti, en la que nos abandonamos en ti. Señor concédenos aumentar nuestra fe para que tengamos nuestra esperanza sólo en ti, haz que busquemos los bienes celestiales antes que los terrenales.

Deseo abandonarme a ti Dios Todopoderoso y eterno, porque todo lo puedes y todo lo sabes. Si estás conmigo ya mi fuerza no será superada ni mi espíritu abatido. No permitas Padre Eterno que nadie ni nada me aleje de tu amor paternal.

Ciertamente soy débil pero apoyado en el Espíritu quiero decirte con toda la sinceridad de mi corazón: Padre te amo y consagrarte todo lo que soy a ti, tú que eres el supremo bien, porque sólo por ti seré.

Quiero aprender a confiar en ti porque sé que todo en este mundo tiene conforme a tu voluntad un propósito. Tengo confianza en tu infinito amor que se ha manifestado al mundo por medio de tu amado hijo, nuestro Señor Jesucristo. Oh Divino Jesús, las tuyas son palabras de vida eterna, Justo y misericordioso eres Señor, es por tu intercesión que podemos decirle padre a Dios.

Cantemos en alta voz porque el Rey de la Gloria vendrá por segunda vez a darle a cada cual su merecimiento.

Padre Santo, te suplico me des la fortaleza y el entendimiento necesarios para continuar por el camino que haz elegido para mi. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Séptimo Día.
El camino de Dios.

Padre Eterno:

No permitas que nos aferremos a nuestra forma de ver y sentir la vida, enséñanos a escuchar tu palabra.

Que todo lo que haga y sea conforme a tu voluntad me resulte. Oh Padre misericordioso bendice mis propósitos y mis trabajos. La vida es difícil pero yo tengo un aliado más fuerte que todos mis enemigos juntos. Tú me has protegido en las dificultades, sé que el camino es estrecho pero al final veremos tu rostro alegre Señor.

Que en un instante desaparezcan mis pesares porque tú Señor deseas mi bien, mi alma te alabara siempre, en tu presencia me regocijare, porque me reivindicarás.

En verdad es justo y necesario alabarte Señor, porque tú eres el Supremo Bien, toda bendición proviene de ti, el amor divino siempre ha sido tu virtud más grande. En ti está toda nuestra esperanza porque tú eres misericordioso y justo. En tú Palabra encarnada, en Jesucristo nuestro Señor todas tus promesas han pasado a ser en él un sí.

Padre Eterno muéstrame la senda, guíame por el camino correcto entero hasta ti, consérvame en ti integro de cuerpo y alma. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Octavo Día.
La voluntad de Dios se cumple infaliblemente.

Padre Eterno:

Concédenos que brille nuestro entendimiento, que se ilumine todo para que no estemos confundidos nunca más.

Tu proceder es perfecto y tu palabra a toda prueba, tú me revistes de fuerza.

Tengo puesta toda mi esperanza en tu amor paternal. Que mi alma se llene de gozo en consonancia con las alabanzas de tus ejércitos celestiales y de tus santos para alabarte y glorificarte siempre y en todo lugar Dios todopoderoso.

En los cielos se canta la gloria del Señor, en el lugar santo estarán los bienaventurados regocijándose en tu presencia que todo lo colma. Todas las cosas serán renovadas en ti Señor, el transcurrir del tiempo se detendrá en el instante de tu eternidad. Tu pueblo escogido vivirá para siempre en ti.

El nuevo pueblo sacerdotal estará instituido en el sacerdocio perfecto de tu amado Hijo porque es tu voluntad que ante él se someta todo lo creado, él será su pastor.

Padre Eterno tu que todo lo provees y a todo le das sentido, haz que aprendamos a ser certeros en el cumplimiento de nuestro deber para contigo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Noveno Día.

Padre Eterno:

Mi alma al eco de tu voz salta de gozo, desde el amanecer hasta el ocaso no hay para mi alegría semejante que guardar para mi corazón tus palabras de vida eterna.

Que todo desaparezca detrás de ti porque no hay más certezas que las tuyas. Deseo buscarte Señor en todas partes, mi alma te busca con el apremio de quien se sabe cercano a la felicidad verdadera.

Mi alma solo tendrá reposo en el Señor sólo su palabra me dará vida y su espíritu me inspirará.

