FUENTE INAGOTABLE DE LUZ

FUENTE INAGOTABLE DE LUZ
¡ILUMÍNANOS!

Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO

Sagrados Corazones Unidos del AMOR SANTO
Sagrados Corazones de Jesús y María, unidos en el amor perfecto,

jueves, 9 de agosto de 2012

El gozo de mi alma al encontrarme contigo.



Es Señor en tu presencia en dónde encuentro un universo de paz, de amor, de tranquilidad a mi alma. Es ante tu Luz que yo puedo ver con claridad lo que el mundo no me deja apreciar.
Señor sentir tu presencia y verte ante mis ojos, en el Altar, esperando pacientemente una migaja de nuestro amor, de nuestro respeto, de una rodilla que se doble ante Ti para alabarte y glorificarte.
Nos has dado todo, la vida, el cada día, todo lo que poseemos, todo lo que somos todo lo que tenemos, y tu estás esperando ahí viendo el Templo prácticamente vacío.
Y ahí, cuando nos ves entrar, tus bellos ojos se alzan para ver como nos acercamos, y vez que indiferentes algunos pasan solo para observar y conocer el Templo, lo ven todo, lo admiran todo, pero no Te ven, no se inclinan ante Ti, sin respeto alguno pasan por ahí como que si Tu no estuvieras. 
Otros buscan la seguridad que Tu brindas al espacio en dónde estas, y buscan una banca para guarecerse del calor, para descansar un poco, para dormir incluso.  Y tu Señor, con mirada tierna sonríes al verlos tan cerca de Ti, físicamente, y tan lejos que están sus corazones. Tú tienes la solución a sus problemas, Tú tienes todo el amor del que carecen y que tanto anhelan, Tú tienes todo lo que necesitan en la vida para vivir plenamente. Y no se dan cuenta, no abren sus corazones para que Tu penetres y lo ilumines, lo inflames de Tu amor, y con ello conozcan el Cielo aquí en la Tierra.
Es como ir a visitar a un amigo, porque quieres verle y platicarle algo, pero llegas frente a él, le saludas, y al sentarte, te quedas callado, solo observando lo que hay cerca, y de pronto te acomodas y te duermes. ¿Qué pensaría el amigo ante esta actitud tuya?
Sin embargo Señor es tanto tu amor por nosotros, que sólo nos ves con ternura, e incluso acercas tu mano para acariciar sus cabecitas, ayudando con eso a que reciban paz en su descanso.
Aprovechas su silencio para tocar con delicadeza sus corazones. Porque tu lo aprovechas todo, nada se desperdicia. Entonces buscas ese corazoncito entumecido, para acariciarlo y darle vida.
Y así poco a poco, con infinita delicadeza y ternura, vas sacudiendo el polvo de esas almitas, para transformarnos en verdaderos amantes de Jesús Sacramentado. Y nuestras almas te desean ardientemente, ya no pueden estar lejos de Ti. Te buscan constantemente. 
Esta transformación que Tu Amor nos provoca, es como la caricia de nuestras madres cuando éramos niños, es como la esperanza que hincha nuestros corazones y nos alienta a caminar, es como el calor del cobijo de los brazos protectores de nuestro padre amoroso, es como la seguridad que nos brinda el novio tan sólo con estar a nuestro lado. Es como la sonrisa de nuestros hijos, es como… no hay palabras para expresarlo completamente.
Señor cuando estoy contigo, siento que mi pecho explota de amor, siento Tu palpitar en mi palpitar, y siento como vas transformando cada partícula de mi ser. 
No quiero estar lejos de Ti mi Señor, y por eso sufro al despedirme, quiero estar ahí junto contigo, y sentir todo ese amor, toda esa protección que sólo Tu me sabes dar y que solo en Ti voy a encontrar.

CY 09.08.2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario