El 16 de julio celebramos la entrega del Santo Escapulario
de la Virgen María a San Simón Stock, General del Orden del Carmelo en el año
de 1251, Orden religiosa que tiene como modelo al Santo Profeta y a Nuestra
Señora, en estos últimos tiempos la Virgen María se ha aparecido en varias
ocasiones en la advocación del Carmelo y en otras recomienda el uso del Santo
Escapulario, como preparación de la Venida del Profeta Elías junto con Enoc
para dar testimonio de Cristo (Ap 11).
Este es un relato de la Beata Ana Catalina Emmerick, que
tuvo en una visión que nos da una explicación de la relación que hay entre los
carmelitas y el Profeta Elías y Nuestra Señora.
"Vi la tierra de Palestina reseca por falta de lluvia y
a Elías subiendo con dos servidores al monte Carmelo; al principio, a lo largo
de la ladera; luego sobre escalones, hasta una terraza, y después de nuevo
sobre escalones en una planicie con una colina que tenía una cueva hasta la
cual llegó. Dejó a sus servidores sobre la ladera de la planicie para que
mirasen al mar de Galilea, que aparecía casi seco, con honduras, pantanos y
hoyos llenos de peces y animales muertos. Elías se inclinó sobre sí hasta poner
su cabeza sobre las rodillas, se cubrió y clamó con fuerza a Dios. Por siete
veces llamó a sus siervos, preguntándoles si no veían alguna nube levantarse
sobre el mar. Finalmente vi que en medio del mar se levantaba una nubecilla
blanca, de la cual salió otra nube negra, dentro de la cual había una figura
blanca; se agrandó y en lo alto se abrió ampliamente. Mientras la nube se
levantaba, vio Elías dentro de ella la figura de una Virgen luminosa. Su cabeza
estaba coronada de rayos, los brazos levantados en forma de cruz, en una mano
una corona de victoria y el largo vestido estaba como sujeto bajo los pies.
Parecía que flotaba y se extendía sobre la tierra de Palestina."
"Elías reconoció cuatro misterios de la Virgen
Inmaculada que debía venir en la séptima época del mundo y de qué estirpe debía
venir; vio también a un lado del mar un árbol pequeño y ancho, y al otro, uno
muy grande, el cual echaba sus ramas superiores en el árbol pequeño. Observé
que la nube se dividía. En ciertos lugares santificados, donde habitaban
hombres justos que aspiraban a la salvación, dejaba la nube como blancos
torbellinos de rocío, que tenían en los bordes todos los colores del arco iris,
y vi concentrarse en ellos la bendición, como para formar una perla entro de su
concha. Fuéme explicado que era ésta una figura profética y que en los lugares
bendecidos donde la nube había dejado caer los torbellinos hubo cooperación
real en la manifestación de la Santísima Virgen. Vi en seguida un sueño
profético, en el cual, durante la ascensión de la nube, conoció Elías muchos
misterios relativos a la Santísima Virgen. Desgraciadamente, en medio de tantas
cosas que me perturban y me distraen, he olvidado los detalles, como también
otras muchas cosas. Supo Elías que María debía nacer en la séptima edad del
mundo; por esto llamó siete veces a su servidor. Otra vez pude ver a Elías que
ensanchaba la gruta sobre la cual había orado y establecer una organización más
perfecta entre los hijos de los profetas. Algunos de ellos rezaban habitualmente
en esta gruta para pedir la venida de la Santísima Virgen, honrándola desde
antes de su nacimiento. Esta devoción se perpetuó sin interrupción, subsistió
gracias a los esenios, cuando estaba ya sobre la tierra, y fue observada más
tarde por algunos ermitaños, de los cuales salieron finalmente los religiosos
del Carmelo."
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