Concédeme Padre Eterno encontrar las huellas de tu amor hasta en las cosas más simples. Hazme sensible a tu amor, haz mi corazón semejante al tuyo. Arrodillado frente al altar me ofrezco enteramente a ti, en mis pensamientos y obras, tú eres el dueño de mis días, en ti confío Padre misericordioso, serás mi guía, mi camino y mi fin.

Te suplicamos señor que envíes tú Espíritu al mundo para que la generosidad, la humildad, la unión, la fe, la confianza y el amor brillen en los corazones de los hombres por siempre.

Permítenos ir a ti Padre por medio de tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo quien nos ha dado por su divina intercesión el camino certero hasta ti.

Te ofrezco de corazón estas nueve comuniones a fin de que te sean gratas. Todo te lo pido por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Dios Padre misericordioso
Dios Hijo Jesús de la divina misericordia
Dios espíritu Santo Señor y dador de vida.
Santísima Trinidad que eres un mismo Dios.

En vos confío.


Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Oración final para todos los días.

Padre Eterno:

Te pedimos humildemente nos concedas todo aquello que nosotros no somos capaces de pedirte porque no sabemos lo que nos conviene, desconocemos nuestra situación, sólo tú sabes lo que necesitamos. Señor que no seamos sordos a tu voz, que no seamos ingratos persistiendo en el error del pecado. Sabiendo que nada se oculta ante tus ojos, ni el presente, ni el pasado, ni el futuro, ni la penumbra, ni la luz, no hay secreto alguno para ti; sentí vergüenza de mis pecados. Tu sabes a la perfección mi medida y me apremia el corazón ser tan ingrato, haberlo sido y seguir siéndolo.

Padre eterno sólo por tu infinita misericordia y amor podemos dirigirnos a ti mediante la intercesión de tu amado Hijo. Hoy quiero recordar con júbilo tu misericordia. Clamaremos a ti y tendremos al mejor de los padres. Digamos a grandes voces, tenemos al mejor de los padres. Recordemos tu amor paternal ahora que la promesa se ha cumplido con la venida del Mesías. Tu amor oh Dios mío es el amor verdadero porque lo da todo. Fiel y verdadero eres Señor porque en el celo de tu amor entregaste a tu Hijo bien amado para la salvación de la humanidad y con razón te alaban tus criaturas porque eres amor infinito. El camino que nos ofreciste para la salvación es tu amado Hijo, nuestro señor Jesucristo y tu Espíritu Santo quien inspira en los corazones la gracia, la oración, la obra y la felicidad. Dichosos los hombres que han vivido en tu amistad ya que tu Espíritu los conforta y los mueve a continuar tu obra Salvadora.

Padre Eterno inspirado en ese mismo Espíritu con confianza y amor he venido humildemente a pedirte que si fuere conforme a tu voluntad que (Hacer la petición). Espero confiadamente que mi petición será escuchada, me abandono a ti con la certeza de tu misericordia infinita. Estamos plenamente seguros de que tenemos un Padre que nos ama mucho.

Dios mío, ya que para ti nada es imposible, solo en ti puedo (podemos) confiar sin reserva, sé (sabemos) que tu respuesta será certera y pronta. Todo te lo pido (pedimos) por Jesucristo nuestro señor, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.


lunes, 23 de julio de 2012

TESTIMONIO DE AGUSTÍN

Hola a todos, hermanos y hermanas, me llamo Agustin y os voy a contar mi humilde experiencia, ya que son tantos los que me preguntan:

Nací en una familia cristiana. Somos 9 hermanos. Desde pequeño estoy enfermo, con 7 años me operaron del corazón. Desde el año 99 estoy operado de la enfermedad de Crohn, resección de 36 cm de intestino delgado, íleon terminal… lo cual me hace sufrir.
Después de la operación me revelé contra Dios, contra la Iglesia, contra mi familia, contra el mundo, hasta contra mí. ¿Si Dios es mi padre como consiente que sufra de este modo?, ¿Si Dios es Amor, como permite que en mi vida haya sufrimiento?... me preguntaba constantemente. En el padrenuestro cuando se dice “hágase tu voluntad”, no era capaz de decirlo, no era capaz de aceptar mi enfermedad.
Y así el mundo me absorbió. Bebía, jugaba a las cartas, a las máquinas tragaperras, probé los porros y la cocaína, tan solo para demostrarme que yo soy algo.
Buscando, luchando, me volví un siervo, un adicto a las cosas que me hacían sentir gozo por un tiempo limitado, pero a la vez me estaba matando, y mi alma moría conmigo. Así estuve unos ocho años, los cuales estuve viviendo como un zombi, sin ningún sentido, todo me daba igual. Vivía en un pozo sin fondo, si hubiera seguido en el pecado hubiera acabado muerto.
La verdadera razón de caer tan bajo, ahora lo sé, fue la incapacidad de vivir con mi enfermedad. Esto es la verdadera, la profunda razón. La no aceptación de mi cruz, mi enfermedad.

