FUENTE INAGOTABLE DE LUZ

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Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO

Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO
Sagrados Corazones de Jesús y María, unidos en el amor perfecto,

martes, 16 de septiembre de 2014

ORACIÓN PARA SALVAR MILES DE ALMAS - Acto de Amor -



PRIMERA ORACIÓN

Oración que salva miles de almas

En el nombre del Padre...,Señor mío Jesucristo...

¡Oh Jesús! yo os pido humildemente me concedáis
la gracia de salvar un alma por cada latido
de mi corazón, unido a los latidos del vuestro
y a los del Corazón Inmaculado de vuestra
Santísima Madre. Os lo suplico por vuestra
Preciosa Sangre y vuestra Divina Misericordia,
salva las almas, sálvalas Señor.

Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Extraordinaria promesa de Cristo
“Si me piden salvar un alma por cada latido
de su corazón, se lo concederé a quien
me lo pida” (Mensaje del Señor a los
Siervos del Divino Amor, año 1976).

Nota explicativa: Esta Oración
es válida sólo durante 24 horas ( por esto hay que rezarla todos los días), y se refiere
a la salvación de almas que aún viven.
No es aplicable, por tanto a las almas del
Purgatorio. (Con licencia eclesiástica)

SEGUNDA ORACION
MENSAJE DE AMOR QUE LE COMUNICO EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Mensaje de amor que el Sagrado Corazón de Jesús lanza al mundo para salvarlo.
Mientras el mundo se atomiza y desintegra por el odio de los hombres y de los pueblos, Jesucristo quiere renovarlo y salvarlo por el amor.
Quiere que se eleven hacia el cielo llamas de amor que neutralicen las llamas del odio y del egoísmo.
A tal efecto, enseñó a Sor M. Consolata Be
rtrone un Acto de Amor sencillísimo que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada Acto de Amor salvaría el alma de un pecador y que repararía mil blasfemias.


