FUENTE INAGOTABLE DE LUZ

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¡ILUMÍNANOS!

Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO

Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO
Sagrados Corazones de Jesús y María, unidos en el amor perfecto,

jueves, 25 de abril de 2013

Francisco y el Juicio Final



 CREATED ON WEDNESDAY, 24 APRIL 2013 22:20
 
 WRITTEN BY ROBERTO O´FARRILL
 

En su catequesis de la Audiencia General celebrada el pasado miércoles 24 de abril, el papa Francisco reflexionó sobre un tema al que en muy pocas ocasiones suele referirse un Romano Pontífice: el retorno de Cristo y el Juicio Final.
En efecto, Francisco se refirió a tres textos del Evangelio que ayudan a entrar en el misterio de una de las verdades –poco conocidas y explicadas- que se profesan en el Credo: que Jesús ha de regresar al mundo, revestido de su gloria, “para juzgar a los vivos y a los muertos”. Los tres textos forman parte del discurso escatológico de Jesús acerca del final de los tiempos en el Evangelio de san Mateo, y son: la parábola de las diez vírgenes, la de los talentos y el juicio final.

El Papa habló de un “tiempo inmediato”, entre la primera venida de Jesús y la última. Es el tiempo en el que vivimos y en el que se coloca la parábola de las diez vírgenes que esperan al Esposo, pero como tarda en llegar se duermen. Cinco de ellas, sabias, tienen aceite para encender sus lámparas cuando el Esposo llega de improviso; las otras, las necias, no lo tienen y mientras lo buscan, ya ha comenzado la fiesta nupcial y la puerta para entrar al banquete está cerrada para ellas. El Santo Padre explicó que “El Esposo es el Señor, y el tiempo de espera de su llegada es el que nos otorga, con misericordia y paciencia, antes de su venida final: un tiempo de vigilancia, en que debemos mantener encendidas las luces de la fe, de la esperanza y la caridad; mantener nuestros corazones abiertos a la bondad, la belleza y la verdad; un tiempo de vivir de acuerdo a Dios porque no sabemos ni el día ni la hora del regreso de Cristo. Lo que se pide de nosotros es estar preparados para el encuentro, lo que significa ser capaces de ver los signos de su presencia, de mantener viva la fe con la oración y los sacramentos, de estar atentos para no dormirnos ni olvidarnos de Dios. La vida de los cristianos que se duermen es una vida triste, no es una vida feliz. El cristiano tiene que ser feliz, sentir la alegría de Jesús”.
La segunda parábola de los talentos se refiere a la relación entre cómo usamos los dones recibidos de Dios y su regreso, cuando nos preguntará cómo los hemos utilizado. El Papa explicó que “la espera de la venida del Señor es el momento de la acción, de aprovechar los dones de Dios, no para nosotros mismos, sino para Él, para la Iglesia, para otros; el tiempo para buscar que siempre crezca el bien en el mundo. Y sobre todo ahora, en este tiempo de crisis, es importante no encerrarse en sí mismos, enterrando el propio talento, las propias riquezas espirituales, intelectuales, materiales… hay que abrirse, ser solidarios, preocuparse por los demás”.
Finalmente, el Santo Padre se refirió al relato del Juicio Final que narra la segunda venida del Señor, cuando juzgará a todos los seres humanos.  Al respecto explicó que “a su derecha estarán los que han actuado de acuerdo a la voluntad de Dios, ayudando al hambriento, al sediento, al extranjero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado; siguiendo así al Señor mismo. A su izquierda estarán los que no han socorrido al prójimo. Esto nos dice que seremos juzgados por Dios en la caridad, según cómo lo hemos amado en los hermanos, especialmente en los más débiles y necesitados”. Francisco hizo notar que “estamos salvados por la gracia, por un acto gratuito de amor de Dios, que siempre nos precede; nosotros solos no podemos hacer nada. La fe es ante todo un don que hemos recibido. Pero para dar fruto, la gracia de Dios siempre requiere nuestra apertura a Él, nuestra respuesta libre y concreta. Cristo viene a darnos la misericordia de Dios que salva. A nosotros se nos pide que confiemos en él, para responder al don de su amor con una vida buena, hecha de acciones animadas por la fe y el amor”.
Al término de su catequesis, el Papa afirmó: “No temamos nunca el juicio final, al contrario, nos debe empujar a vivir mejor el presente. Dios nos ofrece con misericordia y paciencia este tiempo para que aprendamos cada día a reconocerlo en los pobres y los pequeños, para que nos comprometamos con el bien y estemos vigilantes en la oración y el amor. Y que el Señor, al final de nuestra existencia y de la historia, nos reconozca como siervos buenos y fieles”.

martes, 23 de abril de 2013

Unidos en oración.



En el principio de la historia Dios le dijo a la Serpiente (Satanás):
Pondré enemistades entre ti y LA MUJER, entre su descendencia y la tuya, ELLA TE APLASTARA LA CABEZA!

Jesús varias veces llamo MUJER a María, su madre, como por ejemplo en las bodas de Cana Jesús le respondió: «MUJER, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía».

También cuando Jesús estaba en la cruz le dijo lo siguiente:

MUJER ahí tienes a tu hijo.

En el libro del apocalipsis aparece UNA MUJER vestida del sol con la luna bajo sus pies(Virgen Santa María de Guadalupe)

Aquí esta LA MUJER que Dios profetizo desde el principio, La segunda Eva, La Bendita Madre de Jesús, Nuestro Dios, LA MUJER que junto a su descendencia le va aplastar la cabeza a la serpiente(satanás), La Santísima Siempre Virgen María.

Y tu de que lado estas?