Su Madre, la Virgen, que veía que estaba como un cadáver viviente me llamó a Medjugorje y allí encontré el amor de Dios, ella como buena madre me acercó hasta su hijo Jesús, y me encontré conmigo mismo. Esta experiencia es la más bonita que un hombre pueda tener, ser amado por el mismo Dios. Fue llegar y encontrarme con su Amor. ¡Se nota se siente la Virgen está presente!
Iba con el corazón abierto y allí, encontré la misericordia del Señor a través de la Virgen.
Desde entonces esta llama de Amor que la Virgen encendió, la mantengo viva en mi corazón por medio de la oración. Esto de rezar no es para mí nada nuevo, pues vengo de una familia cristiana.
Yo siempre había creído en Dios, pero, en realidad, mi vida nada tenía que ver con Dios. Ahora sí, rezo el rosario todos los días, intento ir a misa diariamente, y es una verdadera satisfacción, olvidarte de ti mismo, desconectar, olvidar tus problemas que te acosan…
Pienso que todo esto que ha ocurrido en mi vida es un milagro, es la resurrección en la que hoy creo. No me siento hoy ni más sabio, ni mejor que nadie, pero si, el hombre más feliz del mundo, porque ya salí del infierno, estaba muerto y Jesucristo me ha resucitado.

La realidad en la que ahora vivo no la puedo describir con palabras, hay que vivirla, sentir el Amor de Dios en tu vida.
Hoy puedo estar muy feliz, pues sé que el Señor ha borrado mis culpas del pasado a través de la confesión.
Antes las cosas materiales me hacían feliz, el placer temporal, pero ahora la única fiesta que quiero es la eucaristía diaria.
A pesar de mis heridas del pasado, conmigo está Aquél capaz de vencer todo mal. Esta es mi paz y mi alegría. La verdadera libertad de Dios.
Ahora que encontré a Jesús, quiero seguir adorándole, quiero seguir viviendo en este Amor.
Tengo que seguir junto a la Virgen que es la que me da fuerzas para arrodillarme ante su Hijo Jesucristo y decirle ¡te necesito, sin ti, no soy nada!
Este es mi pan de cada día, ponerme de cara al Señor y pedirle la conversión.

Hoy sigo enfermo, soy el mismo, un pecador, pero que por medio de mi cruz he conocido a Jesús. Tuve que llegar a caer en lo peor, pero tras ese sufrimiento que llevaba con soberbia, descubrí el perdón de Dios.

Mi vida se la he entregado a Dios completamente, para que disponga y que realice los planes que Él, como Padre, haya preparado y quiero aceptar en mi vida su voluntad y no la mía. Con seguridad puedo decir que he encontrado lo que siempre había buscado: LA FELICIDAD.
Hoy siento que Jesús resucitó mi corazón, mi alma, y ahora solo quiere dar amor. Por eso ahora solo puedo bendecir por todo a Dios, que es nuestro Padre. Porque me creó y puso en el camino de mi vida a la Virgen.

La gente que va a Medjugorje no va por casualidad sino llamados por la Virgen. Allí se siente el amor de Dios a través de la presencia de María que nos lleva a que vivamos por Jesús, con Él y en Él.
Como en las bodas de Caná, me invitaron, pues mi vida no tenía sentido, me faltaba el buen vino, Cristo faltaba en mi vida; así que después de haber probado su sangre, nada del mundo, nada de lo que sociedad me ofrece, me satisface, solo Dios basta. Ahora que me ha escogido y me ha hecho su discípulo, es mi deber dar a conocer al mundo la Gloria de Dios.

Tengo 36 años. Ahora estoy con un brote y lo estoy pasando mal físicamente, porque mi cuerpo no me acompaña, pero mi alma está feliz, apoyado en María, mi madre, que cuida de mí.