La fórmula de este Acto es:
"Jesús, María, Os Amo, Salvad las Almas"
 Allí están los tres amores: Jesús, María, las almas que tanto ama Nuestro Señor y no quiere que se pierdan, habiendo por ellas derramado Su Sangre.
Le decía Jesús: "Piensa en Mí y en las almas. En Mí, para amarme; en las almas para salvarlas (22 de agosto de 1934). Añadía: la renovación de este Acto debe ser frecuente, incesante: Día por día, hora por hora, minuto por minuto"(21 de mayo de 1936).
"Consolata, di a las almas que prefiero un Acto de amor a cualquier otro don que pueda ofrecerme"... " Tengo sed de amor"... (16 de diciembre de 1935).
Este Acto señala el camino del cielo. Con él cumplimos con el mandamiento principal de la Ley: Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente"... y a tu prójimo como a ti mismo.
Con este continuo Acto de Amor damos a Dios lo más excelente: que es amor a las almas. Con esta jaculatoria nos podemos comunicar constantemente con Dios. Cada hora, cada minuto, es decir, siempre que lo queremos. Y lo podemos hacer sin esfuerzo, con facilidad. Es una oración perfecta; muy fácil para un sabio como para un ignorante. Tan fácil para un niño como para un anciano; cualquiera que sea puede elevarse a Dios mediante esta forma. Hasta un moribundo puede pronunciarla más con el corazón que con los labios.
Esta oración comprende todo:
Las almas del Purgatorio, las de la Iglesia militante, las almas inocentes, los pecadores, los moribundos, los paganos, todas las almas. Con ella podemos pedir la conversión de los pecadores, la unión de las Iglesias, por la santificación de los sacerdotes, por las vocaciones del estado sacerdotal y religioso. En un acto subido de amor a Dios y a la Santísima Virgen María y puede decidir la salvación de un moribundo, reparar por mil blasfemias, como ha dicho Jesús a Sor Consolata, etc., etc.
"¿Quieres hacer penitencia? ¡Ámame!", dijo Nuestro Señor a Sor Consolata. A propósito, recordemos las palabras de Jesucristo al Fariseo Simón sobre Magdalena penitente: "Le son perdonados muchos pecados, porque ha amado mucho".
Un "Jesús, María, os amo, salvad las almas" pronunciado al levantarse, nos hará sonreír durante el día; nos ayudará a cumplir mejor nuestros deberes, en la oficina, en el campo, en la calle, etc. Se pronuncia con facilidad, sin distraerse y con agrado.
Un "Jesús, María, os amo, salvad las almas", santifica los sudores, suaviza las penas. Convierte la tristeza en alegría. Sostiene y consuela luchas de la vida. Ayuda en las tentaciones. Hace agradable el trabajo. Convierte en alegría el llanto. Fortalece y consuela en las enfermedades. Y trae las bendiciones sobre los trabajos y sobre las familias.
Un "Jesús, María, os amo, salvad las almas". Ayudará a calmar tu indignación, a convertir tu ira en mansedumbre. Sabrás mostrarte benévolo al que te ofende. Volver el bien por el mal. Conduce a efectos nobles; palabras verdaderas, obras grandes y sacrificios heroicos, iluminará tu entendimiento con luces sobrenaturales; estimulará el bien, retraerá el mal. Obtendrá el arrepentimiento al pecador; en el justo avivará la fe y le hará suspirar por la felicidad eterna.
Dios merece ser amado por ser nuestro Sumo Bien. Esta Jaculatoria es un dulce cántico para Jesús y María.
¡Cuán dulce es repetirlo frecuentemente! ¡Cuán agradable es avivar el fuego de amor a Dios!
Y habiéndolo pronunciado millares de veces durante tu vida, ¡cuán alegre será tu hora de la muerte, y qué gozosa volará tu alma al abrazo de Jesús y María en el cielo!
Dijo Jesús a Sor Consolata:
"Recuerda que un Acto de amor decide la salvación eterna de un alma y, vale como reparación de mil blasfemias. Sólo en el cielo conocerás su valor y fecundidad para salvar almas".
"No pierdas tiempo, todo Acto de amor es un alma". Cuando tengas tiempo libre y no tengas otra cosa que hacer, toma tu corona del Rosario en tus manos y a cada cuenta repite: "Jesús, María, os amo, salvad las almas"... En cuatro o cinco minutos habrás hecho pasar por tus dedos todas las cuentas y habrás salvado 55 almas de pecadores, habrás reparado por 55.000 blasfemias.
Y si esto lo repites varias veces o muchas veces al día podrás salvar centenares y miles y hasta millones de almas... Y esto sin ser misionero entre los paganos, ni predicador...
¡Cuánto consuelo en la hora de la muerte y cuánta gloria tendrás en el cielo!
Dice San Agustín: "Quién salva un alma, asegura su propia salvación", y quién salva centenares y millares y hasta millones de almas, con un medio tan fácil y tan sencillo, sin salir de su casa, ¿qué premio no tendrá en el cielo?
 Nuestro Señor le pedía a Sor Consolata que repitiera frecuentemente ese acto de amor hasta ser incesante, es decir, continuamente, porque continuamente van muchas almas al infierno porque no hay quién las salve... Repitamos todo lo que podamos esta Acto de amor: "JESUS, MARIA, OS AMO SALVAD LAS ALMAS", para que sean muchas las almas que arranquemos al infierno para hacerlas felices eternamente en el cielo. Las almas que salvamos con este Acto de Amor, será un día nuestra corona de gloria en el cielo.
Cuando uno está ocupado con trabajos manuales, se puede repetir este Acto de Amor con la mente y tiene su mismo valor como lo dijo un día Nuestro Señor Jesucristo a Sor Consolata.
Ha habido almas que han salvado varios millones de almas, con este medio tan sencillo...
Y nosotros por qué no podríamos hacer lo mismo en lugar de perder un tiempo tan precioso en charlas inútiles; repitamos frecuentemente este Acto de Amor, y así acumularemos tesoros preciosísimos para el Cielo.

 "JESUS, MARIA, OS AMO, SALVAD LAS ALMAS":
-por la Iglesia y por el Papa
-por la santificación de los sacerdotes
-por las almas del Purgatorio
-por los agonizantes
-por los que se confiesan sacrílegamente
-por los que no asisten a misa los domingos
-por los misioneros
-por los enfermos
-por la conversión de los pecadores
-por la mayor santificación de los justos
En las dudas, en las tentaciones.
En las dificultades de la vida, Por algún intención en particular.

Podemos enseñarlo también a nuestros amigos y parientes que lo recen, que lo propaguen. Gran alivio sentirá el moribundo si se le sugiere al morir.
Al levantarnos sea nuestro pensamiento. Al acostarnos nuestra última oración.
Los que se salvaron están en el cielo por haber amado a Dios. Los grados de gloria en el cielo se miden por la intensidad del amor que las almas practicaron en la vida.
Sólo entonces nos daremos cuenta de lo que vale un Acto de Amor y de su fecundidad en salvar almas.

Sor Consolata le pidió un día a Jesús: "Jesús enséñame a orar". Y he aquí la Divina respuesta: " 
¿No sabes orar?" ¿Hay acaso oración más hermosa y que sea más grata que el Acto de Amor?