Únete y reza El Santo Rosario!

HECHOS 2, 17-21
Escuchen lo que pasara en los últimos días, dice Dios: derramare mi Espíritu sobre cualquiera que sean los mortales.

Sus hijos e hijas profetizaran, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos.

En aquellos días derramare mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas, y profetizaran.

Haré prodigios arriba en el cielo y SEÑALES MILAGROSAS abajo en la tierra.

No se te olvide visitar a Jesús Eucaristía en tu parroquia ya que EL esta en el sagrario esperando a que lo visites y también vía Internet totalmente en vivo 24/7 en:

http://www.adorasi.com/oraciones/visi...

Y también en:

http://savior.org/

Catolic@ recuerda que es pecado mortal no asistir a La Santa Misa los Domingos.

miércoles, 17 de abril de 2013

Señor, aquí estoy a tus pies, para adorarte y poner en tus divinas manos mis plegarias y te pido por todos los que habitamos en esta tierra.


ANTES DE HABLAR A LOS HOMBRES DE DIOS,
HAY QUE HABLARLE A DIOS DE LOS HOMBRES.
Acudamos al llamado del Papa pero sin olvidarnos de lo MÁS IMPORTANTE que es el ENCUENTRO PERSONAL con JESÚS, VIVO Y PRESENTE EN LA SAGRADA EUCARISTÍA.
SOLO a partir de ese ENCUENTRO ÍNTIMO se podrá comenzar una VERDADERA y EFICAZ evangelización o NUEVA EVANGELIZACIÓN del mundo.
Él, por su infinito AMOR, ha querido QUEDARSE PARA SIEMPRE con NOSOTROS.
Aprovechémoslo!, está SIEMPRE ahí, muy cerquita de nuestras casas o lugares de trabajo. Muchas veces OLVIDADO y SOLO.
Dile TODO. ÉL te ESCUCHA aunque no lo veas o no lo sientas, ese diálogo tendrá abundantes FRUTOS, ya lo verás.

La conversión de un alma es un don de Dios, y es ÉL quien toca el corazón de esa persona, y la acerca a Sí. Por eso el secreto que tenemos para convertir almas, ES IR FRECUENTEMENTE A LOS PIES DE JESÚS SACRAMENTADO.
PORQUE ANTES DE HABLAR A LOS HOMBRES, DE DIOS, HAY QUE HABLARLE A DIOS DE LOS HOMBRES.
Y eso es lo que vamos a hacer en esos minutos diarios que, como amigos del Santísimo Sacramento, debemos tener todos los días frente al Santísimo, ya sea en una Capilla o por algún impedimento, desde nuestra casa en visita espiritual. (Quizás esto te puede ayudar: http://www.pueblodemaria.com/adoracion.htm )
Pero aquí se necesita una gran confianza en Jesús, presente en la Sagrada Eucaristía, porque cuando vamos ante ÉL, estamos en presencia del Señor del Cielo y de la tierra, y el dueño de los corazones de los hombres, para quien no hay nada imposible, y que quiere el bien para todos ellos.
Por eso si le pedimos por las personas que queremos, ¿acaso podemos dudar de que actuará?. Primero fallaran el cielo y la tierra, antes que se diga que Dios no ha socorrido a su criatura que pide confiada.
Y aunque nos parezca que el Señor no nos escucha y que esa persona no se acerca a ÉL, igual sigamos perseverando en las visitas al Sagrario porque el que persevera triunfa, y Dios nos quiere premiar y no solo darnos lo que pedimos, sino muchísimo más.
Confiemos en ÉL.



A MAYOR GLORIA DE DIOS

jueves, 4 de abril de 2013

A VUESTROS PIES, HERMANOS




Me rendiré, como sacerdote,

para recordarme a mí mismo

que, un sacerdocio sin obras,

son palabras que tal vez disipa el viento

Que una entrega clavada y escrita en discursos

exige como broche de oro el amor.

Un amor que es sacrificio y sufrimiento,

pasión, incomprensión e incluso rechazo.


¡A vuestros pies, hermanos!

Me inclinaré como cristiano

Sabiendo que, si digo ser de Cristo,

he de descender a la realidad del que llora

o desde la pobreza añora una mano amiga


¡A vuestros pies, hermanos!

Derramaré el agua de mi tiempo

cuando, la soledad que a tantos atenaza,

reclame mi atención, mi presencia o mi consejo

Enjugaré, con las lágrimas de mi compasión,

cuando encuentre peregrinos que han perdido el norte

almas que, por el camino, quedaron tibias

corazones que, en tantas traiciones,

quedaron enfundados en el pesimismo o el desamor


¡A vuestros pies, hermanos!

Caeré envuelto con la toalla de mi comprensión

ataviado con el traje del que sirve más y mejor

fortalecido con la jofaina de la oración

enriquecido con el agua de la fe

empujado con las armas de la oración


¡Sí! ¡A vuestros pies, como Jesús!

Me inclinaré para, en esos pies sufrientes

encontrar las huellas de un Dios invisible pero visible

triunfante pero presente en la humanidad doliente

celeste pero abrazado al hombre bajo mil cruces


¡A vuestros pies, hermanos!

Dirigiré mis ojos, mis manos y mi corazón

Mi ojos para ver en ellos el rostro de Cristo

Mis manos, para ser testigo de la fe y del Evangelio

Mi corazón, para no quedarme disfrazado en palabras

Gracias, Señor, porque al buscar mis pies

me indicas y sugieres el camino que he de seguir

para amarte, servirte y ofrendarte mi vida entera:

¡EL AMOR QUE SE DA CAYENDO A LOS PIES DE LOS DEMÁS!
Padre J. Leoz