Y es que sufrir... ¡cuesta tanto!... Si hay algo que a estas alturas de mi vida he comprendido, es que el sufrimiento es un camino que se recorre solo, y que nadie es capaz de entenderlo. Miedo, angustia, desesperación, rendición, oscuridad, llanto,… son los adornos del que sufre.
Hasta el mismo Jesús, tuvo que ser consolado por un ángel, porque no encontró consuelo humano.
El sufrimiento es el mayor misterio de Dios, no es posible entenderlo, sólo puede ser aceptado.
Aceptar ahí está la cuestión, aceptar la cruz de cada día y obedecer, como Jesús, hasta la muerte.

Aunque mi vida este llena de tristezas, dolores, desilusiones y problemas... No tengo miedo.
Ahora cuando estoy con dolores, que no puedo ni moverme, sonrío y le digo a este problema, que Jesús me lleva de la mano, y me da fuerzas para seguir adelante.
¡¡Gracias Señor porque haces que mi carga sea ligera, mi cruz llevadera!!

No es fácil ser valiente, no es fácil enfrentar las dificultades, enfrentar los problemas sin miedo, lo sé por experiencia que no es fácil.
La fe no es para cobardes, la fe no es para llorones, la fe no es para gente que no sea capaz de enfrentar los problemas. Yo no busco las molestias pero si llegan tengo que enfrentarlas, yo no quisiera tenerlas, pero si llegan tengo que enfrentarlas. Uno no se puede esconder de los problemas, ¿qué haces con esconderte ante los problemas?, ¿qué ganas?...

Aférrate al Señor y no dudes de su amor. Acepta con valentía todo lo que te venga, se paciente si la vida te trae sufrimientos. Muchas veces nos cerramos en sí mismos, queremos salir corriendo, evadirnos de nuestra realidad diaria. La vida hay que enfrentarla tal como venga, hay que aceptarla tal cual es.
No seamos soberbios, sino, humildes.
La humildad es saber quién soy, que puedo hacer y cuál es mi función en la vida. No trates de llevar tu vida, déjate caer en las manos del Señor.

¡¡No tengas miedo!! Dios está contigo. Jesús, el que está resucitado, ya cargó la cruz por ti, no intentes llevarla sólo. Que no pueda contigo el miedo al futuro. Pon tu confianza en Él.

domingo, 22 de julio de 2012

EL AVISO A LA HUMANIDAD DE PARTE DE DIOS Y LA SANTÍSIMA VIRGEN PROFETIZADO





El GRAN AVISO es el MAYOR EVENTO EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD ARTÍCULO COMPLETO AQUÍ:
http://virgenfatima.wordpress.com/2012/05/18/220/

desde la crucifixión de Jesús antes del Advenimiento su segunda venida a la Tierra,
un evento como nunca antes en esta tierra! www.jesushabla.com
EL GRAN AVISO

Nuevas profecías recibidas por una visionaria europea de un apostolado el cual incluye Sacerdotes de Varios Países revelan los acontecimientos mundiales en el período previo a la Segunda Venida


¿POR QUÉ EL GRAN AVISO SE LLEVARA A CABO?

•Para demostrar a todos que Dios existe.
•Para llevar a todos a Jesús y el camino de la verdad.
•Para diluir el impacto del pecado y del mal en el mundo a través de la conversión.
•Para ayudarnos a reparar el pecado cometido antes de que el día del juicio final, con ello dándonos la oportunidad de pedir perdón por los pecados que hemos cometido.
•Para convertir a los no creyentes que no tendrían ninguna posibilidad de redención sin este gran acto de misericordia.
•Para fortalecer la fe de los creyentes.
SOLO CON ESTE HECHO SE CONVERTIRÁ EL PUEBLO JUDÍO AL CRISTIANISMO, QUE ES INDISPENSABLE PARA LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR SEGÚN LAS ESCRITURAS.

¿QUÉ PASARÁ EN EL GRAN AVISO?