3 comentarios:

  1. Manos a la Obra de Dios! que es omnipotente y por su infinito amor y habiéndonos creado a su imagen y semejanza desea y es su voluntad que participemos en su plan de salvación de las almas intercediéndo con estas poderosas oraciones

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  2. Hasta hoy ignoraba esta simple y eficàz plegaria y poe sobre todo de tanto valor. Me complace haberla encontrado. Aunque en "las plegarias de lamultipicaciòn, la mensiono no sabìa que la podìa hacer con el Santo Rosario y desconocìa vul precioso valor. A partir de hoy la harè y se las darè a conocer a quienes deseen hacerla.

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  3. Deseo colaborar con la siguiente carta, para que se propague por los sitios máximos posibles, que llegue a gente de toda condición, todavía hay tiempo.

    Hola amigo/a:




    No vengo a decirte mi nombre, ni mi edad, ni mi sexo., tan solo quiero que sepas que soy un alma pecadora. Tengo un mensaje para ti y para que lo difundas: a tus amigos, conocidos, extraños, que llegue al mayor número de personas posibles. Esta carta está escrita con mucho amor, mi única intención es que comprendas su verdadero mensaje. Cuando das amor y palabras de consuelo, ni el dinero, ni las riquezas pueden pagarlo. Lo único que te pido es que lo que te voy a contar te llegue al corazón y actúes con amor hacia tu prójimo, no busques honores, ni reconocimiento, no tendrá valor entonces. Verás: Dios, Jesús y la Virgen María nos hablan desde el corazón y espíritu, así me han hablado tan amorosamente a mi. Amigo/a he estado perdida durante muchos años apartada de Dios y nuestro Salvador Jesús y la Virgen María, pero gracias a ellos he vuelto a nacer, a estar en el camino correcto. Nos piden ser buenos cristianos: ir la Eucaristía, rezar mucho (sobre todo el Rosario en honora nuestra Santísima Virgen), venerar a Nuestro Salvador Jesucristo, solo a través de Él vamos al Padre (del que tanto algunos nos hemos apartado y yo soy uno de ellos), confesión (super importante para decirle a Dios que nos perdone), ayuno, veneración a los Santos y sobre todo que lo hagamos para que brote desde el corazón, donde mora un Dios deseoso de que nunca nos apartemos de Él.

    Continuamente me veo azotado/a por la tentación para que me aparte de la Verdad: que es Jesús y el Cristianismo; es una lucha constante. No es fácil ser cristiano amigo/a. Si supieses cuanta maldad hay dispersa por el mundo y que no vemos y que planes tiene Satanás para apartarnos del camino correcto, haríamos todo lo posible por rectificar y agarrarnos tan fuerte a Jesucristo, porque amigo/a, morir sin Dios es caer en la condenación eterna y el sufrimiento allí es inimaginable. Ahora estamos a tiempo para rectificar, porque la vida es corta y la eternidad es muy larga y una eternidad sin Dios es muy triste, es la total negación de Dios. Oremos por la Iglesia, nuestros sacerdotes, nuestras religiosas, nuestra esperanza para que nunca se apague la Fé del Cristianismo, ellos/as son el conducto de que Jesús, Dios y la Virgen María están vivos. Rezad mucho para que no haya abortos y rezar para que la figura del Papa nunca desaparezca, que s el cimiento de la Iglesia. Te llamo a ti pecador/a para que recibas a Jesús como tu único Salvador y hazlo presente en tu corazón, cada día, nunca dejes de amarlo, Él nos amó mucho cuando murió en la Cruz, venciendo al pecado y dejándonos un legado que nunca acabará, por eso Jesús nos necesita a todos para que nunca se apague todo lo que nos dejó. No te olvides nunca de que solo hay un solo Dios, al que adorarás, el que tanto nos ama porque entregó a su único Hijo amado para que nosotros nunca muriéramos, sino que vivamos eternamente.

    Si comprendes este mensaje vivirás eternamente, sino morirás para siempre.

    Las armas del cristiano siempre deben ser a través de la Palabra: que la encontramos en la Santa Biblia.

    No os desaniméis si se burlan de vuestra doctrina, vuestra recompensa será la vida eterna.

    Confiad en Dios, Él os proveerá de todo lo necesario, que nos os cieguen con riquezas, con falsedades, con el camino fácil (es ahí por donde entra nuestro enemigo), el camino del cristiano no es fácil, pero amigo/a, si seguimos fiel a nuestra doctrina, aunque sea un sacrificio, merecerá la pena.

    Esta carta la escribo para que abráis los ojos y sobre todo el corazón a Jesús, Él os está esperando con los ojos abiertos.




    La carta no tiene nombre porque Dios quiere prudencia ante los tiempos tan difíciles que estamos pasando y Jesús me ha salvado, eso es lo más grande que le puede pasar a una persona.

    Un abrazo muy fuerte y que sirva de aliento aquellos que están perdidos y necesitan algo más que palabras.


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