•Toda persona mayor de 7 años experimentará un encuentro privado místico con Jesucristo, que tendrá una duración de algo más de 15 minutos
•Es un don de Dios Padre para convertir a la gente a la verdad. Es como el Día del Juicio Final se desarrollará sólo que esta vez no será condenado. En su lugar se le dará la oportunidad de pedir perdón.
•Dos cometas chocaran en el cielo.
•La gente creera que es una catástrofe peor que un terremoto, pero no lo es - es una señal de que Jesús ha venido.
•El cielo se volvera rojo se verá como un incendio y entonces podrás ver una gran cruz en el cielo para prepararte primero.
•Los ateos diran que fue una ilusión global. Los científicos buscaran una explicación lógica, pero no la habrá.
•Sera espectacular y no nos hará daño, porque se trata de un acto de Amor y Misericordia de Jesús.
•Nuestros pecados se nos mostraran y esto nos hará sentir tristeza y vergüenza tremenda cuando se nos revelen. Otros quedaran tan enfermos y sorprendidos por la forma en que sus pecados se revelaron que caerán muertos antes de que tengan la oportunidad de pedir perdón.
•Todo el mundo va a ver el estado de su alma delante de Dios - el bien que han hecho en sus vidas, el dolor que han infligido a los demás y todo lo bueno que ellos no hicieron.
•Mucha gente va a caer y llorar lágrimas de alivio. Lágrimas de alegría y felicidad. Las lágrimas de admiración y de amor.
•Porque, al fin, será posible vivir una nueva vida a partir de entonces cuando spamos la verdad completa.
Jesús está pidiendo a todos a rezar por las almas que mueran de shock que puedan estar en pecado mortal. Todo el mundo debe prepararse ahora. Jesús pide que todos pidan por el perdón de sus pecados antes del GRAN AVISO.

jueves, 19 de julio de 2012

15 Minutos en Compañía de Jesús Sacramentado

¡Bendito y alabado seas por siempre Señor en el Santísimo Sacramento del Altar!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo, amén.







lunes, 16 de julio de 2012

Palabras que nacen del corazón cuando El Espíritu Santo se mueve y nos transforma




LA  CRUZ
 
La cruz  es la puerta de la esperanza, 
de ella recibimos la luz que nos permite ver con claridad
los senderos que hay que transitar,
por medio de ella, en el mundo penetra el amor fiel del Senor que nos renueva.
 
Ella engendra en nuestra vida motivos solidos para esperar pacientemente.
 
Ella es la escuela del Amor verdadero.
 
Sostiene  nuestra espera, con los motivos que mencionamos y muchos otros,
que son germenes de esperanza presentes en nuestro mundo.
 
Nuestro Senor Crucificado es nuestra esperanza
En  la enfermedad, en la soledad, en la falta de trabajo,
en las vejaciones, en las calumnias, en el dolor,
en la traicion,
en nuestras tribulaciones, en el olvido,
en la agonia y en la muerte para la resurreccion en Sus Brazos.
 
El Senor se entrego por el perdon, y
nos ha dejado esa mision perdonar y perdonar no siete veces sino setenta veces siete que es infinitamente.

miércoles, 11 de julio de 2012

La Transubstanciación





¿Qué es la Transubstanciación?

Estimemos por «justa y conveniente» la palabra exacta que expresa la conversión del pan y del vino: ¡Transubstanciación!


«La Presencia Real»
1. Verdadera, real y sustancial
Nos enseña la santa fe católica que Nuestro Señor Jesucristo está verdadera, real y sustancialmente presente, en el Santísimo Sacramento del altar. Es sacramento porque es signo sensible –pan y vino–, y eficaz –produce lo que significa–, de la gracia invisible y porque contiene al Autor de la gracia, al mismo Jesucristo nuestro Señor.
¿Què quiere decir verdadera?
Verdadera quiere decir que su presencia no es en mera figura (como en una foto),  sino en verdad.
¿Qué quiere decir realmente?
Realmente quiere decir que su presencia no es por mera fe subjetiva (no porque uno así lo opine), sino en la realidad.
¿Qué quiere decir sustancialmente?
Sustancialmente quiere decir que la presencia del Señor en la Eucaristía no es meramente virtual (como la usina eléctrica está virtualmente presente en el foco de luz), sino según el mismo ser de su Cuerpo y Sangre que asumió en la Encarnación.
El Concilio de Trento enseña que: «Si alguno negare que en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real, y sustancialmente el Cuerpo y la Sangre, juntamente con el alma y la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y, por ende, Cristo entero; sino que dijere que sólo está en él como en señal y figura o por su eficacia, sea anatema».
Doctrina que recoge el reciente Catecismo de la Iglesia Católica: «Cristo Jesús que murió, resucitó, que está a la derecha de Dios e intercede por nosotros (Ro 8,34), está presente de múltiples maneras en su Iglesia: en su Palabra, en la oración de su Iglesia, allí donde dos o tres estén reunidos en mi nombre (Mt 18,20), en los pobres, los enfermos, los presos, en los sacramentos de los que Él es autor, en el sacrificio de la misa y en la persona del ministro. Pero, “sobre todo (está presente), bajo las especies eucarísticas”.
El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la Eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella “como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos”. En el santísimo sacramento de la Eucaristía están “contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero.” “Esta presencia se denomina ‘real’, no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen ‘reales’, sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente”».
De tal modo, que Nuestro Señor Jesucristo está presente en la Eucaristía con el mismo Cuerpo y Sangre que nació de la Virgen María, el mismo cuerpo que estuvo pendiente en la cruz y la misma sangre que fluyó de su costado.
2. De la Transubstanciación 
Nuestro Señor se hace presente por la conversión del pan y el vino en su Cuerpo y Sangre. Esa admirable y singular conversión se llama propiamente «transubstanciación», no consustanciación, como quería Lutero.
Se dice admirable porque es un misterio altísimo, superior a la capacidad de toda inteligencia creada. ¡Es el Misterio de la fe! Se dice singular porque no existe en toda la creación ninguna conversión semejante a esta.
En la transubstanciación toda la substancia del pan y toda la sustancia del vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Cristo. De tal manera que bajo cada una de las especies y bajo cada parte cualquiera de las especies, antes de la separación y después de la separación, se contiene Cristo entero.
Es de fe, por tanto, que de toda y sola la substancia del pan y del vino se transubstan cia en toda y sola la sustancia del cuerpo y sangre de Cristo. Ahora bien, ¿qué es lo que permanece? Permanecen, sin sujeto de inhesión, por poder de Dios, en la Eucaristía los accidentes, especies o apariencias del pan y del vino.
¿Cuáles son? Los accidentes que permanecen después de la transusbtanciación son: peso, tamaño, gusto, cantidad, olor, color, sabor, figura, medida, etc, de pan y de vino. Sólo cambia la sustancia.
Por la fuerza de las palabras bajo la especie de pan se contiene el Cuerpo de Cristo y, por razón de la compañía o concomitancia, junto con el Cuerpo, por la natural conexión, se contiene la Sangre, y el alma y, por la admirable unión hipostática, la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.
Y, ¿qué se contiene por razón de las palabras bajo la especie del vino? Por razón de las palabras se contiene la Sangre de Cristo bajo la especie del vino y, por razón de la concomitancia, junto con la Sangre, por la natural conexión, se contiene el Cuerpo, el Alma y, por la unión hipostática, la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.
Enseña el Catecismo de la Iglesia Católica: «Mediante la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y Sangre, Cristo se hace presente en este sacramento. Los Padres de la Iglesia afirmaron con fuerza la fe de la Iglesia en la eficacia de la Palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo para obrar esta conversión. Así, san Juan Crisóstomo declara que: “No es el hombre quien hace que las cosas ofrecidas se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo, sino Cristo mismo que fue crucificado por nosotros. El sacerdote, figura de Cristo, pronuncia estas palabras, pero su eficacia y su gracia provienen de Dios. Esto es mi Cuerpo, dice. Esta palabra transforma las cosas ofrecidas”.
Y san Ambrosio dice respecto a esta conversión: “Estemos bien persuadidos de que esto no es lo que la naturaleza ha producido, sino lo que la bendición ha consagrado, y de que la fuerza de la bendición supera a la de la naturaleza, porque por la bendición la naturaleza misma resulta cambiada... La palabra de Cristo, que pudo hacer de la nada lo que no existía, ¿no podría cambiar las cosas existentes en lo que no eran todavía? Porque no es menos dar a las cosas su naturaleza primera que cambiársela”».
Sigue diciendo el Catecismo de la Iglesia Católica: «El Concilio de Trento resume la fe católica cuando afirma: “Porque Cristo, nuestro Redentor, dijo que lo que ofrecía bajo la especie de pan era verdaderamente su Cuerpo, se ha mantenido siempre en la Iglesia esta convicción, que declara de nuevo el Santo Concilio: por la consagración del pan y del vino se opera el cambio de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre; la Iglesia católica ha llamado justa y apropiadamente a este cambio transubstanciación”».
3. Omnipotencia de Dios 
El sacerdote ministerial predica la Palabra de Dios, presenta a Dios los dones de pan y vino, los inmola y los ofrece al transubstanciarlos en el Cuerpo y la Sangre del Señor, obrando en nombre y con el poder del mismo Cristo, de modo tal que, por sobre él sólo está el poder de Dios, como enseña Santo Tomás de Aquino: «El acto del sacerdote no depende de potestad alguna superior, sino de la divina», de tal modo, que ni siquiera el Papa, tiene mayor poder que un simple sacerdote, para la consagración del Cuerpo de Cristo: «No tiene el Papa mayor poder que un simple sacerdote».
«Al mandar a los Apóstoles en la Última Cena: Haced esto en memoria mía (Lc 22,19; 1Cor 11,24.25), les ordena reiterar el rito del Sacrificio eucarístico de mi Cuerpo que será entregado y de mi Sangre que será derramada (Lc 22,19; 1Cor 11,24.25). Enseña el Concilio de Trento que Jesucristo, en la Última Cena, al ofrecer su Cuerpo y Sangre sacramentados: “a sus apóstoles, a quienes entonces constituía sacerdotes del Nuevo Testamento, a ellos y a sus sucesores en el sacerdocio, les mandó ... que los ofrecieran”».
Y esto por el poder divino, ya que existe «en la misma transformación, una selección que indica penetración extraordinaria; dentro de una misma cosa material hay algo que cambia y algo que permanece inmutable; además el cambio produce algo nuevo...». En la Divina Invocación, como llamaban muchos Santos Padres a la consagración, se da:
1. Una selección: entre la substancia y los accidentes;
2. Una penetración extraordinaria: distinguir ambos elementos, para que desaparezca uno y permanezca el otro;
3. Algo nuevo aparece: el Cuerpo entregado y la Sangre derramada de Cristo, bajo especie ajena, o sea, sacramental.
Por esto, la conversión del pan y del vino en la Misa, implica dificultades más grandes que respecto a la creación del mundo, como dice Santo Tomás de Aquino: «En esta conversión hay más cosas difíciles que en la creación, en la que sólo es difícil hacer algo de la nada. Crear, sin embargo, es propio de la Causa Primera, que no presupone nada para su operación. Pero en la conversión sacramental (de la Eucaristía) no sólo es difícil que este todo (el pan y el vino) se transforme en este otro todo (el Cuerpo y la Sangre de Cristo), de modo que nada quede del anterior, cosa que no pertenece al modo corriente de producir, sino que también queden los accidentes desaparecida la substancia...».
Queridos hermanos y hermanas:
Crezcamos siempre en la fe y el amor a Nuestro Señor presente en la Eucaristía. Estimemos por «justa y conveniente» la palabra exacta que expresa la conversión del pan y del vino: ¡Transubstanciación!, que debería sonar en nuestros oídos como música celestial.
Y admiremos siempre el poder de Dios que allí se manifiesta, como lo hace el pueblo fiel que dice, con las palabras del Apóstol Tomás, después de ocurrida la transustanciación: ¡Señor mío y Dios mío! (Jn 20,28).
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Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta con el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta palabra de verdad.
En la cruz se escondía sólo la divinidad, pero aquí también se esconde la humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios; haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere, que te ame.
¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que da la vida al hombre; concédele a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura.
Señor Jesús, bondadoso pelícano, límpiame, a mí, inmundo, con tu sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo escondido, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
BENDITO, AMADO, ADORADO Y GLORIFICADO SEA DIOS UNO Y TRINO SEÑOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA. AHORA Y POR SIEMPRE.
BENDITO, AMADO, ADORADO Y GLORIFICADO SEA EL PADRE ETERNO CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA. AHORA Y POR SIEMPRE. AHORA Y POR SIEMPRE.
BENDITO, AMADO, ADORADO Y GLORIFICADO SEA EL HIJO ETERNO SALVADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA. AHORA Y POR SIEMPRE.
BENDITO, AMADO, ADORADO Y GLORIFICADO SEA EL ESPIRITU ETERNO SANTIFICADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA. AHORA Y POR SIEMPRE.
BENDITA SEA LA SANTISIMA VIRGEN MARIA: HIJA, MADRE Y ESPOSA DEL SEÑOR. AHORA Y POR SIEMPRE.

"POR QUE PARA DIOS NO HAY NADA IMPOSIBLE" LC 1,37.

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EN EL CORAZON DE MAMITA MARIA LA BENDICION DE DIOS TODOPODEROSO PADRE+ HIJO+ Y ESPIRITU SANTO+ DESCIENDAN  SOBRE USTED Y LOS SUYOS HOY Y SIEMPRE HASTA LA ETERNIDAD. AMEN. AMEN. AMEN.